El gobierno estadounidense y la prensa imperialista de todo el mundo atacan permanentemente al Partido Comunista de China acusándolo de mantener un régimen dictatorial que viola los derechos humanos de su población. Sin embargo, todos los indicadores disponibles señalan que el Partido Comunista de China ha tenido éxito en la tarea de lograr una gobernanza que le permita al pueblo chino vivir mejor.
El 19 de enero se presentó el Barómetro de Confianza de Edelman 2022, una encuesta sobre confianza que la agencia estadounidense Edelman realiza desde hace 20 años en países de todo el mundo. De acuerdo con este informe, el 91% de la población china confía en su gobierno, mientras que en Estados Unidos solo el 39% lo hace. Comparando el informe de 2022 con el de 2021, el porcentaje de chinos que confía en su gobierno aumentó en 9 puntos; en el caso de los estadounidenses, la confianza en su gobierno cayó en 3%. El pueblo chino confía cada vez más en su gobierno, mientras el estadounidense desconfía cada vez más del suyo.
En 2020, la Universidad de Harvard publicó el estudio “Entendiendo la resiliencia del Partido Comunista de China: encuestando la opinión pública china a través del tiempo”. El estudio consistió en 30 mil encuestas que se realizaron entre 2003 y 2016 para conocer el grado de satisfacción que tenía la población china respecto a su gobierno. El resultado fue que de 2003 a 2016 la población satisfecha con el gobierno central pasó del 86% al 93%; los autores del estudio concluyeron que “los ciudadanos chinos califican a su gobierno como más capaz y efectivo que nunca”. La satisfacción no solo aumentó respecto al gobierno central, sino también en el nivel local, distrital y provincial. En todos los niveles, cada vez más gente está satisfecha con la gobernanza del Partido Comunista.
El citado estudio de Harvard señala que uno de los factores que influyen en la evaluación de la población china sobre su gobierno son los cambios en su bienestar material. China no solo ha tenido un crecimiento económico sin precedentes en la historia, sino que también ha desplegado eficientes campañas contra la pobreza. En 2020, Xi Jinping anunció que China había logrado el objetivo de erradicar la pobreza extrema, lo que significó sacar de esa situación a 770 millones de personas. La riqueza que ha creado China con su poderoso crecimiento económico no se ha quedado solo en las manos de las familias más ricas, sino que el Partido Comunista ha logrado que impacte positivamente en las familias más humildes.
Uno de los episodios que mejor muestran el éxito del Partido Comunista en la gobernanza es la forma en la que controló la pandemia. A pesar de que China es el país más poblado del mundo, y al mismo tiempo el país donde se detectaron los primeros brotes de Covid-19, el gobierno chino presume uno los mejores resultados del mundo en lo que se refiere a número de contagiados y decesos. Mientras en Estados Unidos se registraron 70 millones de contagiados y 864 mil fallecimientos hasta el 21 de enero de 2022, en China solo se registraron 118 mil contagios y 4,850 muertes. Si consideramos sus respectivas poblaciones, esto significa que el 20% de la población estadounidense se contagió, mientras que solo el 0.01% de la población china lo hizo. Por si fuera poco, la economía china fue la única que creció en 2020 (2.3%) y en 2021 recuperó las altas tasas de crecimiento pre-pandemia (8.1%).
Lo anterior no significa que el Partido Comunista no tenga áreas que mejorar en la gobernanza de China. La desigualdad económica, el desequilibrio en el desarrollo entre las regiones costeras y el norte, y la extrema explotación del medio ambiente, representan tres de los problemas que el Partido Comunista debe resolver en el corto plazo.
En resumen, la población de China no considera que se encuentre bajo la dictadura del Partido Comunista ni percibe que el estado chino viole sus derechos humanos. Todo lo contrario. El cumplimiento de sus derechos ha llevado a la población a sentirse cada vez más satisfecha con su gobierno y a que confíe cada vez más en el Partido Comunista.
Para terminar, es necesario señalar que las acusaciones del gobierno estadounidense y la prensa imperialista contra China sí aciertan en algo, y es el hecho de que el sistema político occidental es diferente del sistema político chino: mientras el uno es una democracia liberal en crisis, el otro es una vibrante democracia socialista.
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