The Economist publicó en su reciente edición una portada en la que el mandatario Andrés Manuel López Obrador aparece como protagonista, llamándole el “falso mesías’’ lo que generó una respuesta inmediata del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, quien el jueves difundió una carta de respuesta a la editora de ese medio, Zanny Minton Beddoes, en la cual le reclama la “virulencia y fragilidad argumentativa” de su contenido, que es una “síntesis de exasperación” de las élites.
El semanario indica que las instituciones en nuestro país son fuertes; sin embargo, pueden ceder ante el “asalto sostenido” del presidente. A su vez, reconoció que los partidos de oposición no han podido ofrecer una alternativa coherente. Lo que nos parece totalmente cierto, pues si bien un hecho que el Movimiento Antorchista repite es la necesidad de crear un partido político decente y honesto que provenga del pueblo, pues aunque Morena no sea la mejor opción, sus oposiciones son quienes también han mal obrado con la riqueza del país, dejando como consecuencia el México flagelado que habitamos.
También en el artículo se afirma que el presidente de México ha escapado de la atención internacional, en comparación de otros mandatarios en el mundo, denominados populistas. Advierte a su vez, que el presidente “divide a los mexicanos en dos grupos: ‘el pueblo’, por lo que se refiere a quienes lo apoyan; y la élite, a la que denuncia, a menudo por su nombre, como delincuentes y traidores a los que culpa de todos los problemas de México; una declaración que ha sido demostrada a través de los múltiples insultos en sus mañaneras a cualquier poder, institución o personajes que no estén de acuerdo con él, acusándolos de traidores por no estar a favor de su política pública, es decir, si lo amas y los sigues, perteneces al pueblo digno, de lo contrario eres un traidor opositor.
Otro punto importante que se destaca en la crítica, es que su política básicamente se está basando en ganar las elecciones siguientes, una política electorera; ‘’Dice que está construyendo una democracia más auténtica. Es una criatura extraña. Convoca muchos votos, pero no siempre sobre temas que se resuelven mejor votando”.
Sin duda estas criticas no fueron del agrado del presidente, Andrés Manuel López Obrador, donde no tardó en pronunciar, a través de sus mañaneras su descontento y desacuerdo, argumentando en la conferencia de prensa matutina, en la que respondió: “ahora están molestos porque la gente está apoyando una transformación, entonces sacan esta portada majadera, muy grosera, desde luego mentirosa, llamándome el falso mesías, se acuerdan aquello del mesías tropical, pues es lo mismo, y todavía con la falta de ética de que llaman a los mexicanos a que no voten por lo que nosotros podemos representar”. Recalcó que se hizo un artículo “muy propagandístico en contra nuestra, me ponen en la portada, hasta me sentí muy importante. Es normal, están muy molestos quienes apoyaron durante mucho tiempo el modelo neoliberal, que no es más que una política de pillaje”.
El articulo de The Economist tiene un respaldo de pruebas que lo acompañan, pruebas y argumentos que el mismo Presidente construyó con sus constantes peleas, manipulación, persuasión, irrespeto a los poderes e instituciones y podría tomar esta critica de forma constructiva o seguir atacando, una decisión que al parecer ya está tomada.
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