Hace unos días, falleció don David Montalvo Flores, quien durante más de 30 años fue plenista destacado en la comunidad de San Miguel Eménguaro, municipio de Salvatierra, Guanajuato. Su muerte dejó un gran vacío a sus familiares, amigos y compañeros antorchistas de su localidad, de su municipio y de todo el estado.
Don David, junto con algunos otros campesinos de su pueblo, en el año de 1991, dieron su voto de confianza a los jóvenes activistas del Movimiento Antorchista que llegaron a invitarlos a organizarse para luchar para resolver los problemas más sentidos de su comunidad y, a través de la lucha nacional de la organización, construir una patria más justa para todos los mexicanos.
Su claridad de miras, pronto lo llevaron a formar parte del pleno de su pueblo, que desde entonces se convirtió en la dirección colectiva de la organización en Eménguaro.
Como todo inicio, la cosa no fue sencilla, pero con la perseverancia y tenacidad del grupo, se inició la lucha por contar con una escuela secundaria, para que los jóvenes del pueblo pudieran continuar sus estudios y por la red de agua potable para que todos los hogares pudieran contar con el vital líquido.
En la comunidad se le recuerda de manera especial porque, en el año 2000, el Gobierno del estado mandó a la policía estatal para quitar, con lujo de violencia, su Institución educativa. Pero la valentía de don David y don José Chávez, quienes se pusieron al frente del grupo antorchista, defendieron a su escuela y a sus profesores, logrando que se respetara su lucha de muchos años.
A los hombres buenos no se les olvida y en Antorcha, quienes han dedicado su vida a la lucha, vivirán eternamente. Sin duda, que don David será recordado por el antorchismo guanajuatense como un ejemplo a seguir y sus ideales serán el legado para las nuevas generaciones en esta lucha que busca acabar con la pobreza y construir un mundo mejor para todos.
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