Con motivo de los primeros 100 días de gobierno, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda aseguró que en la Mesa de Coordinación de la Paz “estamos atendiendo puntualmente los casos que lastiman la paz de las familias guerrerenses”.
Nadie dijo que sería fácil, acotó, “sin embargo trabajamos todos los días por no desatender ningún tema por complejo que sea. De igual manera estamos atacando las causas que originan la violencia a través de los programas transversales y los apoyos".
Agregó “que la pacificación, conlleva también esta combinación, de la parte social, de atender las causas que originan la violencia, y la pobreza, y solo de esta manera con esta estrategia integral podremos salir adelante. El fuego no se apaga con más fuego, el fuego se apaga atendiendo las causas que han originado la violencia durante tantos años en nuestro estado de Guerrero”.
Estas han sido las expresiones textuales de nuestra gobernadora ante el incremento de la violencia en el estado, podemos decir que desde el punto de vista del discurso coincidimos, el problema no son las palabras, en donde no hay concordancia, es en los hechos, acciones, soluciones, para resolver este flagelo de la sociedad.
De inicio de enero a la fecha, es común leer, ver y escuchar notas periodísticas donde la violencia es el pan de cada día, de manera señalada en los municipios de Chilpancingo, Acapulco, Iguala, Chilapa y Tlapa, esta última es en la que más destaca la violencia sin que se vea la mano de los tres órdenes de gobierno, sumado a esto en estos últimos días, nos hemos enterado de que la autoridad federal de la mano del gobierno estatal, no ha permitido a los estudiantes de la normal de Ayotzinapa y padres de familia que tomen las casetas de la Autopista del Sol, las protestas se han salido de control al grado de que el día viernes 4 de febrero utilizaron un tráiler como proyectil, para poder romper el cerco policiaco y poder tener acceso a la caseta de Palo Blanco, con lo antes narrado, la opinión pública tiene la idea de que no existe gobernabilidad en el estado.
Por eso, sostengo que estamos de acuerdo en las palabras de la gobernadora, pero ya en las acciones para resolver la violencia, no se ven acciones, como las que ha señalado la titular del ejecutivo estatal, de atacar el fenómeno de manera multilateral y resolver la pobreza de raíz. Nada sencillo, pero lo más difícil es iniciar con acciones concretas como proyectos productivos, dar trabajo para el que lo necesite, apoyos a la producción agrícola, obras y servicios, impulsar el deporte, la cultura, empezando por los municipios más pobres del estado, pero nada de esto se ve que se esté llevando a cabo o que se vaya a realizar en el corto plazo en el estado.
Podemos decir con claridad que es muy temprano para ver si habrá cambio de la situación que viven la mayoría de los guerrerenses, pero como dice el pueblo “en la forma de agarrar el taco se ve lo tragón que es”, podemos decir que hasta este momento la mayoría del pueblo concluye que no hay gobernabilidad en el estado.
Hago un llamado a los guerrerenses en el sentido de que estemos al pendiente de los hechos y acciones del gobierno estatal y que, de continuar las cosas como hasta ahora, le exijamos a los que nos prometieron “el oro y el moro” que se cumplan sus promesas y, si no es así, que nos preparemos como sociedad civil, para formar una fuerza tan grande como la arena del mar o las estrellas del cielo y que juntos trabajemos por un Guerrero más equitativo, más democrático, más generoso con sus hijos. Ni nada más, ni nada menos.
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