Las pésimas políticas implementadas por el gobierno de la 4T ya han desencadenado miles de muertes en México. Pasaron muchos meses en los cuales no se le dio la importancia que merecía a la pandemia de la covid-19. Decía el presidente que siguiéramos viviendo con normalidad, e incluso, él se rehusó a usar el cubrebocas. Pero, al paso de los días, muchos mexicanos se empezaron a contagiar y muchos de ellos murieron a causa de la mala planeación de este gobierno que sólo se la pasa procrastinando. No se aplicaron las estrategias para evitar una infección masiva, siempre se usaron criterios con fines políticos y no científicos, mucho menos morales. Este gobierno le ha apostado a la inmunidad de rebaño, es decir, que se mueran los que se tengan que morir. El Gobierno de la 4T encabezado por el presidente no compró a tiempo las vacunas, se resignó a recibir las vacunas que otros países ya no necesitaban.
Todo lo ha hecho mal este gobierno y eso ha ocasionado que miles de familias mexicanas hayan perdido a un familiar, esta terrible situación pudo haberse evitado, pero no fue así, nunca se tomaron las medidas necesarias y el secretario de Salud sólo se la pasó dando discursos falsos sobre las medidas, cifras y recomendaciones para evitar los contagios. Si desde el primer momento se hubieran tomado las medidas pertinentes miles de mexicanos seguirían vivos, lamentablemente a este gobierno no le importa en lo más mínimo la salud de los mexicanos y ahora se quiere sacrificar a los niños y jóvenes que regresarán a las clases presenciales sin antes tener una infraestructura sanitaria en las escuelas. Incluso hay escuelas que ni siquiera cuentan con luz eléctrica ni agua potable.
La decadente vacunación en México se ha reflejado en que no hay una estrategia, una logística eficiente para poderle dar la cobertura de vacunación a todos los mexicanos, por ejemplo, ¿cuándo se van a vacunar las personas que tienen de 30 a 40 años? En un artículo publicado por la revista Nexos de Rafael Prieto Curiel y Alejandro Cano, el 23 de junio del 2021 titulado: “El retraso en la aplicación de vacunas 19.2 días” se dan a conocer los días de retraso para la aplicación de las vacunas. Los autores sustentan que el retraso de la aplicación de las vacunas nos cuesta a todos. Este artículo es importante porque los autores hacen un cálculo de los días con los que se retrasó la aplicación de las vacunas debido a la falta de planeación y logística del gobierno de la 4T. Por ejemplo, en el mes de marzo se debieron aplicar las vacuna 11 días antes, en abril se aplicaron con 14 días de retraso, en mayo con 15 días y del 13 al 19 de junio se aplicaron con 17 días de retraso, esto indica que siempre el gobierno estuvo retrasando la aplicación de las vacunas. Puede sonar alarmista contar los días de retraso, pero no lo es, ya que se tiene que considerar que se están aumentando los contagios, además de que ya hay nuevas mutaciones del virus. Actualmente en México estamos conviviendo con la variante Delta que es la versión más grave y contagiosa de la covid-19. Son varias características con las que cuenta esta variante, por ejemplo: 1. Puede causar una enfermedad más grave en personas no vacunadas. 2. Los pacientes tienen más probabilidades de ser hospitalizados. 3. Es casi dos veces más contagiosa que las variantes anteriores. 4. Las personas vacunadas pueden contraer la infección. 5. Generalmente tienen enfermedad leve o asintomática y 6. Las vacunas no son 100% efectivas contra el contagio. Fuente: Asociación Mexicana de Vacunología y CDC de EE. UU. Esto demuestra la terrible situación en la que se encuentra el país con un gobierno que va a paso de tortuga y provoca miles de muertes, La situación se torna cada vez más complicada porque no hay un Estado que proteja a sus ciudadanos, al contrario, es un Estado cómplice al retrasar la aplicación de las vacunas ya que es lo único que le puede salvar la vida a muchas personas o por lo menos amortiguar un poco los contagios, pero no, ahora el presidente quiere que el próximo ciclo escolar sea de forma presencial, lo cual provocará lógicamente el aumento de más contagios en el país porque los niños y jóvenes pueden contagiar a sus padres, vecinos, amigos o familiares. Es lamentable que el presidente no sea una persona que sepa escuchar las recomendaciones de los expertos y, por lo tanto, él cargará en su conciencia las miles de muertes que se pudieron haber evitado si se hubiera actuado a tiempo.
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