Quedan dos años para analizar y considerar, con detenimiento, y por qué no, estudiar cuáles han sido hasta ahora los resultados que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha entregado a los mexicanos en sus cuatro años de gobierno.
Obviamente también debemos considerar el papel que ha jugado el Poder Legislativo en manos de Morena, pues, el desempeño de los diputados y senadores es un referente importante para dilucidar sus objetivos, y si lo que afirma López Obrador, todos los días, en sus conferencias mañaneras coincide con la realidad. Si sus hechos nos llevan a concluir que la Cuarta Transformación debe seguir gobernando en México.
Esta reflexión nos debe de servir para analizar si con la llegada de Andrés Manuel López Obrador y Morena al gobierno mexicano vivimos en el paraíso del bienestar, como se nos quiere hacer creer, o han empeorado nuestras condiciones de vida.
Pese a que la mayoría de los mexicanos estamos inmersos en lo que se ha denominado el puente de Guadalupe- Reyes, con las celebraciones del 12 de diciembre, posadas, Navidad y Año Nuevo, hasta finalizar con el Día de Reyes, es muy necesario hacernos un espacio para analizar con nuestras amistades y nuestras familias, el futuro de México entero en la elección de 2024.
¿A quién le daremos nuestra confianza de administrar el Gobierno federal?, ¿Quién será el próximo presidente de la República que conducirá las riendas de México?, ¿A quién se le confiarán la riqueza y la pobreza de la nación? Pese a las fiestas de fin año, es necesario pensar en nuestro porvenir.
Y no es para menos, pues la realidad nos indica que los actos de corrupción que López Obrador prometió hasta el cansancio combatir, son un verdadero escándalo en su gobierno. Tardó más en llegar al poder que en que se diera a conocer el tren de lujo que llevan sus hijos, principalmente José Ramón López Beltrán, beneficiario directo de la empresa estadounidense que cuenta con la mayor cantidad de contratos en Pemex. Acto de corrupción ampliamente documentado por la plataforma de comunicación digital, Latinus.
El desplome de la línea 12 del transporte colectivo Metro, construída durante el gobierno del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y actualmente administrada por Claudia Sheinbaum, tragedia que cobró la vida de 27 personas, sin que hasta el momento haya ningún detenido. La fiscalía de la Ciudad de México exoneró a Florencia Serranía, ex directora de este transporte y principal responsable de la tragedia.
El fraude en su máxima expresión: el plan “B” propuesto personalmente por el presidente en la Reforma Electoral que le garantizará el control total de los organismos electorales que le aseguran el triunfo de cualquiera de sus corcholatas, y todos los cargos de elección popular que se elegirán en el próximo proceso electoral, que no es más que un monumental fraude, respaldado por los legisladores morenistas en la Cámara de Diputados y de Senadores con ayuda de los corruptillos del Partido del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista (PVEM).
Y así podemos contar un escándalo en cada día del gobierno morenista, hasta llegar al día en que se da a conocer el plagio y falsificación del trabajo de tésis que en su momento presentó la actual ministra Jazmín Esquivel, preferida de AMLO para ocupar la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que le garantizaría jurídicamente la presidencia de la República.
Desde mi personal punto de vista, no nos podemos equivocar de nuevo. Es claro que con todos estos actos de corrupción no hay ninguna garantía para asegurar que a los mexicanos nos irá mejor si Morena repite en el Gobierno federal. Nos llevaría un buen tiempo para despertar de la pesadilla que representa este movimiento político que continúa destruyendo al país, y no solo por la falsedad de las demagógicas frases de AMLO, escogidas de antemano para confundir a los mexicanos que siguen apoyándolo, sino porque la realidad se ha encargado de demostrar que es un gobierno de ignorantes, corruptos y demagogos.
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