… dio su Tercer Informe y Sonora está peor. La realidad es inocultable, por más que él finja lo contrario. Aunque el simulador presidente vino aquí varias veces a prometer un gran cambio, los recientes datos del Coneval, aunque estén muy maquillados, son una prueba contundente de que sus declaraciones en sus visitas a Sonora han sido meros simulacros. En Sonora, según el Coneval, en 2018 teníamos 775 mil pobres; en 2020 ya eran 885 mil personas, es decir, con AMLO 110 mil sonorenses más cayeron en situación de pobreza. Ahora es pobre uno de cada tres sonorenses. Pero según otras fuentes no maquilladas debemos andar en dos pobres por cada tres sonorenses (eso sin lo que se acumule en 2021). Estos son datos duros, que contradicen la abundante simulacra virtutis -la apariencia de verdad-, que usa el falseador de Palacio Nacional como su forma natural de ser. No son invenciones nuestras ni ganas de hacerle quedar mal, no es necesario, se basta por sí solo para mentir. Estos son sus propios resultados sintetizados, que él intenta negar y procura distraer al pueblo de razonar sobre ellos inventando combates tintánicos -a la manera de las películas del cómico Tin Tan-, pues, esperando que fije usted su atención en ellos y no en lo esencial.
Con la Cuarta Simulación 40 mil sonorenses más viven ahora en pobreza extrema, superando las 100 mil personas en el estado. Comparando con los estados de la frontera norte, Sonora aumentó sus niveles de pobreza en14.3%; la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos aumentó 76.7%, pasando de 168 mil personas en 2018 a 298 mil personas en 2020. Hay hambre en Sonora, literalmente, eso quiere decir que crece la base social de la protesta, y la simulación le echa gasolina al fuego.
La población con carencia por acceso a servicios de salud aumentó en 61.8%, y pasa de 366 mil personas en 2018 a 593 mil personas en 2020. El especialista en apariencias -ya sabe usted quién-, no puede borrar con nada a 226,800 personas que se suman a los sonorenses que no saben cómo curarse ni tienen con qué. Antes de AMLO entre 8 y 9 sonorenses de cada cien tenían escasos o nulos servicios de salud; con AMLO ya son 20. Pudo, pero no quiso, meterle recursos y velocidad a la construcción del nuevo hospital regional en Hermosillo, para que estuviera listo para atender a tanta gente enferma no sólo de covid, sino de un montón de males que se han agravado porque las pocas clínicas y hospitales públicos no tratan más que la pandemia (no nos extenderemos aquí hablando acerca de la mala infraestructura hospitalaria, la carencia de medicinas y las ineficacias del Insabi, porque sabemos que usted lo da por cierto). Retrasar la inauguración y consecuente puesta en marcha del nosocomio, que ya tenía asignado un presupuesto para su construcción desde antes de AMLO, hasta que sean tiempos políticos convenientes, aunque los enfermos agraven sus males, son algunas consecuencias concretas del fingimiento.
Según los datos del Coneval-Cosmetics, 59 mil 945 sonorenses adultos mayores de 60 años viven en pobreza, lo que representó una sexta parte del total de esta población, y sólo cerca del 15% tiene un empleo, es decir, de 358 mil 374 son adultos mayores de 60 años, sólo 53,756 tendrían un empleo. Más atropellos de la mascarada.
