MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En Guerrero, para los pobres no hay justicia

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Como parte de la educación que hemos recibido del sistema, se nos ha dicho que el estado es un organismo, cuyas instituciones están al servicio de todos los miembros de la sociedad, que es un órgano conciliador entre los diferentes sectores sociales, que se encarga de establecer y vigilar el cumplimiento de las normas para la convivencia entre los integrantes de un país, el estado es pues, así nos lo han hecho creer, un aparato neutral, al servicio de toda la sociedad sin distinción de clases. Sin embargo, las cosas son totalmente diferentes, La realidad es que el estado es un órgano que está al servicio de la clase económicamente poderosa y que la clase política que gobierna el país cuida y vigila que los intereses y los privilegios de esa clase poderosa no sean afectados. Desde el más millonario poseedor de incalculables riquezas, hasta el cacique de rancho están protegidos por las autoridades. Es así como uno se explica que los gobernantes en sus tres niveles (desde el presidente de la República, los gobernadores y los presidentes municipales) incluyendo a los funcionarios intermedios quebranten la ley para beneficiar a unos cuantos, burlándose, con sus acciones de los derechos del resto de la ciudadanía; con toda tranquilidad violan la constitución, modifican las leyes, e ignoran los problemas sociales cuya obligación es precisamente atenderlos y resolverlos. 

En Guerrero, uno de los estados más rezagados en materia social de nuestro país, el gobierno que encabeza el licenciado, Héctor Astudillo Flores, ha puesto en práctica la política de oídos sordos ante un problema social que están viviendo un grupo de colonos de la ciudad de Chilpancingo. Éstos llevan dos meses de lucha en plantón permanente frente a la unidad administrativa del Gobierno del estado, pidiendo que la Secretaría General de Gobierno regularice las Colonias “Nueva Revolución” y “La Candelaria”. La primera ubicada al poniente y la segunda al norte de esta ciudad de Chilpancingo. Desde hace 20 años Los colonos de la “Nueva Revolución” compraron de buena fe los lotes donde construirían una vivienda para sus familias, pagaron el importe de los mismos, pero fueron objeto de un fraude, porque la persona de nombre Guadalupe Nieto Álvarez vendió sin ser la dueña legítima del predio. En el 2011, el supuesto nuevo dueño llamado Gilberto Gutiérrez Viguri ha estado cobrando por segunda ocasión y con el respaldo de las autoridades municipales anteriores, ha cumplido sus amenazas y han desalojado a familias enteras de los lotes que ya pagaron. Pero no sólo eso, el 4 de noviembre de 2015, el que se hace pasar por nuevo dueño, en complicidad con grupos delictivos, extrajeron del su domicilio, ubicado en la misma colonia “Nueva Revolución”, al licenciado Florián Reyes Rafaela, líder de los colonos y lo asesinaron a sangre fría, su único delito fue defender a sus compañeros amenazados de desalojo. Desde entonces, el gobernador Héctor Astudillo Flores se comprometió con los colonos y con la dirigencia estatal del Movimiento Antorchista de instruir a la autoridad competente, para encontrar a los culpables materiales e intelectuales del asesinato de Florián Reyes, al mismo tiempo, instruyó a Florencio Salazar Adame integrar un expediente para expropiar el predio y regularizar la colonia. A seis años de ese compromiso, el crimen contra nuestro compañero Florián sigue impune y Florencio Salazar Adame, titular de la Secretaría General de Gobierno del Estado no ha querido elaborar el decreto de expropiación que se había comprometido emitir a mitad del mes de febrero, argumentando la falta de actualización del plano rector de desarrollo urbano municipal de Chilpancingo. La negativa de solucionar es clara, no hay voluntad política ni sensibilidad de este funcionario con las familias humildes, con quien personalmente se comprometió a acelerar la regularización en cumplimiento a la palabra del señor gobernador. Los colonos, por su parte, han coadyuvado entregando todos los dictámenes positivos de Protección Civil, de la Comisión Nacional del Agua y Comisión Federal de Electricidad, para demostrar la viabilidad de que el predio donde está asentada la colonia es apto para asentamiento humano.

Por este motivo, hacemos un llamado a Florencio Salazar, titular de la Secretaría General de Gobierno para que tenga un mínimo de sensibilidad ante un problema social, el cual, él como funcionario, tiene la obligación de resolver. Pues se nos hace difícil aceptar la idea que, con su actitud, de oídos sordos, esté protegiendo a defraudadores que se aprovechan de la necesidad de la gente pobre. Así mismo, pedimos al Sr. Gobernador nos reciba en audiencia para retomar este problema y darles seguridad a las familias humildes de las colonias “Nueva Revolución” y “La Candelaria” que viven a la zozobra y la amenaza de un desalojo injusto. No pedimos otra cosa, señor gobernador, solo que se les brinde seguridad a las familias y se regularice su pequeño patrimonio, fruto de su arduo trabajo, puesto que ellos ya pagaron su respectivo lote. Mientras no haya solución, las familias de ambas colonias permanecerán el tiempo que sea necesario en el plantón, en lucha continua frente al palacio de gobierno, con el respaldo del Movimiento Antorchista estatal y nacional.

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