Históricamente, el deporte ha desempeñado un papel importante en la sociedad, ya sea en forma de competiciones deportivas o de actividad física sin más. El deporte es una herramienta poderosa para fortalecer los lazos sociales y promover el desarrollo, la paz, el bienestar, la solidaridad y el respeto. El deporte ha tenido y tiene el poder de cambiar a hombres y mujeres por personas mejores.
Normalmente conocemos el origen de determinados deportes como el baloncesto, el fútbol, el voleibol y otros deportes convencionales, pero no conocemos el origen del deporte escolar, de la educación física y de los sistemas de la misma, pocas personas saben cuál es el verdadero origen del deporte.
¿De dónde surgió? Algunos pensadores e investigadores consideran el origen del deporte como una forma de actividad individual y de práctica sociocultural que ha existido desde el comienzo de la humanidad y que, como tal en forma de deporte o en forma de práctica, sus características y significados han ido evolucionando de acuerdo con los cambios sociales, políticos y culturales del contexto en el que han tenido lugar.
Si seguimos esta perspectiva, la actividad física o el deporte que hoy se practica, antiguamente se desarrollaba en la búsqueda de alimento, así como en la protección y la defensa ante otros depredadores, y demás peligros del medio en el que se encontraba el ser humano. Posterior a esto, los individuos observaron que había quienes presentaban mejores destrezas y habilidades para la realización de estas actividades, y por esta diferenciación, se buscaba un reconocimiento al esfuerzo y trabajo a través de la práctica de estas actividades, es decir, a través del entrenamiento. Cuando se comenzaron a crear comunidades, dejando de lado el nomadismo, surgieron nuevas actividades como la lucha entre personas de distintas comunidades, ya sea por el alimento, por el territorio, etc.
Posteriormente, comienza la practica deporte en la Edad Antigua, época en la que surgen los Juegos Olímpicos en la Antigua Grecia, aproximadamente en el año 776 a.c., mismos que eran organizados y dirigidos por sus magistrados, quienes representaban al Estado. La vida pública quedaba paralizada durante estas fiestas ya que se suspendía toda actividad oficial, durante este lapso solamente se resolvían los asuntos de extrema urgencia.
Uno de los aspectos más destacados de los Juegos Olímpicos antiguos era la tregua sagrada, ésta suponía la prohibición de toda actividad bélica durante un periodo de duración desconocida, pero se sabe que se extendía durante todo el desarrollo y preparación de los juegos. Inicialmente, la tregua incluyó solo lugares ubicados en el Peloponeso; posteriormente se amplió a todas las ciudades que deseasen participar en los juegos y si una ciudad no aceptaba someterse a esta norma, quedaba excluida de la participación en los Juegos Olímpicos y si, habiéndola aceptado violaba la tregua, debía afrontar importantes multas y sus representantes eran expulsados.
Sin embargo, como todo en el universo, el deporte evolucionó. En la actualidad está asociado al consumismo y se ha convertido en una mercancía más. Ahora las competencias deportivas son disputadas por los mejores deportistas traídos de diversos países, son financiadas por instituciones internacionales y empresas multinacionales que de manera mediática se involucran en la estructura deportiva, tratando de imponer el consumo de este producto llamado deporte y de otros más registrados en sus marcas, mientras que le gente de a píe no tiene acceso a ello.
Debido al gran alcance y popularidad del deporte, con la finalidad de concienciar a la población mundial acerca del papel fundamental que juega en la promoción de los derechos humanos y el desarrollo económico y social de las naciones, el 23 de agosto del 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 6 de abril como Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, sin embargo, considero que poco se ha logrado con esto. Hemos visto tantas riñas, actos vandálicos y situaciones en donde resultan perjudiciales para la sociedad y con incluso cientos de personas lesionadas y muertos. Aficiones se desviven, pelean, golpean, endeudan, etc., por colores de clubes deportivos profesionales, y esto es resultado de la ideología con la que el sistema nos bombardea todos los días. Pero ¿realmente hay paz? ¿hay desarrollo económico y social?
La influencia del deporte a nivel profesional en la economía es cada vez mayor, la cantidad de dinero que se invierte directamente en él es enorme. El deporte de alta competición es controlado altamente por los gobiernos; los acontecimientos deportivos movilizan a toda la población, los dirigentes pugnan por que la celebración se realice en su territorio, millones de personas se desplazan al lugar sede del evento, y las inversiones tanto públicas como privadas son grandísimas, pero, el deporte sólo genera desarrollo económico en los sitios donde se llevan a cabo estos eventos importantes, de ahí en fuera, no se ha visto que con la realización de eventos deportivos de esta calidad se beneficie el desarrollo de los pueblos y lugares subdesarrollados, o que beneficie a la economía de los integrantes de los sectores populares.
El deporte podría generar desarrollo social si se practica entre las grandes masas, en escuelas rurales, en colonias populares, en los lugares donde nadie pone un pie para promoverlo. México necesita deporte para el pueblo, no el deporte que enriquece los bolsillos de los grandes empresarios que patrocinan a los equipos profesionales y que participan en la realización de grandes ligas y eventos deportivos internacionales.
Por ello, en el Instituto Deportivo Salvador Díaz Mirón, tenemos claro el objetivo; la tarea es formar maestros de educación física que cuenten con conocimientos universales, entrenadores bien preparados y capacitados para formar atletas de calidad, pero no sólo eso, México necesita devolverle el deporte al pueblo; necesitamos profesionales dispuestos a ir a trabajar en esos lugares donde nadie pone un pie para promover el deporte, entrenadores dispuestos a ir a cualquier lugar y rincón del país para fomentar la práctica deportiva en quienes no tienen oportunidad de practicar deporte porque en sus comunidades no existe manera de acceder a él, y que con el deporte como herramienta, se eduque a niños y jóvenes que en un futuro, ojalá no muy lejano, estén dispuestos a cambiar el rumbo del deporte, y del país.
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