Sabemos que el tema de la escasez de agua para el consumo humano es un problema que cada año se agrava, la falta de este elemental líquido para todo tipo de vida se agrava cada año que transcurre, al grado que ha puesto en alerta a varios organismos internacionales que han hecho recomendaciones para cuidarla, pero solamente eso; nunca han realizado acciones que obliguen a los países industrializados y a los gobiernos a frenar la contaminación de ríos y lagos, a la tala de bosques y a la explotación excesiva de los mantos freáticos por las industrias refresqueras, productoras de hortalizas y a empresas dedicadas al embotellamiento y comercialización del agua, cuyo derecho a realizar esta actividad está avalado por los gobiernos, al otorgarles concesiones a cambio de prácticamente nada, y estos obtienen grandes ganancias a costa de estar acabando con los recursos naturales .
Pues esto y no otra cosa, es la causa del cambio climático que está afectando al planeta entero. En este año quizá la situación se agrave más que en 2022, aún falta mucho para la temporada de lluvia y en nuestro país varias ciudades ya están sufriendo de la falta de agua, es el caso de Chilpancingo de los Bravo, Capital del estado de Guerrero.
Cada vez hay una mayor concentración de familias en la ciudad de Chilpancingo, provenientes de distintos municipios cercanos, en busca de mejores oportunidades de vida, esto ha ocasionado la formación de nuevas colonias que requieren de servicios, entre ellos agua potable, dificultando el suministro pues los asentamientos han ido ganando terreno a los cerros aledaños de difícil acceso, servicio que el ayuntamiento no brinda y los colonos, casi en su totalidad de bajos recursos económicos, tienen que comprar el elemental líquido.
Hace un año, una pipa chica costaba entre 250 y 300 pesos, el costo actual es entre 300 y 400 pesos en la zona centro, una grande costaba entre 600 y 700 pesos, ahora está a 1,200. En las colonias, entre más alejadas del centro el costo de la pipa aumenta casi al doble en esta temporada crítica, los colonos humildes están en manos de los concesionarios del agua que la venden a precios muy altos. Aprovechándose de la necesidad de la población.
El problema no es nuevo, son muchas las administraciones municipales y estatales que en su momento han anunciado inversiones millonarias para solucionar la falta de agua en la capital, sin embargo, lejos de resolverse es cada vez más crítico. Por una mala administración, han originado adeudos millonarios a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cual ha originado cortes en el suministro de energía, la falta de pagos pendientes de los trabajadores de Capach, que han tenido la necesidad de realizar paros y protestas y además suspensión del servicio, entre otros problemas. Mención especial de la inconformidad de la ciudadanía, pues ante la falta de agua, han salido a protestar, cerrando el primer cuadro de la ciudad causando un auténtico caos vial y, aun así, la autoridad municipal no mueve un dedo para resolver el problema, por su incapacidad ante la grave situación.
Según datos de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH), a la ciudad ingresan 250 litros por segundo en tiempo de estiaje y en la época de lluvias asciende sólo a 300 litros, pero se necesitan 600 litros por segundo para satisfacer la demanda a toda la ciudad, cantidad que Capach no puede satisfacer por la sencilla razón, de que la infraestructura no tiene la capacidad, aun cuando en el 2017, en el periodos municipal de Marco Antonio Leyva Mena, el gobierno federal y estatal invirtieron 700 millones en la rehabilitación y ampliación de la red de conducción y distribución, pero el servicio no mejoró.
La Comisión de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Guerrero (CAPACEG), a través de su titular, Facundo Gastelum Félix anunció que se instalarán sistemas de macro y micro medición de los consumos del líquido para que la Capach mejore sus finanzas, de acuerdo a la cantidad de líquido que les llegue a los usuarios. Pero está claro que esa medida tal vez de resultado, pero comparando la inversión con la utilidad, la primera será muy alta y la segunda muy baja y a fin de cuentas siempre se le carga pagar los platos rotos a los usuarios. Se sabe también de la existencia de tomas clandestinas controladas por grupos delictivos sin que las autoridades muevan un dedo para solucionar el problema, de ahí que de las 42 mil tomas que la Capach tiene registradas, sólo 12 mil tiene sus pagos al corriente y el resto, la gran mayoría con justa razón, se niegan a pagar un servicio que no reciben.
La actual presidenta municipal, Norma Otilia Hernández Martínez, de extracción morenista, en su campaña prometió solucionar el abasto de agua a la ciudad, sin embargo, en sus dos años de su mal desempeño en el municipio sigue echándole la culpa a las administraciones pasadas, como una forma de justificar su poca visión política y administrativa. Es necesario que el pueblo se dé cuenta que, ante los grandes problemas sociales, sólo el pueblo organizado puede resolverlos, es por eso que debe conquistar el poder político para componer todo lo malo de este sistema y cambiar al partido que nos gobierna.
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