Dice el autor Boris Polevoi en su obra “Un hombre de verdad” que, “el trabajo en la prensa habitúa a observar atentamente la vida, a buscar el sentido de los fenómenos y a escribir sólo de lo que se conoce bien”, y es precisamente la última expresión la que me motiva a escribir estas líneas.

En los últimos días, con la noticia de que, luego de que el Laboratorio de Análisis de Organizaciones y Movimientos Sociales (LAOMS) informara que Oaxaca tiene la medalla de bronce en manifestaciones, siendo la capital del estado, Juchitán y Salina Cruz, los que destacan en las cifras de protestas, se han generado un sin fin de críticas sobre las movilizaciones, manifestaciones y protestas, quedándose muchos críticos, analistas, columnistas y periodistas en que “Oaxaca detenta el deshonroso tercer lugar en protestas”, generalizando y bajando al mismo nivel a todas las expresiones políticas, sin tener, en muchos casos, sustento las afirmaciones y que acertadamente Polevoi, dijo en su tiempo, se debe conocer bien lo que se escriba antes de entregarlo al público, pues más de una organización, como el Movimiento Antorchista o la misma Coordinadora de Servicios de Salud en Oaxaca (CSSO), han puesto el ejemplo de que sus manifestaciones tienen el sustento de ser demandas genuinas que ni el mismo gobierno a podido desmentir.

Y es que los datos que presentó el LAOMS indica precisamente que entre el año 2012 y 2020, se registraron en México, 20 mil 315 protestas; de las que el 6.86% se suscitaron en Oaxaca. Pero esto no es todo, pues en un 69.7%, se produjo por agravios locales. Así, en el año 2015, la demanda máxima y principal de las protestas fue la cancelación de la reforma educativa, sin embargo, poco a poco esta situación se ha ido generalizando más en el tema de “justicia”, puesto que las demandas por justicia fueron permanentes en el periodo, así, por ejemplo, el 25.42% de las protestas piden la liberación de personas detenidos por sus actividades políticas; y el 22.50% demandan eficacia y eficiencia en la procuración de justicia. Por otra parte, a nivel regional, las protestas se distribuyeron en: la capital del estado con el 37.95%, Juchitán con el 14.94% y Salina Cruz con el 3.46%.

Así pues, debido a que muchos que tienen el poder de la pluma y los medios de comunicación han llevado a la ciudadanía la idea de que el incremento de protestas es algo deshonroso, por mi parte, menciono que los datos antes mencionados nos dicen que lo que en verdad sucede es todo lo contrario, pues ese incremento de protestas, son el claro ejemplo de que la inconformidad social crece en la medida que cada día más oaxaqueños no soportan el verdugo de las carencias sociales, injusticias laborales y falta de justicia.

Sin embargo, a pesar de los mucho que se pueda decir, lo que se pudo notar en muchos rostros de médicos, enfermeros, camilleros y trabajadores en general del sector salud en Oaxaca, en la marcha del día lunes, 13 de septiembre, es la incertidumbre por el despido masivo injustificado al que se están enfrentando, que es resultado de la política de aquel que dijo apoyaría a “primero los pobres” y hoy, ya en el poder, demuestra que sus interés se anteponen a las necesidades verdaderas de los trabajadores, que como bien decía en la pancartas “ayer eran héroes y hoy son desempleados”.

Y es que después de varias manifestaciones segregadas por los diversos sindicatos del sector salud sin resultados y sin ser escuchados por los diversos niveles de gobierno, hoy, se han unido para formar la Coordinadora de Servicios de Salud en Oaxaca, y además han pedido al Movimiento Antorchista, organización con 47 años de experiencia en la lucha social con resultados palpables, su respaldo para unidos defender los derechos laborales y a la importancia de la unión del pueblo. Y es que si bien, lo que demuestra esta unión por la defensa del pueblo ante las injusticias las que todos los mexicanos debemos retomar, pues es solamente esa fuerza social la que rebasará los intereses de los que hoy nos gobiernan.