Desde hace muchos años se ha venido agudizando la falta de vivienda para las familias del campo y la ciudad, esto es producto de que la riqueza se concentra cada día más en unas cuantas manos, las de los dueños de los medios de producción como son las de las grandes empresas, fábricas, dueños que se han apropiado de las mejores tierras de cultivo agrícola y de ganadería; todos ellos alquilan manos para hacer producir a cambio de un salario miserable que apenas alcanza para que no mueran de hambre el trabajador y su familia. Por lo que no le queda para curarse, vestir, calzarse, recreación mucho menos, para tener una vivienda digna, que comprende los servicios básicos de agua, drenaje y electricidad, claro contando que deben tener una casa de material que los proteja de las inclemencias del clima. Mínimamente eso debe tener una familia, pero ¿qué sucede en la realidad?
Las familias del campo tienen una vivienda de material rústico y son contados los que logran tener una casita de material, pero todos viven hacinados y a veces solo con agua y luz en el mejor de los casos, sin carreteras para salir a las zonas urbanas, varios han tenido que emigrar a las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida y veamos qué sucede en las ciudades. Se enfrentan a peores situaciones tienen que buscar casas de renta que a veces no están en posibilidades de pagar, buscar empleo que no es fácil, pondremos ejemplos de Sonora, varias familias del Valle se van a Empalme a Guaymas y tienen que emplearse en las maquiladoras y buscar dónde quedarse por falta de recursos, varias han tenido que llegar a vivir a fraccionamientos de Infonavit que se han vandalizado ya que a los propietarios no les ha interesado ocuparlas o bien porque no pueden seguir pagándolas; los emigrados desde el Valle las habilitan y las habitan ya desde hace más de 12 o 15 años; con la finalidad de regularizar la vivienda y tener algo seguro para la familia se han apersonado a las autoridades de Infonavit, en este caso a los delegados, para plantear el asunto de pagar las casas abandonadas y ahora rehabitadas por ellos y hasta la fecha no se les da respuesta. Vemos que por todos lados la gente humilde está jodida, porque no cuenta con una vivienda digna, algunos con la ilusión que ahora sí les den solución se acercan a los candidatos en turno y cada vez se convencen que todos son lo mismo, como lo manifestó la señora Leonor Vázquez Enríquez, de 80 años de edad, en las pasadas elecciones del 6 de junio que para que votar sí todos son iguales, pero nadie resuelve, la política de todos los partidos es igual: “éste que dijo que iba a resolver y… nada”. Y así es: todos los partidos están cortados con la misma tijera; solo el pueblo organizado y educado puede cambiar su situación y transformar su entorno, por eso los invitamos a que se organicen y luchen con el Movimiento Antorchita Nacional, que plantea cuatro puntos importantes para dar cambios sustanciales en beneficio de las mayorías: Que pague más impuestos el que gane más; empleo para todos, salarios dignos o sea bien remunerados que cubran sus necesidades, que se invierta en obras y servicios de los recursos que el gobierno administra.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario