En tiempos electorales es común que los políticos lleguen a los lugares más marginados y sin rubor alguno, vuelvan a prometer acciones encaminadas a mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, quienes, con la esperanza de ser escuchados y atendidos sus problemas vuelven a confiar en ellos y emiten el voto por aquel personaje que hizo mejor labor de convencimiento otorgándole el triunfo, que muchas veces, ya estando en el poder, se olvidan nuevamente de dichos compromisos, dejando al pueblo esperando aquella promesa hecha en campaña. En el mejor de los casos se ejecutan algunas obras o se llevan los beneficios en algunos sectores de la población, generalmente en los lugares donde viven los líderes que garantizan el acarreo de los votantes, es decir, varias obras se realizan como pagos electorales, pero la gran mayoría de las obras se destinan para las zonas donde la clase pudiente pide o exige mejorar la imagen o la infraestructura del tipo que sea. En algunas ocasiones se programan obras en las zonas marginadas y se ejecutan en otro lugar, incurriendo en el desvío de recursos, de tal modo que cuando el pueblo solicita alguna obra aparecen como obras realizadas, como por ejemplo la calle Punta Prieta de la colonia Popular de 1989 de la ciudad de Ensenada. Recientemente los vecinos de dicha calle solicitaron al gobierno actual, municipal y estatal, la pavimentación de dicha vialidad y la respuesta obtenida es "la calle ya está pavimentada, no podemos hacer nada, así podemos encontrar varias obras. Es aquí donde el gobierno en turno debería demostrar la diferencia que dice ser; sin embargo, prefiere dejar pasar y ocultar ante la autoridad correspondiente y seguir sosteniendo que la calle "ya está pavimentada", ¿cuál gobierno del cambio? El gobierno actual debería rectificar dichas irregularidades invirtiendo más recursos para las obras donde realmente hace falta, por ejemplo, en la calle citada; sin embargo, la situación es adversa, prefieren sacarle vuelta al problema, para evitarse los escándalos y evidenciar las irregularidades de las administraciones anteriores, ¿será qué tienen cola que les pisen?
Lo cierto es que cada vez hay menos obras de gran impacto, varias de las que se han realizado y de las que se harán, solo sirven para la foto y para propaganda mediática. Cada vez recortan más los presupuestos para obras de vialidad, hidráulica, eléctrica y vivienda para las colonias populares o de las periferias de la ciudad y se enfocan en las zonas donde ya existen obras, de tal modo que donde hace falta se quedan en el olvido; es decir, asumen la misma postura que sus antecesores, que tanto criticaron en campaña. Por ejemplo, para el ejercicio fiscal del año 2019 la SIDURT del gobierno panista, "corrupta y alejada del pueblo", así calificada por el gobierno en turno, programó la cantidad de 581 millones 9 mil 38 pesos, mientras que, para el gobierno del cambio, cuya consigna utilizada fue primero los pobres y después los pobres, para el ejercicio fiscal 2020 la SIDURT programó 512 millones 794 mil 26 pesos, una diferencia de 68 millones 215 mil 012 pesos menos que en administración anterior. Para el año fiscal 2021 el Gobierno morenista, que se dice ser del pueblo, a través de la SIDURT, programó 341 millones 578 mil 985 pesos, 171 millones 215 mil 041 pesos menos que el año pasado, con las cuales se ejecutarán 26 acciones: 9 obras de pavimentación de nueva construcción y 7 son para rehabilitación de vialidades, las 10 obras restantes son rehabilitaciones de obras ya existentes, es decir, no habrá obras de ninguna clase para las colonias populares y de la periferia, nuevamente tendrán que batallar con las vialidades en cada temporada de lluvias, con el agua potable, el drenaje y la vivienda, pues, cada vez más el gobierno va recortando los recursos para infraestructura, de tal manera con el recorte presupuestal los perjudicados son siempre los más necesitados. Es necesario que la SIDURT revire su programa de obras y las destine donde realmente hace falta, es necesario hacer obras de impacto en las colonias populares y de la periferia donde viven las familias que generan la riqueza del estado y del país.
La ciudadanía nos queda reflexionar qué cambios hemos recibido con este gobierno. Preguntémonos ya mejoró el entorno dónde vivimos; ¿ya tenemos agua potable de manera regular o seguimos recibiendo solo aire, ya pagamos el agua potable como se debe o seguimos pagando el aire?; ¿se corrigieron las fugas de agua?; ¿ya tenemos drenaje?; ¿las calles dejaron de ser zanjas en cada temporada de lluvias, sigue igual o ya tenemos pavimento?; ¿se terminó con la inseguridad o seguimos igual?; ¿recibimos apoyos para mejorar nuestra vivienda o seguimos en casas construidas con material de desecho, madera o nylon?; qué cambios nos trajo este nuevo gobierno, es evidente, no podemos ocultar la realidad, la situación ha empeorado. Cada vez va quedando más claro, que los partidos actuales nunca gobernarán para los más pobres, siempre buscarán beneficiar a la clase pudiente y las comunidades o colonias de las periferias quedarán en el abandono, por tal motivo, cada vez cobra mayor vigencia el planteamiento de Antorcha Campesina, el pueblo tiene que aprender a organizarse, educarse políticamente y luchar por la toma del poder político para la transformación del entorno en la que vive. En estas elecciones reflexionemos nuestro voto y emitamos un voto colectivo, de lo contrario siempre seremos engañados.
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