¿Un gobierno con sentido humano? Sencillamente, ¡el decir y el hacer no se corresponden!
Han pasado ya ocho días de la represión de la policía municipal de Los Cabos, del Gobierno morenista que encabeza el Profe Leggs. Tiempo en el que se ha denunciado que, a raíz de la exigencia por los grupos organizados en el Movimiento Antorchista porque sean atendidas de manera urgente sus demandas de servicios, obras y apoyos sociales en las colonias marginadas de San Lucas y San José, fuimos duramente reprimidos, golpeados y encarcelados varios miembros del Comité Estatal, activistas, profesores y estudiantes con el “pretexto” y por el solo hecho de estar realizando difusión de bailes folclóricos en los semáforos.
Si amigo lector leyó bien, por el hecho de promocionar y colectar recursos para impulsar la cultura entre los jóvenes y niños de las colonias humildes. Siete personas dentro de las cuales escribe esto, fuimos llevados apunta de golpes a los separos de la Comandancia de “Cangrejos” en Cabo San Lucas, fuimos entregados a una horda de más de 50 policías por el secretario de la delegación municipal de San Lucas, el señor Carlos Eliú Nájera Navarrete, quien previamente se había comprometido a entregar libre al compañero César Palma, horas antes detenido por varios policías municipales por realizar la actividad antes descrita. ¿desconocerá estas acciones represivas el presidente Oscar Leggs, ejecutadas por sus funcionarios menores? ¿Se mirará sorprendido el presidente como cuando le llevaron a las “audiencias ciudadanas” sus miembros del equipo, 20 planchas de pastel en vez de 20 planchas de electrodomésticos? ¿Quién dio la orden de atacar a no mas de 20 manifestantes pacíficos entre amas de casa, niños, jóvenes y profesionistas que pedían la libertad inmediata del primer compañero encarcelado?, por último, ¿desconocerá las estadísticas reales, como aquel morenista que dice siempre tener “otros datos” diferentes a la realidad reinante? Veamos.
En Los Cabos que es considerado el principal municipio de actividad turística, la percepción de inseguridad pasó de 20.2% en diciembre de 2021 a 28.5% en marzo de 2022, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del primer trimestre que realizó el Inegi. La pobreza extrema incrementó 163.8% (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval). Incrementó en un 58.1% sus índices de pobreza moderada, lo que representa 82 mil 100 nuevas personas que entraron en esta situación. En 2018, el Coneval refiere que 8 mil 900 personas se encontraban en situación precaria en la entidad, sin embargo, durante el 2020 esta cifra llegó a 23 mil 400 personas. Sumado a todas las personas que perdieron sus empleos, (20 mil durante el 2020), provocando que el 18% de pobreza laboral se incrementara en más de un 30% durante la crisis sanitaria. Hasta aquí algunos datos, que no son todos. Estos datos estadísticos los menciono, porque es un hecho, que la administración de Oscar Leggs se va configurando como contrario a su lema de “gobierno con sentido humano”, ¡lema de lo más falso!
Se caracteriza por el desprecio a la gente organizada, la prepotencia, soberbia e insensibilidad hacia la gente necesitada de Los Cabos. Situación que lo sitúa entre los gobiernos de tipo autoritarios y represivos. Creo, sin embargo, que habrá más de uno que, con la mejor buena fe, se pregunte: y ¿qué es?, ¿cómo se define o cómo se identifica a un gobierno autoritario? Podre decir que, creo que un gobierno autoritario es aquél que se ejerce con ausencia de toda ley, de toda regulación, control o acotamiento del desempeño del gobernante, independientemente de que se haga con gesto amenazante o con la sonrisa en la boca. La justificación primera y última de los actos de un gobierno así es su soberana voluntad, o ¿Por qué el Profe Leggs se niega a reconocer los artículos constitucionales de libre organización, petición y manifestación? No rayara esto de un gobierno autoritario por antonomasia en “dictadura cabeña”. Podría alguien decir que se está exagerando, que, al parecer, a primera vista que no hay lugar para hablar del peligro de un gobierno autoritario en un país regido por una Constitución emanada de la voluntad popular y gobernado por un Estado de Derecho integrado por un cuerpo de leyes e instituciones nacidas de esa misma Constitución. Pero, con lo anteriormente descrito, de la represión policial del presidente, las cosas no son tan simples. Si el autoritarismo es, al fin y al cabo, un poder ejercido sin sujetarse a ningún tipo de freno o mandato legal exista este mandato o no, entonces el peligro de caer en una especie de dictadura personal en un Estado de Derecho radica en la posibilidad de que el gobernante, simple y llanamente, haga caso omiso de la ley, pase por encima de ella o la contradiga abiertamente con sus actos. Que fue exactamente lo que viene acrecentándose conforme las exigencias de solución a los problemas de los humildes cabeños organizados en el Movimiento Antorchista.
Y si es así, entonces el llamado de alerta para la ciudadanía, y la opinión pública nacional resulta de la mayor importancia, porque sería un llamado a no permitir que ningún gobernante, grande o pequeño, viole la ley en perjuicio de sus gobernados. Resulta necesario alertar, porque ésa es la verdad que nosotros vemos y padecemos, que los gobiernos y los gobernantes autoritarios no son sólo un peligro potencial, futuro, sino una lacerante realidad que muchos mexicanos viven y sufren, sin atisbar en el horizonte ninguna posibilidad de defensa eficaz que se les impide ejercer su derecho a la libre manifestación pública y, por tanto, que se viola flagrantemente esa garantía constitucional en su perjuicio.
Si no se cambia de actitud en la atención y el respeto a la gente organizada, el antorchismo seguirá desenmascarando con toda certeza de que en el fondo Oscar Leggs y su gobierno de Morena están en contra de los pobres, porque no quiere ni escuchar ni atender las necesidades de colonias populares. Nuestra lucha no cejara porque haya justicia para el pueblo trabajador, organizando y educando al pueblo para que cada vez más se haga claridad de quien verdaderamente está al lado de los trabajadores de México. Seguiremos trabajando con la juventud mexicana que se encuentra postrada; tal pareciera que el control ideológico que el sistema ha diseñado aplica y ajusta constantemente, para que la juventud, acepte todo lo que el sistema propone. Lucharemos porque la mayoría de los jóvenes, imbuidos por el individualismo más acendrado, que solo se preocupan por sí mismos, y que viven en los umbrales de la miseria, eso sí... ¡solos! tengan cultura, la desarrollen, realicen deporte y lo masifiquen. Y se eduquen en la unión, la solidaridad con sus semejantes, porque estamos convencidos como diría el gran poeta Miguel Hernández
"Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen. Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren…
Y los jóvenes antorchistas no son ni de lejos de esos. Al tiempo."
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