Acabar con la corrupción y primero los pobres fueron el slogan de campaña de López Obrador quien a casi tres años de asumir la presidencia de la república se le ha olvidado lo prometido y es que cae más rápido un hablador que un cojo como reza el refrán.
Y es que en últimas fechas se ha ganado que políticos ecologistas y defensores de los derechos humanos lo tachen de conservador, con falta de juicio y con su discurso monotemático que no ayuda al desarrollo del país; y es que no hace falta analizar a profundidad solo basta con echar una mirada a nuestro alrededor para darnos cuenta que estamos peor que en gobiernos anteriores.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el documento de la segunda parte de los informes de fiscalización de la cuenta pública de 2020, que entregó a la Cámara de Diputados, correspondiente a los programas de la secretaría de Bienestar, destacó que se otorgaron en 2019 y 2020 pagos por $66,000 pesos a 19 personas después de su fecha de fallecimiento; apoyos por un importe de $7,068,800 pesos a 114 madres, padres, tutores y a 1,293 niños sin contar con la CURP, requisito para ser parte del padrón de beneficiarios. Así mismo se hizo entrega de 470 mil pesos a 278 niños que rebasan la edad límite establecida en las reglas de operación, lo que deja claro que la Secretaría de Bienestar carece de una metodología que verifique el destino de esos recursos.
Por otro lado la auditoria consideró que el proyecto de la nueva refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, no transparenta el destino de los recursos que se le otorgan, pues en la auditoría practicada a Dos Bocas, se detectaron irregularidades y evidente falta de transparencia, pues la filial PTI Infraestructura de desarrollo, encargada de la obra no cumple con los informes trimestrales, para conocer la situación financiera y de control de proyecto, ni permite identificar los recursos que en él se gastan.
Creo que para juzgar al prójimo primero como dice el refrán “el buen juez por la casa empieza” y es que antes de señalar a los demás, López Obrador tiene que revisar que en su gobierno todo esté en orden y no halla errores pero es mucho pedir, ya que desde que asumió el cargo no se ha visto algún acierto sino todo lo contrario, aumentó la pobreza, la corrupción, la inseguridad y un total fracaso el combate al crimen organizado. Para poder juzgar primero tiene que revisar que los proyectos y programas de su gobierno sean ejemplo de transparencia, pero ya vemos que no es así.
Pero eso sí alimenta su ego en cada mañanera, en la supremacía moral que pregona y que sabemos que es falsa y por consecuencia su hipocresía, su actitud demagógica, su falta de congruencia en lo que dice y hace, su dogmatismo que le hace creer que tiene la verdad y es única, utilizando la manipulación y toda la sarta de mentiras que todos los días no se cansa de repetir.
Andrés Manuel López Obrador, los mexicanos ya estamos hartos de sus mentiras, en lugar de buscar tres pies al gato debería preocuparse en serio por buscar soluciones a todos los problemas que enfrentamos como la inseguridad, la violencia y la pobreza en que vivimos millones de mexicanos, en lugar de crear proyectos por pura ocurrencia y por los que hemos pagado un costo muy alto. Si en verdad le importaran los pobres no se molestaría porque se manifiesten para luchar por conseguir mejores condiciones de vida.
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