La promesa de un gobierno cercano y sensible no se refleja en los hechos, destacan antorchistas
El pasado 15 de enero de 2025, una comisión integrada por colonos, estudiantes y amas de casa de diversas colonias del municipio de Emiliano Zapata se presentó en las puertas del nuevo ayuntamiento con la esperanza de que sus peticiones serían finalmente escuchadas y atendidas. No obstante, lo que encontraron fue una fría respuesta, que, lejos de ofrecer soluciones, reflejó la continua indiferencia de las autoridades municipales ante las necesidades.
Partiendo desde Plaza del Músico, los representantes de las comunidades marcharon hasta el palacio municipal, donde, al llegar, las puertas fueron rápidamente cerradas, desatando el descontento entre los asistentes.
Algunos de ellos, visiblemente frustrados, gritaron consignas que cuestionaban el lema de la actual administración, que prometía ser “un gobierno de puertas abiertas” y “abierto las 24 horas”. Sin embargo, la promesa de un gobierno cercano y sensible no se vio reflejada en los hechos.
Poco después, salió una comisión de funcionarios encabezados por el secretario particular del ayuntamiento, Jorge Luis García Ocampo, quien, tras escuchar las demandas de los ciudadanos, expresó que las peticiones serían revisadas y que el presidente municipal, Santos Tavarez García, respondería en breve. Sin embargo, lejos de generar confianza, la respuesta solo sirvió para reforzar el sentimiento de que, una vez más, las necesidades de los zapatenses quedarían sin atender.
Las peticiones presentadas por los colonos son demandas históricas, algunas de las cuales han sido ignoradas durante varios años por gobiernos anteriores. Entre ellas destacan la pavimentación de calles en diversas colonias como Gerardo Pérez, Tepetzingo y 28 de Agosto, así como el suministro de agua potable y drenaje para colonias como Manuel Hernández Pasión, Caudillo del Sur y Villa Morelos.
La situación en estas zonas es alarmante, con calles inundadas de lodo en temporada de lluvias y convertidas en polvorientos focos de contaminación en la sequía.
Pero la falta de infraestructura no es el único problema que aqueja a los habitantes de Emiliano Zapata. En muchas colonias, la escasez de agua es un sufrimiento diario, con familias que se ven obligadas a comprar pipas de agua o, en el peor de los casos, a esperar en vano la llegada de las mismas.
El drenaje es otro tema crítico, con la falta de un sistema adecuado que obliga a los vecinos a pagar por el desazolve de sus fosas sépticas, un servicio que debería ser proporcionado por el propio ayuntamiento.
A la escasez de servicios básicos se suman los problemas de inseguridad, que afectan a todos los sectores de la sociedad, pero especialmente a las comunidades más vulnerables. Robos, asaltos y extorsiones son el pan de cada día para los habitantes de Emiliano Zapata.
Ante esta realidad, las peticiones también incluyen medidas urgentes como patrullajes, cámaras de seguridad y cercos perimetrales en escuelas como la primaria Aquiles Córdoba Morán.
“Hace poco un individuo, bajo los efectos de sustancias psicotrópicas, ingresó a las instalaciones escolares por la falta de un muro de contención”, argumenta Alfredo Martínez, responsable de la colonia Manuel Hernández Pasión.
Si bien el alcalde y su equipo aseguran estar dispuestos a atender las peticiones, la falta de acciones concretas ha generado un creciente malestar entre los zapatenses.
Las demandas de los ciudadanos no son nuevas, y sus necesidades son urgentes. La paciencia de los habitantes de Emiliano Zapata se agota, y las promesas de “puertas abiertas” comienzan a sonar huecas.
Los antorchistas, que han sido los principales impulsores de este pliego de peticiones, ya han anunciado que estarán de vuelta en los próximos días para exigir respuestas claras y efectivas. En este contexto, dijeron, el tiempo dirá si el gobierno local será capaz de transformar sus palabras en hechos o si, como ha ocurrido en otras ocasiones, los zapatenses seguirán esperando una solución que nunca llega.
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