En esta ocasión quiero, antes que nada, agradecer enormemente a todas las personas que acudieron a algún centro de acopio a ayudar a nuestros hermanos de Guerrero.
Casi un mes de que el huracán “Otis” golpeó Acapulco y zonas de Guerrero, y parece que por ahí pasaron años de conflictos bélicos; autos, casas, edificios, calles, avenidas, en fin, destrucción total. Pero no, no hubo una guerra como tal, fue un huracán de esos que cada año se presentan pero que esta vez vino a dejar al descubierto la frialdad, la insensibilidad y lo poco que le importa al Gobierno de Morena lo que suceda con el pueblo.
Sí, está usted en lo correcto, Morena es la decepción del país.
Ya antes de “Otis” sabíamos de sobra lo insensible de AMLO, de Morena y de todo el proyecto mal llamado “cuarta transformación”. Ahí en Acapulco hay una guerra; el pueblo está luchando con todas sus fuerzas para sobrevivir con nada, porque nada les dejó “Otis” y nada ha hecho en realidad el Gobierno por ayudarlo de forma concreta; la 4T se ha limitado a decir que hay 47 fallecidos pero el pueblo sabe que no es así, ahí hay más muertos y hay desaparecidos. ¿Piensa el Gobierno que al pueblo se le engaña? Ahí hay miles de habitantes entre los que existen niños, jóvenes, amas de casa, ancianos, obreros, que son testigo del momento tan difícil que se está viviendo; difícil y traumático y hay millones en el país que somos testigos de la cruel indiferencia del Gobierno ante el sufrimiento de la gente.
Pero, al igual que otros años y al igual que en otros momentos difíciles que ha padecido la sociedad mexicana, cuando sucede algún fenómeno natural, es el pueblo el que acude a ayudar al pueblo.
Los antorchistas siempre estamos dispuestos a ayudar a nuestros semejantes y desde el momento en que se nos invitó a apoyar nos dimos a la tarea de recolectar víveres que han estado llegando a Guerrero. En ese sentido, los nayaritas nos unimos y haremos llegar nuestro granito de arena que sabemos ayudará a quienes ahora lo necesitan.
Quiero destacar la ayuda noble, sincera y de todo corazón, como decimos los mexicanos, de los obreros, campesinos y amas de casa e incluso de los niños que acudieron a llevar arroz, frijol, material de higiene, etcétera. Son ellos los que le han quitado un kilo de frijol a su despensa, ya de por sí raquítica, para apoyar a los damnificados.
Quienes tenemos poco sabemos las dificultades que se sufren para comer o para curarse, por eso el pueblo acudió rápidamente a ayudar a otros, a miles de otros que nunca ha visto y que probablemente nunca conocerá pero eso no es relevante ante la inmensa necesidad del pueblo.
Ante la desgracia que sucede en Guerrero, ante la indiferencia de Morena, ante la burla de la que somos objeto todos los mexicanos al ver y escuchar en las noticias cómo se expresa AMLO sobre Acapulco, sobre Guerrero y sobre todos los problemas que ahora le corresponde resolver, debemos tomar conciencia y luchar de manera organizada para no permitir más atropellos: no más burlas al pueblo que sufre.
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