Es sabido que en México enfrentamos variados y serios problemas que tienen su origen en la estructura económica sobre la cual se levanta la sociedad, pero también dependen en la forma en que este gobierno está manejando las necesidades sustanciales del país, sin procurar al menos disminuir el impacto negativo sobre los más pobres.
El Gobierno Federal ha tomado la determinación, sea de mala fe o no, de no atender los problemas sociales conformándose con destinar cierta cantidad de dinero y que los pobres se hagan bolas quitándose así de obligaciones plasmadas en las leyes, por lo que ahora se enfoca y encierra en la burbuja de los proyectos del bienestar que inciden en poblaciones específicas con muy corto alcance que no resuelven los grandes problemas de todo México.
Es aquí donde la gente, el pueblo de verdad bueno, no mira el futuro, por un lado, les llegan sus tres mil pesitos, pero por el otro no hay salud, no hay apoyo al campo, no hay trabajo y se ha perdido la tranquilidad de salir de casa o hasta permanecer en ella a causa de la inseguridad pública.
¿Qué le queda al pueblo? No hay otra opción más que organizarse para lograr un grado más alto de conciencia social y unidad, de esta manera podrá ejercer acciones que beneficien a todos porque sí es posible que el ser humano llegue a ese nivel de conciencia; si luego peleamos hasta por un metro de tierra de los abuelos, o todo lo que se defina con el dicho: "de que lloren en mi casa mejor que lloren en la tuya", ¿hay esperanza pues en la organización del pueblo para un fin más noble?
Aunque se vea difícil, la respuesta es un fuerte SÍ, como prueba están las Espartaqueadas antorchistas que son ejemplo de ello, sean de índole deportivo o cultural muestran la organización, la disciplina que se necesita para aprender y declamar en lo individual o coral una hermosa poesía, lo mismo pasa con la coordinación, el esfuerzo y tenacidad para hacer un baile folclórico que sea un deleite a la vista, o un canto que endulce el oído con voz melodiosa, todo eso y poco más se vive en estos hermosos eventos.
Insisto, cada una de las bellas artes es complicada y es fruto del avance de la humanidad; para desarrollarse se necesitan todo lo que ya mencioné, sumado a días, meses o hasta años de esfuerzo, de educación y de organización para lograr dominar una disciplina artística. Esta es la demostración de que el ser puede transformar y trascender más allá de sus envidias e instintos más antiguos que, como dice Miguel Hernández: “por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos donde la vida habita siniestramente sola...”
Otro paradigma de la cultura clasista es que se produce solo para la población de ciertos estratos sociales, o de gente "acomodada", que como ya mencioné antes, tiene resueltas sus necesidades primordiales; esto no es así para la gente de nivel económico bajo, pero el pueblo también es capaz no solo de apreciar y valorar una buena muestra de arte sino de crearla, muestra clara de eso es el trabajo cultural de Antorcha que se lleva tanto a colonias como comunidades con cuadros de excelente calidad, así como la presencia de maestros para enseñar a chicos y grandes.
Termino como inicié. La Espartaqueada Cultural Nacional ha logrado la participación de más de 20 mil artistas amateur de forma presencial, siendo el evento no gubernamental más grande de México, con el que se demuestran las raíces de Antorcha que es el pueblo no disperso, sino organizado y politizado que sigue desarrollando la tarea noble de educarse y de impulsar acciones conjuntas por el bienestar general para que los mexicanos.
La edición 2022 será de forma virtual del 2 al 9 de abril y demuestra que somos capaces de llegar más allá de acciones inmediatistas, así es como se logra crear el arte, que sigue siendo la fuerza transformadora del espíritu y la realidad de México.
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