Todos sabemos que en nuestro país los grandes y pequeños cargos públicos son otorgados por compromisos que tienen o deben los funcionarios públicos con mayor jerarquía, favores principalmente monetarios que ocupan para financiar campañas políticas y en este sexenio no es la excepción.
Nuestro país y cualquier otro, debería de poner al frente de dichos cargos públicos a personas competentes en el área, no estamos hablando de cualquier cosa, son las personas que supuestamente velarán por las necesidades e intereses de la sociedad y en particular de un gremio en específico, pero como sabemos aquí eso no sucede, los ciudadanos tenemos que conformarnos con cualquier compadre, que por sus compromisos sean asignados en puestos tan importantes como una Secretaría a nivel Nacional.
Y un ejemplo claro es la Secretaria de Educación, la maestra Delfina Gómez, que no dudo que tenga un título de maestra, pero es más que claro que el título le queda grande, es evidente que la Secretaria de Educación no está al frente de tan importante puesto por su basto conocimiento en el ámbito, sino que su nombramiento se debe a ciertos compromisos con el partido que actualmente nos gobierna.
Nuevamente sale a la luz las aportaciones que la maestra Delfina Gómez solicitaba a los trabajadores de Texcoco durante su período como presidenta de dicho municipio, acumulando la suma de 2 millones 264 mil 612 pesos, sin una justificación válida, claro, en ese entonces la presidenta municipal lo justificó diciendo que se destinaba a obras en beneficio de la sociedad, a través de una organización, pero se presume que realmente se destinaron al Grupo Acción Política, que en su momento era una rama del partido Morena en el Estado de México.
Será coincidencia que la maestra haya llegado al puesto únicamente por ser la persona indicada, por sus capacidades y conocimientos para estar al frente de tan importante cargo como lo es la educación, quizá sea capaz de estar en un puesto público, pero considero que la educación de todo un país no está en las mejores manos y para desgracia de todos ha llegado al cargo en un momento crucial y evidentemente, no ha tomado las acciones mínimas necesarias en beneficio de la educación.
¡Ya basta de tanta corrupción en los puestos públicos! Necesitamos gente capaz, competente, honrada y que realmente tenga la convicción de ejercer sus funciones en beneficio de la ciudadanía y no responder únicamente a sus intereses personales y de un pequeño grupo.
Es momento que demuestre que realmente está al frente de la Secretaría de Educación por su mérito, ya que hasta el momento nos está quedando a deber a todos los mexicanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario