El mudéjar es un estilo arquitectónico que se desarrolló en la península ibérica durante la Edad Media, especialmente en los territorios de al-Ándalus. Este estilo arquitectónico es una fusión de elementos islámicos y cristianos y es considerado como una de las manifestaciones más importantes de la convivencia entre ambas culturas.
En la Nueva España a partir del siglo XVI se desarrolla para esta parte del mundo, que cuenta en la actualidad con menos testimonios. Sus formas arquitectónicas contienen una secular herencia hispanomusulmana que se mantuvo en América, donde logró, a su vez, desarrollar nuevas formas.
El término "mudéjar" proviene del árabe "mudajjan", que significa "domesticado" o "sometido". Se refiere a los musulmanes que vivían bajo el dominio cristiano en la península ibérica después de la Reconquista. Estos musulmanes conservaron su religión y su cultura, pero también adoptaron elementos de la cultura cristiana, especialmente en el ámbito de la arquitectura.
En México son varias las obras arquitectónicas que pueden verse sobre la base de este estilo y nuestro estado no es la excepción, ya que la antigua entrada de la segunda capital de Chiapas, San Cristóbal de las Casas, tiene evidentemente este estilo, al igual que la pila de Chiapa de Corzo que muestra a su vez a la Corona española.
El mudejarismo se caracteriza por el uso de materiales como el ladrillo y la cerámica (como en las obras antes mencionadas) así como por la decoración geométrica y los arcos de herradura. Estos elementos arquitectónicos se combinan con elementos cristianos, como las bóvedas de crucería y los rosetones.
El resultado es un estilo arquitectónico único y distintivo que refleja la convivencia y la influencia mutua entre las culturas islámica y cristiana. En nuestro estado, debajo de La Corona, descansan también los restos de los indios chiapa que antes de dejar sus tierras en manos de los conquistadores decidieron arrojarse del Cañón del Sumidero, otros quedaron bajo los ladrillos de esta imponente construcción.
El término "mudéjar" proviene del árabe "mudajjan", que significa "domesticado" o "sometido" y se refiere a los musulmanes que vivían bajo el dominio cristiano en la península ibérica después de la Reconquista.
La icónica Corona, hoy emblema turístico, era usada para recordar el dominio español de aquella época. Uno de los ejemplos más destacados del mudejarismo es la Alhambra de Granada, que fue construida durante los siglos XIV y XV, y combina elementos islámicos y cristianos de manera armónica.
La Alhambra cuenta con patios, jardines, salones y habitaciones decoradas con azulejos, yeserías y arcos de herradura. Es considerada una de las obras maestras del mudejarismo y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Otro ejemplo destacado del mudejarismo es la Mezquita-Catedral de Córdoba. Esta construcción, originalmente una mezquita, fue convertida en catedral después de la Reconquista. La Mezquita-Catedral combina elementos islámicos, como los arcos de herradura y los patios ajardinados, con elementos cristianos, como las capillas y el coro. Es considerada como uno de los monumentos más importantes de la arquitectura mudéjar y también ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
El mudejarismo también se puede encontrar en otras regiones de España, como Aragón y Castilla y León. En estas regiones, se construyeron numerosas iglesias y torres mudéjares durante los siglos XIII y XIV. Estas construcciones se caracterizan por su decoración geométrica y sus arcos de ladrillo (así como los que evidentemente se ven en la corona de Chiapa), y son consideradas ejemplos destacados del mudejarismo.
Este estilo tuvo una gran influencia en la arquitectura española posterior, especialmente durante el Renacimiento y el Barroco. Muchos arquitectos y artistas se inspiraron en los elementos mudéjares y los incorporaron en sus obras. Esta influencia se puede ver en edificios como el Palacio Real de Madrid y la Catedral de Sevilla.
El mudejarismo ha dejado un legado duradero en la arquitectura española y sigue siendo admirado y estudiado hasta el día de hoy. En nuestro estado, en su momento fueron también elemento de dominación ideológica; sin embargo, con el tiempo se han convertido en obras arquitectónicas de gran valor y belleza que en nuestro estado destacan.
La fuerza de los grandes indígenas que perdieron su vida antes que la tierra propia, yaciente bajo La Pila, cobra vida en la memoria de los chiapanecos.
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