El zapatismo y la lucha por la tierra tuvo su influencia en el sur del municipio de Ixcamilpa de Guerrero en el estado de Puebla; y a finales de los años 30 del siglo XX, en el pueblo de Toltecamila. Este último, hoy presidencia auxiliar del municipio de Ixcamilpa, se empezó a desarrollar como pueblo en 1919. Las primeras familias asentadas se organizaron y se plantearon dar la lucha para que el gobierno y las autoridades agrarias las dotaran de tierras ejidales.
Esta lucha de los campesinos de Toltecamila fue encabezada por el ilustre campesino Genaro Chávez Flores, que luchó junto con 95 campesinos para que las autoridades agrarias dotaran de tierras mediante la afectación del predio denominado Toltecamila, propiedad de José P. Sánchez y Nemesio Sánchez.
Así fue como la comisión local agraria emitió su dictamen el 11 de noviembre de 1932, y el 17 de noviembre del mismo año el gobernador del estado emitió fallo favorable concediendo a los solicitantes de tierra 760 hectáreas de monte bajo.
La ejecución de dicho fallo se efectuó el 27 de febrero 1933, con la asistencia de las autoridades ejidales, las autoridades agrarias y un representante de los dueños del predio, fundándose así el ejido de Toltecamila.
Llegar a este triunfo no fue cosa fácil, así lo demuestra el asesinato del líder de los ejidatarios Genaro Chávez Flores.
Damos a conocer brevemente estos antecedentes históricos de la lucha, porque queremos que todos sepan que la formación y consolidación del pueblo actual denominado Toltecamila no ha sido cosa fácil, que ha estado lleno de dificultades y problemas que han llevado al asesinato de campesinos, y que, por lo tanto, la unidad de todos los ejidatarios es necesaria para la defensa de nuestros legítimos derechos.
Ejemplo: hace más de 60 años el núcleo de ejidatarios de Toltecamila denunció ante los tribunales agrarios a Xihuitlipa por invasión de una parte de las tierras de Toltecamila. La denuncia nunca se atendió, a pesar de la insistencia de los campesinos. Finalmente, fue hasta 1998 cuando las autoridades agrarias intervinieron y dictaron sentencia con fecha 19 de febrero de 2015, y se le concedió la restitución de 65 hectáreas invadidas por Xihuitlipa. Es decir, el Tribunal Superior Agrario dio la razón y el derecho a Toltecamila.
A pesar del fallo favorable al núcleo ejidal, el presidente de bienes comunales de Xihuitlipa, Arnulfo Reyes Silva, no sólo no ha aceptado el fallo, sino que ha seguido usufructuando las 65 hectáreas y explotando los bienes materiales de estas tierras que legalmente pertenecen a Toltecamila. Ante nuestra insistencia de que se respete y se acepte el Estado de Derecho, hay una actitud represiva, fuera de la ley y violando el libre tránsito que consagra la Constitución General de la República, han cerrado con alambres de púas el camino de terracería que comunica a San Miguel Ahuelitlalpan y otros como el municipio de Acaxtlahuacán de Albino Zertuche, única salida para surtir a nuestro pueblo de artículos de primera necesidad y vender en el mercado los productos que producen los campesinos de Toltecamila.
A esta actitud de prepotencia, se sumaron el presidente municipal de Ixcamilpa Daniel Hernández Rodríguez, y el presidente auxiliar de Toltecamila, Gerardo Flores Esteban, al ponerse del lado de las autoridades de Xihuitlipa, traicionando así a su propio pueblo en vez de cumplir con su deber como autoridades municipales de defender lo que legalmente le pertenece a Toltecamila. Es decir aceptaron y apoyaron la clausura del camino, Toltecamila-Acaxtlahuacán de Albino Zertuche.
Esta actitud déspota y altanera de las autoridades de Xihuitlipa y de Ixcamilpa se explica porque la mayoría del grupo de ejidatarios y las autoridades ejidales son antorchistas, y quieren con esa actitud echarnos de enemigos a los ejidatarios y, por lo tanto, desarraigar a Antorcha Campesina de Toltecamila.
Por eso se apoyan mutuamente los caciques de la región, y por eso atacan con saña a nuestra organización Antorcha Campesina y a nuestros dirigentes ejidales que sólo buscan la tranquilidad y hermandad de los pueblos, a través de una solución pacífica a los problemas.
Ante el acto tan ilegal, nuestras autoridades ejidales y Antorcha Campesina, exigimos enérgicamente al Gobierno del estado de Puebla y de Guerrero que intervengan inmediatamente, haciendo respetar el dictamen del Tribunal Agrario y abriendo el camino que se encuentra cerrado con el alambrado, que evita el libre tránsito de los pobladores de la región.
Como hasta hoy no se ha dado respuesta a nuestra petición y, este abuso y atropello lleva ya varios años, los ejidatarios en número considerable protestaremos ante las instancias del Gobierno Puebla y de Guerrero para que se haga justicia plena a los ejidatarios de Toltecamila.
De no obtener respuesta favorable, convocaremos a los campesinos antorchistas, para realizar una marcha gigantesca y lograr justicia. No pedimos más: sólo justicia.
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