Para nadie es un secreto que la situación económica y social de nuestro país se encuentra desde hace varios años en un estado crítico. Durante todo este tiempo, diversos analistas, politólogos o economistas han aportado propuestas a los gobiernos que han encabezado a nuestra nación, sin que a la fecha alguna de ellas se haya traducido en mejoras sustanciales para las masas trabajadoras.
En el gobierno de la 4T se ha dado prioridad a la entrega directa de dinero a la gente a través de distintos programas sociales, que alcanzan a un aproximado de 15 millones de mexicanos. Para un país de 130 millones de habitantes, esto resulta insuficiente. La medida, además, no solo no soluciona la pobreza de la gente, por el contrario, la aumenta, pues de acuerdo con la CEPAL, tan solo en este año se sumarán cerca de 2.5 millones de personas a las filas de la pobreza.
Ante la ineficiencia de los gobiernos y actores políticos, y por su incapacidad o simple indiferencia, el Movimiento Antorchista propone cuatro líneas de acción que garantizarían que la clase trabajadora cuente con condiciones más dignas de vida.
-Empleo para todos. En México contamos con aproximadamente 58.1 millones de personas en edad de trabajar, de las cuales dos millones están desempleadas y 30 millones se encuentran en la informalidad, es decir, vendiendo chicharrones, ropa y cualquier chuchuluco en las calles. De lo anterior se deduce que solo 26 millones de personas tienen un ingreso seguro, además de algunas prestaciones de ley.
-Salarios mejor remunerados. Recientemente el salario mínimo pasó de 141.7 pesos a 172.87, alrededor de 5,359 pesos al mes; esto supone un aumento de 22 por ciento, pero solo benefició a 6 millones de trabajadores. Con la inflación creciente, la canasta básica alimentaria, solo alimentaria, pasó a tener un precio de 3177 pesos en el mes de mayo, lo que dejaría al trabajador con poco más de 2 mil pesos para gastos de luz, agua, transporte, educación, vivienda, salud, ropa o recreación. De acuerdo con el Inegi, la canasta básica completa tiene un precio mensual de 10,867 pesos, a 58 millones de personas no les alcanza para adquirirla.
-Reforma fiscal progresiva. México es un país que recauda muy pocos impuestos. La tasa de recaudación alcanza apenas el 17.9 por ciento del PIB en tanto que el promedio de la OCDE se ubica en 33.5 por ciento; ya no se diga en países como Dinamarca, Francia o Alemania donde esta tasa supera el 40 por ciento. Se debe cobrar más impuestos, pero no a cualquiera. Antorcha propone una reforma fiscal en la que paguen más impuestos los que más dinero ganan. Los millonarios de este país deberían pagar 35 por ciento de impuestos, pero de acuerdo con Hacienda, pagan solamente 18.2 por ciento. Esto resulta sumamente contrastante frente al 60 por ciento de incremento de la riqueza durante el periodo de pandemia de las 5 personas más acaudaladas del país. Cabe destacar que esta es una exigencia no solo de Antorcha, sino incluso de algunos millonarios que se pronunciaron a favor en el pasado Foro Económico de Davos, uno de los más prestigiosos del capitalismo.
-Reorientación del gasto social. Ya con dinero en sus arcas, el gobierno debe redirigir su gasto a obras tan elementales para la población como agua, drenaje, electricidad, pavimentos, escuelas, hospitales, carreteras, seguridad, entre otras necesidades, además de realizar inversión productiva. En México la tasa de inversión pública se posicionó en 2.3 por ciento en el año 2021, la más baja desde 1998. En países como China, por ejemplo, la tasa ronda el 13 por ciento.
Las medidas propuestas por el Movimiento Antorchista no son medidas que cualquier gobierno pueda implementar; solo un gobierno nacido del pueblo puede poner en marcha estos 4 puntos, por lo que la primera tarea de este es organizarse en torno a sus intereses de clase, educarse y cobrar consciencia de su fuerza, para posteriormente conquistar el poder político.
Si bien es cierto que las cuatro propuestas de Antorcha mejorarán sustancialmente la calidad de vida de la inmensa mayoría de mexicanos, estas medidas no son la solución verdadera. Si el pueblo quiere acabar definitivamente con su miseria, solo podrá hacerlo en un mundo en el que no exista explotación del hombre por el hombre, en un mundo en que los trabajadores compartan la propiedad de los medios de producción.
Ya lo dijo Carlos Marx: “Los trabajadores no tienen nada que perder salvo sus cadenas, tienen en cambio, un mundo por ganar”. No hay más, el proletariado tiene que seguir decididamente el camino del comunismo, esa es la solución verdadera.
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