El fingidor disimuló, aparentó y encubrió mintiendo indiscriminadamente para que la población sonorense no opusiera resistencia cuando la horda de la 4T le quitó programas sociales como Apoyo a la Vivienda, operado por Sedatu; el de Atención a Jornaleros Agrícolas, de Bienestar; el de Empleo Temporal, de Bienestar, SCT y Semarnat; los de guarderías infantiles para madres trabajadoras y refugios para mujeres acosadas; el de Comedores Comunitarios, de Bienestar, el de Apoyo a la Comercialización, de Sader; el de Formación de Recursos Humanos basada en Competencias, de la SEP; el de Apoyos para la Protección de las Personas en Estado de Necesidad, de Salud, el de Consolidación de reservas Urbanas, de Sedatu y el de Inclusión Digital, entre otros. Destruyó fideicomisos, quitó recursos a municipios que ni para tapar baches tienen, como Guaymas o el poblado Miguel Alemán. El motivo de la simulación: la corrupción. Pero todo simulador es inconsecuente, porque hay una contradicción entre lo que pretende hacernos creer y lo que en realidad es. Para más pruebas allí están sus hermanos recibiendo sobre amarillos repletos de dinero, su prima recibiendo contratos de Pemex y del Gobierno de Tabasco, las espeluznantes denuncias contra sus funcionarios, sus servidores, y sus repugnantes pleitos partidarios.
Ni siquiera en lo que más presume el fingidor hay algo de verdad: hablando de inseguridad, sólo en el periodo de enero a julio del 2021 se registraron mil 152 asesinatos en nuestra entidad. (según los datos proporcionados hace 15 días en la nota Sonora, de los estados más violentos de México; registran más de mil homicidios en el 2021, Tribuna). ¿Se acuerda usted que la 4T ponía 100 mil homicidios dolosos en México como una cifra imposible de alcanzar en los seis años de AMLO y algo que no se podía permitir? Pues ya casi los alcanza ¡a los tres años! y al paso que vamos superará los 200 mil. Más simulaciones. Para poner remedio a este mal AMLO militariza y convierte a Sonora en una zona policiaca: la nota de El Sol de Hermosillo “La 4T despliega más militares que durante la guerra contra narcos”, del 10 de agosto pasado, denuncia que nuestro estado pasó de 200 policías federales antes de AMLO a 2,793 elementos de la Guardia Nacional. Es decir, exactamente lo contrario de lo que dijo que no haría (vea aristeguinoticias.com del 4 de enero de 2018 y del 15 de agosto del mismo año).
Pero por si eso fuera poco, el portal animalpolitico.com, del 31 de mayo de 2021 en la nota “Guardia Nacional viola su propia ley: más del 90% de sus elementos no están certificados”, denuncio que más del 90% de los elementos de la GN que hoy están desplegados en el país no cuentan con el certificado que avala que tienen las habilidades, conocimientos y aptitudes suficientes para realizar de manera segura y eficiente su labor como policías; eso significa 2,514 de los destacados a Sonora. El portal mencionado añade: “Se trata de una violación a la ley de la propia Guardia Nacional que había establecido un plazo de dos años (a partir de su creación, aclaro, LMLA), el cual culminó el pasado viernes, para que el 100% de sus efectivos fueran evaluados y certificados como aptos. Pero hoy 9 de cada 10 no lo están… De los 101 mil 746 elementos en activo en dicha corporación, solo 10 mil 396 elementos… cuentan con el Certificado Único Policial (CUP), y que equivalen al 9.9 por ciento del total de los efectivos…”. A pesar de todo lo anterior y del tan cacareado Plan Nacional de Paz y Seguridad de AMLO, el portal sinembargo.com en la nota “Narco: El mapa criminal”, por Ricardo Ravelo, del 19 de marzo de este año, proporciona pruebas de que en Sonora, a pesar de todos los discursos y del tiempo transcurrido, la red de los cárteles permanece intocada. ¿Entonces? El viacrucis de las madres buscadoras, interminable y cada vez mayor, con espeluznantes hallazgos, nos recuerda la pregunta: ¿y a qué hacer ante tanta simulación?
Lo primero y urgente es organizarse de manera independiente y luchar por establecer en nuestro país un gobierno de auténticos representantes del pueblo, en el que todos los sectores progresistas estemos representados. Organizarse y estudiar son las propuestas básicas de Antorcha y luchar por nuestra propuesta de país. Lo invitamos a conocerla en Nuestro Proyecto de Nación - Movimiento Antorchista Nacional . Y si quiere usted echar una platicada sobre eso, nomás diga, que estamos a la orden; eso sí, con franqueza y sin simulaciones palaciegas.
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