Ser estudiante, en la actualidad es un reto muy grande para los jóvenes, padres de familia y para la sociedad en general. La dificultad radica en todos los ámbitos que nos imaginemos, desde el que puede acceder a la educación y no quiere, hasta el que quiere y no puede; pero una de las dificultades a las que se enfrentan es principalmente la opresión de la que son objeto fácil en una sociedad donde impera la ley del capitalismo; aquí predomina, necesariamente, una sociedad de consumo, es decir que es necesario y primordial contar con los recursos necesarios para llenar ese vicio que poco a poco han incrustado en nuestro pensamiento, es vital tener dinero para adquirir cosas que muchas veces no necesitamos.
Tener grandes riquezas, satisfacer sus necesidades creadas que pueden ser inimaginables, por ejemplo, el solo hecho de estar y tener acceso al primer grito de la moda, comida exótica, la práctica de cirugías estéticas que se difunden masivamente en las redes sociales y que están muy de moda, pero que la mayoría de quienes sueñan tener una vida de lujos como la que se nos presenta es casi imposible, pues se centra en una vida superficial y de la que pocos, muy pocos pueden tener acceso.
Es así como puede verse en su máximo esplendor la satisfacción de algo innecesario, creado por el mismo ser humano con el afán de seguir acaparando la riqueza y sometiendo a los más débiles, aun cuando a su alrededor sea notorio la existencia de la miseria y la pobreza en la que está sumida la mayoría del pueblo mexicano y es que no hace falta recordar todos los males que provoca el consumismo, pues tan solo en los dos años de pandemia el índice de suicidios aumento de una forma sorprendente.
“...Uno de los rubros que incrementó de manera importante fue el de defunciones por suicidio: 7,869 personas en solo un año. Este es el registro más alto al menos desde el 2010 y significó un aumento de nueve por ciento respecto a 2019”, detalla el periódico El Economista. El diagnostico por la pandemia es el daño a la salud, pero hay que subrayar que es el más preocupante, porque cómo descansa una persona que tiene como responsabilidad mantener a una familia, o cómo se puede privar de la compra de productos que son necesarios porque así lo dictamina la propaganda en los miles de anuncios que se presentan todos los días, todo el tiempo. Esto es imposible.
La vida se ha visto envuelta en la creación de necesidades antinaturales, y se ha encargado de hacer creer en la juventud que es necesario acceder a todas ellas para llegar a la felicidad, pues no llegando a eso, su vida es un verdadero fracaso, olvidando así a las necesidades que deben atenderse y sometiendo no solo a la juventud, sino a toda la sociedad.
Por eso es necesario situar a la juventud en su realidad, esa que no es tan bella, donde apremian las necesidades, pero que es la triste realidad de nuestro país; explicar que no hay que olvidar el entorno y los problemas sociales que aquejan día con día al pueblo mexicano, pues serán los pobladores quienes carguen con los problemas, pero es necesario decirles que ellos también son fuente de energía y entusiasmo para que puedan acabar con ellos, exigiendo, luchando y comprendiendo la realidad social, económica y política de nuestro país. Es necesario y es tiempo, de lo contrario estamos destinados a seguir sufriendo lo mismo. Al tiempo.
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