De acuerdo con información proporcionada por Tue Halgreen, analista de las oficinas centrales del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) en Francia a la organización no gubernamental, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), México será el único de los 87 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que no participará en la aplicación de la prueba PISA en la edición de 2022 como lo venía haciendo desde el año 2000, ya que no se están aplicando las pruebas de campo como se hace en las demás naciones.
PISA es considerada la prueba más importante en el mundo. Esta se realiza cada tres años por la OCDE para conocer la brecha educacional entre América Latina y los países asiáticos y europeos, y sirve para tomar decisiones con base en sus resultados, midiendo las habilidades de los estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias. Hasta ahora en México ninguna autoridad de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ni de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) ha dado alguna explicación al respecto.
Sería la segunda evaluación que cancela el Gobierno morenista ya que en 2019 también abandonó la prueba, Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), que realiza el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación de la UNESCO para medir el rendimiento académico de los estudiantes en lectura, escritura y aritmética con el fin de contribuir en la elaboración de políticas eficaces para mejorar la calidad de la educación, quedando sólo la evaluación “Planea” que hace la propia SEP, sin importar que la educación en nuestro país es una de las más rezagadas del mundo.
Según los resultados obtenidos por la OCDE en la prueba PISA en 2018, los primeros diez lugares los ocupan, China, Singapur, Macao, Hong Kong, Estonia, Finlandia, Canadá, Irlanda, Corea del Sur y Polonia, la mayoría países asiáticos, mientras que de los países de América evaluados, todos obtuvieron una clasificación inferior a la del promedio de países de la OCDE, donde Chile fue el país latinoamericano con mejores resultados, ocupando el puesto 43 a nivel global, seguido de Uruguay y Costa Rica, mientras México se ubica en los lugares 53 en lectura, 57 en ciencia y el lugar 61 en matemáticas. Tan sólo en lectura, los resultados sugieren que uno de cada cuatro estudiantes no puede completar las tareas más básicas.
Y aunque a pesar de que el vocero y presidente, Andrés Manuel, dedica horas en sus mañaneras a hablar de todo y de nada para justificar sus malos resultados, acusando a los gobiernos del pasado, había hecho “mutis”, hastahacerse pública la información a través de la OCDE sobre la suspensión de la prueba PISA. Hasta hoy 4 de mayo, aseguró que habrá continuidad, que “sólo se ha aplazado para hacerse en algún otro período del año y mediante otro mecanismo que subsane la aportación de México en esta etapa” por consideraciones sanitarias por la covid-19, a pesar de que en 2018 esta prueba en México se hizo en línea.
La realidad es que los estudiantes, padres de familia y profesores, desconocen si como siempre, el presidente “tiene otros datos”; pretende establecer su propio mecanismo de evaluación “patito” como propuso con la medición del PIB; canceló la prueba para evitar actos de corrupción de los neoliberales y conservadores de las instituciones encargadas de la evaluación, o es un intento de ocultar el desastre de la educación de los niños y jóvenes mexicanos, por su irresponsabilidad y torpeza.
Lo cierto es que si el parámetro de la educación de los niños y jóvenes mexicanos es el nivel académico e intelectual del presidente y los mejores cuadros de Morena, como el científico, subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, responsable de la muerte de más de 250 mil mexicanos, los presuntos violadores de mujeres y menores, Félix Salgado Macedonio y Saúl Huerta, o el delegado de MORENA en Querétaro, que afirmó contundentemente que con la rifa del avión presidencial, sería suficiente para pagar la deuda externa del país y comprar equipos para hospitales, estamos perdidos.
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