El pasado 23 de marzo se cumplieron 27 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, político mexicano que fuera el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de México en el año 1994, el crimen que sacudió a la nación sucedió en Lomas Taurinas, en la ciudad de Tijuana estado de Baja California, hecho que sigue en la memoria de millones de mexicanos.
Lamentablemente su proyecto quedó pendiente, por su prematura partida no pudimos saber qué cambios pudieron lograrse con sus planteamientos, hoy se habla mucho del legado político del sonorense quien introdujo y resaltó el concepto de “desarrollo social”, por lo que esto fue un parteaguas en la visión de las políticas de estado de la época moderna de México.
A pesar de su corta vida, Colosio ocupó varios cargos y en su desempeño siempre destacaba por su carisma y fluidez al hablar. Fue coordinador general de la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari, quien lo impulsó para ser diputado, luego como senador de la República, también fungió como oficial mayor y presidente del Comité Ejecutivo Nacional de su partido (PRI), entre otros cargos.
Sus discursos se centraban en “la cultura del esfuerzo y no del privilegio”, de su preparación académica destaca como egresado de la carrera de economía por el Instituto Tecnológico de Monterrey, cursó la maestría y doctorado en Desarrollo Económico Regional en la Universidad de Pennsylvania, colocándolo como un profesional de la política mexicana.
En el año 1994 y en la fecha fatídica ocupaba el cargo de Secretario de Desarrollo Social (Sedesol), desde esa plataforma logró ser candidato a la Presidencia de la República. Por lo dicho, millones de mexicanos sí creían que Colosio Murrieta iba a transformar a México pues tenía una gran capacidad académica y una carrera política en ascenso.
Y respecto a la pobreza, quedaron grabadas sus palabras pronunciadas el 6 de marzo de 1994, cuando se celebraba el aniversario del PRI en el Monumento a la Revolución cuando dijo: "veo a un México con hambre y sed de justicia”. A 27 años de su ausencia y al hablar de su legado se debe evaluar qué tanto ha cambiado el México que describió en su discurso desde aquella fecha hasta con la llegada de Morena al poder donde ha incrementado la miseria y no llega la justicia social.
Por eso es oportuno rescatar su visión, porque más allá de la entrega de dinero por parte de la federación a través de los programas sociales y que a cerca de tres años de ejercicio el pueblo “con hambre y sed de justicia” sigue esperando un cambio profundo que modifique las condiciones de desigualdad social del país.
Los antorchistas coincidimos en este planteamiento y además no nos conformamos con saberlo, sino que cada día llamamos al pueblo a organizarse y a luchar porque disminuya al menos la brecha de la desigualdad.
Con nuestra acción contribuimos a preservar las libertades e impulsar la vocación social de las instituciones, somos conscientes que para eso se requiere de honestidad, de conocer la realidad y dedicarse de forma permanente a resolver las necesidades de los que menos tienen, pero para lograr un cambio real este debe ser impulsado por el pueblo trabajador liderado por hombres inteligentes como lo fue Colosio.
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