Era de esperarse el exagerado festejo para la inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), una de las obras emblemáticas de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que también es una de sus promesad de campaña y uno de sus caprichos.
El AIFA es el primer megaproyecto que AMLO entrega al país, pese a que el 40 por ciento de su construcción no ha sido terminada. Las aerolíneas, los servicios, los establecimientos y demás requisitos básicos para un buen funcionamiento tampoco están concluidos ni formalizados. A AMLO lo que le urgía era entregarlo a como diera lugar.
Así como en los otros proyectos emblema del loperobradorismo, el AIFA también tuvo que recibir más recursos de los presupuestados al inicio de 2019; y es que, durante el tercer informe de gobierno, en 2021, AMLO aseguró que el aeropuerto sería construido con menos de 80 mil millones de pesos; sin embargo, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, retomados por el portal Expansión, se han ejercido 104 mil 531 millones de pesos, sin tomar en cuenta los recursos ejercidos en ese proyecto en lo que va de 2022; es decir, es 23 por ciento más de lo prometido. ¿Recuerdan que el argumento para cancelar el de Texcoco fue porque era muy caro y había que ahorrar?
El presidente también aseguró que con esa cancelación se lograron ahorrar 120 mil millones de pesos, aunque ya vimos a dónde se fueron los recursos. Pero no es todo, la suspensión del proyecto en Texcoco que, según el mandatario, iba a ser funcional hasta 2025 nos ha salido más caro debido a que se han gastado 331 mil 996 millones 517.6 mil pesos, o sea un 232 por ciento mayor a lo previsto.
Insisto, este gobierno no es austero para sus intereses, pero sí para el pueblo pobre de México del que se ha valido para justificar todos los megaproyectos por el bien de México.
Ahora, después de esta entrega a medias del aeropuerto, en materia de transporte ¿qué le dan para el pueblo que iba a recibir justicia, ahora sí? Pues para los pobres de México la austeridad sí que se tiene que aplicar.
En artículos pasados hablamos sobre el proyecto del trolebús que se construirá en la zona oriente para el uso de más de 3 millones de personas que diariamente se trasladan de los municipios conurbados a la CDMX para trabajar o estudiar. Dijimos que el proyecto fue cambiado en su totalidad por un transporte, no despreciable, pero que no responde a las necesidades de toda esa cantidad de población que diario pierde gran parte de su vida en los traslados que van de las dos horas en el trayecto o más.
Para este sistema de transporte, que en un inicio sería metro, se destinaron únicamente 3 mil 700 millones de pesos para la construcción del Trolebús Chalco - Santa Martha, Chalco - Tlahuac entre otros transportes masivos.
Tres mil millones, comparados con los más de 104 mil que se han invertido en el AIFA, son una burla para quienes vivimos en esta parte del Valle de México.
Por qué para las inmensas mayorías se les sigue aplicando el recorte presupuestal en obras y servicios y para los caprichos presidenciales todo el dinero que demanden, aun cuando éste deje sin una buena calidad de vida a millones de mexicanos.
Una vez más se demuestra que la narrativa de una obra del pueblo no es precisamente un aeropuerto, una refinería o un tren maya. Que las prioridades no están en aquellos a los que se les prometió justicia. La prioridad sigue siendo mantener la popularidad del presidente Andrés Manuel ante el descenso de aceptación por parte de los mexicanos.
Pero ojo; si se sigue menospreciando a quienes le brindaron la confianza y en espera de esa justicia ¿a qué pueblo va a querer impresionar? Lo que sucederá será todo lo contrario.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario