En México todavía existen 5.4 millones de analfabetas, 10 millones de personas que no concluyeron la primaria y 16.4 millones que no terminaron la secundaria, todos ellos en rezago educativo. Además, de acuerdo con el “Reporte de Competitividad Global 2020-2021”, elaborado por el Foro Económico Mundial, la calidad de la educación básica en México ocupa el lugar 118 de 144 naciones clasificadas.
El reto de lograr una educación de calidad supone también la consideración de aquellos factores que tienen que ver con el ámbito escolar, el “Panorama de la Educación 2020”, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), afirma que en México tenemos problemas en cuanto a la infraestructura educativa; por ejemplo, dice, el 25 por ciento de las primarias y secundarias del país trabaja en instalaciones adaptadas para dar clases, no en inmuebles construidos con ese fin. El 36 por ciento de las escuelas carece de drenaje. El 24 por ciento no tiene agua de la red pública. El 10 por ciento no cuenta con baños. El 8 por ciento no posee energía eléctrica. El 15 por ciento no tiene sillas para los alumnos. El 10 por ciento carece de pizarrón. El 40 por ciento de las escuelas carece de computadoras y el 61 por ciento no tiene acceso a internet. ¡Datos duros para el estudiante mexicano!
Pero, ¿A qué viene todo esto? ¿Para qué sirven los datos mencionados? Nuestro país atraviesa una dura época social, vivimos en el tiempo que ir a solicitar mejores condiciones educativas a las dependencias gubernamentales correspondientes es un eterno viacruces e inciertas respuestas, así ha quedado plasmado en un sin fin de ocasiones en donde los jóvenes y maestros organizados en la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) y en Antorcha Magisterial (AM) acuden y solicitan mejores condiciones materiales para realizar su labor educativa, ¿qué respuestas han obtenido? Ninguna que resuelva su lacerante situación.
Las demandas que enarbolan la FNERRR y AM son justas, necesarias, apegadas al marco legal, por eso que no vamos a desistir hasta lograr mejorar las condiciones educativas del país, los que buscan un porvenir más luminoso son siempre los más atacados y calumniados por aquellos que ostentan el poder político en turno, pero sin duda, más temprano que tarde seremos participes en la construcción una nueva sociedad.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario