Quiero comenzar la siguiente opinión analizando, primeramente, qué se entiende por expectativa y realidad, para dar luego un vistazo a los acontecimientos actuales y podamos ver si lo que pasa es tal cómo lo imaginamos, o la realidad nos dice lo contrario.La expectativa es el supuesto más probable que se considera eventualmente posible.Una expectativa, en pocas palabras, es una creencia centrada en el futuro, que puede o no ser realista, lo que ocasiona muchas veces el sentimiento de decepción.Por otro lado, la realidad es todo aquello que existe y se desarrolla, que contiene en sí mismo su propia esencia y sus propias leyes.La expectativa no siempre corresponde a la realidad, puesto que solamente es una suposición de lo que pueda pasar, mientras que la realidad es en sí misma un hecho que está pasando.Visto esto, pasemos ahora entonces a ver un ejemplo de lo que pasa en la actualidad en términos sociales y de salud que afectan seriamente a la población.
La semana pasada, con motivo de una gira de trabajo realizada en los estados de Guanajuato, Jalisco y Colima, visitó tierras colimenses, concretamente el municipio de Manzanillo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el objeto así lo dijo , de revisar asuntos referentes a la inseguridad que tanto afectan al estado.En el transcurso de la semana posterior a la gira, en diversos medios locales, varios articulistas comentaron que antes de la visita del presidente al estado se generó una gran expectativa, puesto que el tema de la inseguridad es de gran calado en toda la población colimense, por lo tanto, se esperaba que el presidente trajera propuestas concretas para atacar de frente dicho mal, y así traer "la paz y seguridad" que prometió.Pero esto no fue así.Como ya vimos, el presidente solamente se dedicó a hablar sobre la corrupción e inseguridad que, según él, impera dentro del Puerto y la Aduana de Manzanillo, por lo que acordó entregar la dirección de dichas instancias, a las fuerzas armadas: la SEDENA y la SEMAR.
Pero veamos bien el problema de la inseguridad.Aunque es cierto que el problema principal de tanta inseguridad es el creciente número de grupos delictivos, que se pelean el control y manejo de las sustancias tóxicas que entran y salen del país a través del Puerto, creo que habría que analizar más a detalle, la razón principal del por qué, es que hay personas, en su mayoría jóvenes, que se dedican a este tipo de oficio, y cuál es la razón fundamental de todo esto.Opino que la razón principal por la que hoy en día, cada vez más jóvenes se involucran en este tipo de negocio (por así decirlo), la podemos encontrar en el hecho evidente del creciente número de desempleados, y en la falta de salarios bien remunerados que permitan a la población satisfacer sus necesidades elementales.
El desempleo y los salarios mal pagados, son a su vez, consecuencias del mal manejo económico que los gobiernos han realizado hasta la actualidad, consecuencias que se vienen a agravar aún más con la crisis sanitaria que se vive ahora.Veamos.De acuerdo con datos de la página de internet www.méxicocómovamos.mx, se dice que en Colima, tan sólo en el periodo de marzo a junio del presente año, se registra una pérdida de 4 mil 585 empleos formales a causa de la pandemia de covid-19, lo que representa una disminución del 3.3 por ciento respecto al registro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a febrero pasado, hablando solamente de pérdida de empleos formales.Se supone que los gobiernos deberían ser los garantes del empleo formal para la población, pero no es así.Ahora, hablando del empleo informal, se sabe que hay miles de personas que se encuentran en esta situación, pero con la pandemia, y ante la falta de control sanitario por parte de los gobiernos para asegurar a la población un pronto regreso a las actividades normales, no hay duda de que el empleo informal seguirá creciendo.
Ahora, en las calles principales del estado, es cada vez más frecuente ver cómo cientos de personas salen a buscar el sustento diario para sus familias, y por otro lado, también podemos ver cómo toda esta situación va generando que cada vez más jóvenes se dediquen a la delincuencia y el negocio del narcotráfico.Y a todo esto, ¿qué dice el gobierno ante el problema de la falta de ingresos de las familias colimenses, y el problema de salud que cada día crece más? Nada, no dice nada.En cambio, en la visita del presidente López Obrador, podemos notar que a su gobierno solamente le interesa mantener en total resguardo los intereses de las clases altas de la sociedad.Argumenta que, militarizando las aduanas y puertos del país, se devolverá la paz y tranquilidad que el pueblo necesita, pero esto no puede ser cierto, porque de nada servirá que se aseguren los puertos y las aduanas, si en las calles seguirá la delincuencia mientras no se haga nada al respecto, para solucionar la falta de ingresos de toda la población mexicana, que es el verdadero fondo del problema.
Por eso yo creo que la militarización de los puertos y las aduanas, no es la solución al problema de la inseguridad que padecemos.También creo, que los gobiernos se deben enfocar en atender las necesidades principales de toda la población, y proponer acciones concretas para combatir la crisis sanitaria.La visita del presidente a Colima no trajo nada nuevo ni mejor.La realidad resultó muy contrario a la expectativa.La lección es clara: no debemos hacernos ilusiones con cosas que no pasarán, porque el gobierno de AMLO y su 4T, solo ha demostrado ser, todo lo contrario de lo que pregona en sus discursos.
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