El Instituto Tecnológico de Tecomatlán (ITT) lleva más de 30 años laborando. Es una de las pocas oportunidades de prepararse profesionalmente para miles de jóvenes que viven en las zonas más marginadas del país: la mixteca poblana, la montaña en Guerrero y la mixteca oaxaqueña. En estas regiones muy pocos jóvenes logran estudiar una carrera universitaria. Los jóvenes que debieran estar cursando sus estudios de nivel superior se ven afectados por la nula oferta educativa que existe en sus comunidades, por lo que muchos de ellos deben salir a otro estado o municipio en busca de un lugar dónde poder estudiar.
Estos municipios son, en su mayoría, comunidades rurales o pueblos indígenas que dependen económicamente de actividades como la pequeña agricultura o el comercio de artesanías. El miserable ingreso que dejan estas actividades obliga a que los hombres y mujeres en edad de estudiar a buscar un trabajo mejor pagado y no a terminar una carrera universitaria. Sabedor de las condiciones en que viven estos jóvenes, el ITT ha generado las condiciones necesarias para darles alojamiento, alimentación y educación, egresando así, a generaciones de profesionistas que el día de hoy contribuyen activamente al desarrollo de sus comunidades.
¿Cómo ha sido posible esto? La importancia del ITT en este proceso educativo no se puede explicar sin tomar en cuenta las condiciones históricas en las que se ha desarrollado y el gran avance académico que ha tenido la escuela. Desde sus inicios, la institución ha trabajado de la mano con el municipio de Tecomatlán, principal precursor de la educación, con el respaldo brindado por los tecomatecos y por el Movimiento Antorchista Nacional. Esto ha permitido al ITT brindar una carrera universitaria a los adolescentes de escasos recursos económicos. El éxito obtenido hoy en día, no sólo se puede comprobar visitando las instalaciones del ITT, sino también los datos estadísticos.
En 2018, el Tecnológico Nacional de México (TecNM) publicó un estudio que mostraba que del ciclo escolar 2012-2013 al 2018-2019 el ITT recibió y educó a 5 mil 901 estudiantes en las carreras de Ingeniería en Agronomía, Ingeniería en Gestión Empresarial e Ingeniería en Sistemas Computacionales, la primera acreditada en el 2019 y las otras dos en proceso de acreditación para este 2021. Un dato más, la mayoría de los graduados del ITT provienen de comunidades marginadas como Metlatónoc, Huamuxtitlán, Zapotitlán Tablas, Olinalá, Tlapa de Comonfort en Guerrero y Huajuapan de León, Tlaxiaco, Putla, Santo Domingo Yosoñama, Santiago Yosunda, Chalcatongo de Hidalgo en Oaxaca.
Los logros académicos del ITT lo colocan entre los 26 mejores tecnológicos del país, de un total de 254 instituciones tecnológicas; ha obtenido reconocimientos nacionales e internacionales, como el recibido en 2019 por la Organización Continental de Excelencia Educativa (ORCODEE), quien otorgó el “Certificado de Calidad Educativa”. Hasta hoy, es el único instituto del Tecnológico Nacional de México que ha recibido esta distinción, lo que lo cataloga como Institución Bandera en el país y una de las mejores 100 instituciones de América Latina y el Caribe. Además, incursionó en la conquista de la Certificación de su sistema de Gestión de Calidad, por parte del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación obteniendo exitosos resultados. El nivel académico resultante es el trabajo conjunto de cientos de jóvenes y docentes pertenecientes a los municipios antes mencionados.
La infraestructura con la que cuenta recibe año con año a cada vez mayor número de estudiantes de nuevo ingreso. La Villa Estudiantil, como se le conoce a su internado, tiene capacidad para albergar a toda su matrícula, eso sin mencionar a los moradores de otras escuelas del municipio. El plan educativo del tecnológico ofrece también talleres deportivos y culturales totalmente gratuitos para que los estudiantes puedan emplear su tiempo en actividades de provecho y enriquecedoras.
La formación de hombres capaces de transformar la situación de pobreza en que viven sus familias surge del plan de estudios que ofrece el ITT. Nadie ha logrado lo que el pueblo organizado de Tecomatlán consolidó con la fundación de una universidad de calidad internacional. El trabajo conjunto de la comunidad y la institución contribuyen a que siga posicionándose como una alternativa real para todo aquel que no puede mantener una carrera universitaria en las grandes ciudades del país.
Este desarrollo debe continuar y expandirse a todas las comunidades marginadas, pero sólo se logrará con el trabajo colectivo de todos los que durante generaciones han impulsado al ITT. Varios de los docentes fueron alumnos de la institución y ahora laboran con la convicción de llevar al ITT a su máximo desarrollo como escuela de nivel superior. Dejar en manos de agentes externos la elección del nuevo director sin tomar en cuenta la planta docente, puede poner en peligro el objetivo fundamental del Tecnológico de Tecomatlán: brindar una educación de calidad a los miles de hijos de campesinos pobres de la región y el país.
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