El Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PEF) será analizado, discutido y, en su caso, aprobado a más tardar el 15 de noviembre con la participación de las fracciones parlamentarias que integran la LXV Legislatura.

 El PEF estima que el gasto neto programable para el próximo año ascenderá a 5 mil 958 millones 256 mil pesos, es decir, casi seis billones de pesos. Este techo presupuestal implica un crecimiento de 8.1 por ciento, en términos reales en comparación con 2022, lo que hace notar que la inversión federal en el ramo educativo es menor a la que el gobierno destina a otras obras y actividades. Es urgente que en el PEF 2023 se priorice el tema educativo en los estados más pobres y rezagados.

Los recursos económicos que contempla el Paquete Económico 2023, destinados al sector educativo en México, así como a las actividades científicas y tecnológicas hacen dudar que, estas actividades sean una prioridad de política pública para la 4T. El año que se avecina los funcionarios de Morena continuarán sin modificar su tendencia al estancamiento educativo y tecnológico, que han mostrado desde el inicio de su gestión. Maestros y estudiantes estamos en contra de que el aumento del presupuesto para educación sea con objetivos clientelares y que no atienda los graves problemas de infraestructura que las escuelas presentan debido a la inactividad del periodo por confinamiento a causa de la pandemia por Covid-19 y al abandono por parte de funcionarios educativos en virtud de que estuvieron vacías y no se les dio mantenimiento ni arreglo previo al inicio del nuevo ciclo escolar.

El 0.25 por ciento del gasto público del año próximo se destinará a la atención de la primera infancia, mientras que para pensiones será el 19.8 por ciento del total del Presupuesto de Egresos señala el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).  La propuesta de Paquete Económico 2023, deja de lado el bienestar de jóvenes y las nuevas generaciones al destinar una mayor proporción de recursos del presupuesto público a pensiones, frente a recursos para niñez y juventud. 

Por otro lado, se incrementan las deudas y no impulsan alguna reforma para mejorar la recaudación de ingresos tributarios, ni mayores recursos para la inversión e impulsar la economía. Los gastos para la atención a la población adulta mayor aumentarán en 12.8 por ciento, mientras que el gasto para educación sólo crecerá 4.5 por ciento respecto a 2022. En salud el gasto subirá 4.2 por ciento lo que ayudaría a incrementar el gasto per cápita en IMSS, ISSSTE y Pemex, pero el gasto para la población sin servicios de salud se reduciría en 2.1 por ciento, lo que representa un perjuicio para la inmensa mayoría del país que carece de atención médica.

Tratándose del penúltimo año de gestión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de que alguna de sus corcholatas ocupe la presidencia en 2024, no debe sorprendernos en lo más mínimo que, comparado con este año, gastará más recurso de nuestros impuestos en los programas para el bienestar, anteponiendo pensiones para adultos mayores y con discapacidad permanente, así como destinar recurso para sus obras insignias, Tren Maya, Refinería de Dos Bocas. Datos oficiales demuestran que para el siguiente año no habrá cabida para enfrentar los problemas y mucho menos para el alcance de una mejor educación.

Dar favores por medio de protección social es corromper a la sociedad, condicionándola a tener dinero, sin realizar un esfuerzo para obtenerlo y no por consecuencia directa de la situación en la que se encuentran, sino por decisiones que no han ayudado a poder salir del estado de pobreza que tiene un individuo, esto es una condición que AMLO criticó mucho antes de que llegara a la presidencia y hoy ha olvidado. El presupuesto 2023 de la 4T es corrupto porque rompe el entorno familiar al salir más emigrantes a los más humildes los hace depender de algún programa social y solo apostar a crecimiento económico sin intervenir en el desarrollo.

Los recursos que contempla el Paquete Económico 2023 resultarán insuficiente para cubrir las necesidades del gasto público y atender los rubros sociales de educación, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el organismo privado pertenece al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y calificó el optimismo del gobierno de la 4T sobre la forma de cómo elaboró el proyecto presupuestal para 2023, puesto que preocupa la sostenibilidad de las finanzas públicas bajo pronósticos alegres.

Aunque el programa fiscal para 2023 lo ve factible, existen diversos riesgos que, de materializarse, podrían llevar a la necesidad de recortar algunos gastos y que seguramente no serán los prioritarios para AMLO. Al igual que el año pasado los más beneficiados serán los que están cerca de las esferas del poder político, mientras que las obras públicas de infraestructura como educación, son deudas pendientes que se agudizarán mientras la 4T continúe al frente del país.