De acuerdo con en contenido publicado en la página oficial del Gobierno de Nayarit, el 23 de agosto de 2022, el gobernador del estado Miguel Ángel Navarro Quintero anunció que el embajador de Estados Unidos en México Ken Salazar llegaría a Nayarit para conocer “… cómo Nayarit ha avanzado tan rápido en los últimos meses, logrando destacar como un estado modelo para el país en diferentes sectores…”. 

“Viene a ver cómo le estamos haciendo, que en todo hemos ido en una avanzada dinámica que no se había observado nunca en el país, viene a hacer la agenda y viene a hacer la revisión; en seguridad, en salud, en producción, en recaudación, como le estamos haciendo y porqué Nayarit es el estado garante en todos los aspectos en el país”.

De la declaración, dos cosas me llaman la atención: la jactancia al afirmar que Nayarit es casi la vanguardia de todos los estados del país en todos los aspectos; y el tonito que ya debería tener rabiando a los patrioteros y nacionalistas del partido en el poder, en el sentido de que un embajador de Estados Unidos (EE. UU.) viene a “hacer la agenda y a revisar” el trabajo de un gobernador de un estado mexicano. 

Fuera de estas minucias, también llaman la atención los avances que se presumen; entre otros, el del aspecto de la seguridad, rubro en el cual las cosas no parecen estar como para presumirlas. Veamos

Todo el país está sumido en una grave crisis de inseguridad y Nayarit no es la excepción. De acuerdo con un artículo firmado por Diego Badillo, publicado en el portal de El Economista (tres de agosto de 2022) titulado “Nayarit, la segunda entidad donde más crece la incidencia delictiva”, el autor afirma que, según la consultora IPS en su “Reporte Sobre seguridad Publica Indicadores Básicos”, el fenómeno registró un incremento del 46.8 por ciento. El documento, construido con base en los informes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica y de la encuesta nacional sobre Seguridad Urbana del Inegi refiere que Nayarit solo es superado por Campeche que ocupa el primer lugar y atrás esta Coahuila con el tercer lugar. Señala el documento que el crecimiento de la incidencia a escala nacional fue del seis por ciento, lo que quiere decir que en Nayarit tuvo casi siete veces más.

Asimismo, de acuerdo con datos de la Fiscalía de Nayarit, hubo un incremento del 25 por ciento en el robo de vehículos; la extorción creció el 28.6 por ciento; el homicidio doloso bajó 23,6 por ciento y el robo a negocios se incrementó un 115 por ciento. 

En un artículo de la periodista Bibiana Belsaso, publicado en La Razón, el 2 de mayo 2022, la autora sostiene que Nayarit tiene un gran potencial turístico nacional y extranjero, pero que “estos paraísos dejaran de ser atractivos …si continúan creciendo los índices de inseguridad”. Y explica el fenómeno por la ubicación geográfica del estado que colinda con otros estados en donde frecuentemente hay explosiones de violencia como Zacatecas, Sinaloa y Jalisco. Así mismo reconoce la importancia que tiene el estado para el trasiego de drogas y armas para los otros estados y los principales puertos del pacifico. Señala que, a pesar de que la Sedena y la Guardia Nacional (GN) presentaron el Plan de Apoyo para Nayarit, la inseguridad no disminuye y tiende a incrementarse. 

Agrega que cuatro municipios nayaritas se encuentran entre los principales productores de amapola y están ubicados en el norte de la entidad, en la región más pobre del estado.

Por otro lado, Colectivos feministas han señalado que se ha incrementado la violencia familiar y de acuerdo a una publicación del portal Informador.mx  del 26 de julio de 2021,  Nayarit se encuentra entre los estados con mayor peligro para la niñez ubicándose en un rango de “muy alto”.

A esto habría que agregarle que, según el presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, el alcoholismo y la drogadicción han crecido en la región serrana, señala que la venta de bebidas alcohólicas no está  regulada por ninguna autoridad y que la venta y consumo de drogas se ha incrementado en la región serrana a pesar de las campañas de prevención (El  Occidental  9 de agosto de 2022)

De acuerdo con el Gobierno federal, la forma más efectiva de combatir la inseguridad es atacarla en sus causas, o sea combatiendo  la pobreza mediante la entrega de apoyos económicos directos a diversos sectores de la población. Sin embargo hay pruebas suficientes que demuestran que la entrega de apoyos directos no acabará con la pobreza y los propios datos oficiales así lo revelan. En 2018 había 51.9 millones de pobres y al terminar 2020 la cifra llegaba ya a 55.7 millones. Es evidente que, al final no se combaten ni la causa ni los efectos de la pobreza en la que viven millones de mexicanos.

 Las cifras arriba señaladas son bastante elocuentes para que las oiga el que las quiera oír. Ni la pobreza ni la inseguridad ha disminuido en Nayarit ni en todo el país. El ciudadano de a pie lo comprueba porque ahora le roban hasta lo que no tiene y porque que  pululan los distribuidores de estupefacientes por todas las calles del territorio estatal y nacional sin que nadie les ponga un alto. 

En última instancia, la seguridad para las inversiones y los inversionistas habrá mejorado porque esa es una condición del capital para establecerse en cualquier región; el propio gobernador lo señaló en la visita del embajador: “Nayarit debe estar salvaguardado por la seguridad pública, por la seguridad jurídica en la inversión, por la seguridad ambiental y por la seguridad en la disposición de agua. Nosotros ofrecemos todo tipo de garantías que habremos de otorgar y le solicitamos la inversión que pudiera hacer el gobierno estadounidense a través de empresas que tengan interés en nuestro estado…” (La Jornada 09 de septiembre de 2022) 

Así las cosas, seguridad para el capital transnacional, mientras el pueblo llano que se rasque con sus propias uñas. Es urgente pues que el pueblo comprenda su real situación. La inseguridad proviene del empobrecimiento de las grandes masas y la única manera de combatirla es luchando por una mejor y más justa distribución de la riqueza. Organizarse y luchar, esa debe ser la consigna.