La pobreza en México se ha incrementado. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer que en México hay 3.8 millones de pobres, casi 4 millones de mexicanos han tenido más dificultades para comprar los bienes y servicios de la canasta básica. También se sumaron 2.1 millones en situación de pobreza extrema, los pobres son la mayoría en el país. Hay tres carencias que se han incrementado: salud, alimentación y educación. Más de la mitad de los mexicanos ganan menos de 7,500 pesos al mes, de acuerdo con los datos de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a finales de 2020, el 60.7% de los trabajadores mexicanos gana entre uno y dos salarios mínimos, que equivalen a 3696 y 7393 pesos mensual en la economía formal. Por otra parte, no se han generado empleos, los datos del Grupo Financiero MONEX, han señalado que la brecha de recuperación del empleo aún es amplia debido a que hacen falta 587,000 plazas para igualar los niveles antes del confinamiento y 777,000 para alcanzar el último máximo que se registró en noviembre de 2019. Mientras que los precios de la canasta básica subieron en un 5% anual en el mes de mayo, teniendo un promedio de 1778.98 pesos en las zonas urbanas del país, mientras que en las zonas rurales es de 1360.83. Dicha canasta básica se compone de: huevo, aceite, tubérculos, verduras, legumbres, frutas, azúcar, bebidas, carnes, pescado y cereales.
Con estos datos alarmantes que son cifras de instituciones oficiales claramente se percibe que en México existe una crisis económica; desde que inicio el Gobierno de la 4T no hay mejores condiciones de vida para avalar positivamente a este gobierno. En México, las políticas económicas no son las adecuadas, a casi la mitad del sexenio, no hay resultados que beneficien a la clase trabajadora del país. La pobreza aumentó considerablemente, estamos hablando de millones de personas en esta situación, la cual se refleja en muchas actitudes emocionales en las familias mexicanas. Por ejemplo: angustia, desesperación y violencia. Muchos mexicanos al ver que no se les resuelven sus problemas materiales optan por buscar las opciones más inmediatas para obtener dinero e incluso sacrifican su vida con tal de mantener a sus familias. El principal problema que tiene nuestro país es la pobreza y no la corrupción como dice el presidente. Su diagnóstico ha sido equivocado y por eso estamos en una terrible situación de crisis económica; el gobierno de la 4T no está a la altura de las circunstancias, se necesita un Estado fuerte que regule gran parte de las actividades económicas, pero no lo tenemos, en su lugar contamos con la figura deteriorada de un presidente caprichoso y mentiroso que no escucha, ni observa y mucho menos siente los terribles problemas por los que atraviesa el mexicano. Él, desde su palacio, se miente así mismo, queriendo aparentar algo que no es, como encarnar la figura de Benito Juárez, pero en los hechos, el país va en un retroceso en todos los ámbitos. Existe crisis generalizada, en materia educativa, deportiva, social, cultural, política, etc.
Para combatir la pobreza se debe repartir mejor la riqueza, es un principio básico; sin embargo, las políticas de la 4T siguen manteniendo el privilegio de los poderosos, pero para la clase trabajadora la situación es cada vez más difícil, son ellos los que sufren el día a día las terribles condiciones de una economía raquítica, muchas familias que pertenecían a la clase media, ahora están engrosando las filas de la pobreza, no se han recuperado los empleos, los precios de la canasta básica se han incrementado, los salarios son muy bajos, etc. Un país pobre requiere de un Estado fuerte que sepa dirigir la economía de la nación, pero México no lo tiene, solamente, la política gira en torno a una figura desgastada de un presidente mentiroso. Esta situación debe ponernos a reflexionar y ser más críticos, con acciones concretas para exigirle al gobierno de la 4T que le dé solución al problema de la pobreza en el país, sin embargo, ante los oídos sordos del presidente, lo único que resta es seguir luchando, organizando a la clase trabajadora, educándola y politizándola para que sea ella la que tome el poder político y cambie su destino de una vez por todas y para siempre.
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