La conmemoración del movimiento obrero mundial, por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago.
Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las protestas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas. El primero de mayo estamos por conmemorar un año más de estos hechos importantes de los trabajadores y, como trabajadores de la educación, debemos conocer sus orígenes.
No es posible que los formadores de las generaciones futuras de la patria tengan que abandonar el aula por falta de un ingreso digno, una vivienda propia y lo suficiente para el sostén de su familia.
Hasta hace ya varios años de la Reforma Laboral, que no educativa, y a varios años de la puesta en marcha de la “Nueva Escuela Mexicana”, Antorcha Magisterial comprueba que el objetivo principal del Estado no era elevar la calidad de la educación en México, sino someter al maestro al mismo sistema al que están sujetos los obreros en las fábricas, que con el pretexto de una evaluación, se determinaría quién era idóneo y quien no, cerrando la posibilidad de que miles de maestros accedan al sistema educativo, cancelando su derecho al trabajo y al desarrollo de su profesión.
Así se explica el hecho de que, después de la aplicación, nuestro país pasó al penúltimo lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en nivel educativo, llevando a este organismo a reconocer que el problema se debía a la desigualdad social del país.
El magisterio nacional tiene que tomar conciencia de que es necesario que se organice y luche por la defensa de sus derechos laborales para impedir la desaparición de la educación pública, solamente unido, educado y organizado, será posible lograrlo.
Los maestros mexicanos no debemos olvidar que el problema educativo es la falta de justicia social, es un problema de vivienda, de salud, de empleo, de salarios mal pagados, de infraestructura en nuestras escuelas, que son los problemas de la clase trabajadora que padecemos por pertenecer justamente a esa misma clase, tenemos que obrar en consecuencia.
La educación es una práctica política, no podemos permitir que la juventud pase por nuestras manos sin que logremos despertar sus conciencias. No es posible que los formadores de las generaciones futuras de la patria tengan que abandonar el aula por falta de un ingreso digno, una vivienda propia y lo suficiente para el sostén de su familia.
Urge protestar para defender nuestro derecho a educar a la niñez y a la juventud mexicana, no hacerlo, es dar un muy mal ejemplo a las generaciones venideras, es una incongruencia en nuestra práctica porque, como dice el dicho popular, "educa más el hacer, que el decir".
Urge también protestar por mejores condiciones educativas para nuestros alumnos, es decir, luchar por mejores aulas, más libros, laboratorios, bibliotecas, espacios deportivos de calidad, etcétera. No promovamos el conformismo entre la juventud estudiosa, ya que los gobiernos deben invertir mucho más en educación si en verdad quieren resolver los grandes problemas sociales que padece la patria.
Como decía Freire "sería una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases dominadas, percibir las injusticias sociales en forma crítica". Los maestros conscientes de todo esto debemos actuar, pero ya, el tiempo apremia para que entendamos que nuestro papel como maestros también es político. Nos debemos al pueblo y es a él a quien tenemos que servir con honor y compromiso.
Los maestros que simpatizamos con Antorcha Magisterial creemos en la importante labor del magisterio. Reconocemos el papel histórico de los maestros que ha sido reconocido por generaciones enteras de la humanidad, pero entendemos firmemente que la creación del hombre nuevo que necesita la patria para mejorar su situación social, sólo puede ser posible con la participación organizada de todo el magisterio del país, la austeridad del gobierno de la 4T que encabeza López Obrador, lo único que está dejando es desempleo.
¡Adelante compañeros maestros, estudiantes, hacen falta más soldados para dar esta batalla ideológica, para conseguir un cambio que nos beneficie a todos, hasta siempre unidos con la única opción que es realmente la que se preocupa por el maestro mexicano, Antorcha Magisterial siempre en pie de lucha!
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