Tras más de diez días de plantón de los colonos, estudiantes y maestros antorchistas en la ciudad de Córdoba, el alcalde de esta ciudad, Juan Martínez Flores, la síndica, Vania López, y la mayoría de los regidores morenistas continúan negándose a resolver las peticiones más urgentes y prioritarias de las colonias y escuelas con presencia antorchista.
Se trata de una relación de once obras prioritarias entre las que destacan acciones para escuelas en donde, por supuesto, no solo acuden hijos de antorchistas; obras para canalizar las lluvias y evitar inundaciones; ampliaciones de redes de alumbrado para combatir la inseguridad; infraestructura urbana como guarniciones, banquetas, andadores y puentes peatonales en colonias populares y la rehabilitación de espacios públicos como un gimnasio de usos múltiples en una reserva territorial en la que viven más de veinticinco mil familias.
Mientras en Córdoba no se atienden las necesidades de la población, no se ejecutan obras de calidad y crece la inseguridad, lo que sí “renace” son los negocios privados del alcalde Juan Martínez.
Nuevamente, la tarde del pasado 14 de marzo, sesionó el Cabildo del Ayuntamiento de Córdoba y hubo la petición de un regidor de la oposición, para incorporar en el orden del día de la sesión un punto de acuerdo para “aprobar y/o modificar los Programas de Inversión de los fondos municipales y/o federales destinados para la ejecución de obra pública, a fin de que se incorporen seis obras y acciones de carácter prioritario, derivados de las peticiones en manifestaciones públicas del Movimiento Antorchista Nacional en el municipio de Córdoba, Veracruz”.
Hay que ver para creer. Los ediles morenistas de Córdoba que se encontraban presentes en la sesión rechazaron esta propuesta que buscaba precisamente atender la petición concreta que por más de diez días hemos venido reclamando: que las obras solicitadas por nuestros compañeros sean aprobadas en la sesión de Cabildo y se especifiquen los fondos públicos con los que se construirán, porque solo de esta manera tendremos certeza legal de que se realizarán, pues en los últimos dos años, los maniobreros funcionarios del ayuntamiento se han comprometido de palabra en muchas ocasiones y no han realizado ninguna acción, todo ha quedado en promesas que se ha llevado el viento.
En esta sesión estaban presentes una representación de antorchistas, mientras la mayoría realizaba una manifestación pacífica en los alrededores del palacio municipal, y sin importarles que algunas compañeras hicieron uso de la voz para manifestar la urgencia de estas obras, los morenistas rechazaron modificar los planes de inversión para atender estas necesidades.
Además, en dicha sesión los secuaces del alcalde no se midieron en mentir cínicamente. Uno de ellos, Miguel Ángel Rojas, un vulgar palero que funge ahora como coordinador jurídico del ayuntamiento pero que siempre ha vivido pegado a la ubre gubernamental, dijo que se rompió el diálogo con los dirigentes antorchistas porque estos últimos no aceptaron el ofrecimiento de resolver las once obras prioritarias planteadas. ¡Falso de toda falsedad!
El diálogo se detuvo, precisamente, porque este sujeto, el secretario del ayuntamiento y la síndica Vania López, se negaron a convocar a una sesión extraordinaria de Cabildo para que los ediles aprobaran la construcción de estas obras, simplemente ofrecieron firmar una minuta de trabajo en donde únicamente se establecía que los funcionarios “iniciarían las gestiones” para la realización de las obras “de acuerdo a la suficiencia presupuestaria del ayuntamiento”. O sea, una verdadera vacilada.
Por si fuera poco, estos funcionarios dejaron plantados a nuestros compañeros en la “audiencia pública” que ellos mismos habían convocado para el martes doce de marzo a las cinco de la tarde, demostrando que son unos verdaderos maniobreros y mentirosos, que no tienen palabra y que son capaces de violar sus propios acuerdos sin importarles pisotear los derechos constitucionales de la ciudadanía.
En Córdoba, pues, mientras pasan los días los funcionarios municipales de Morena y los secuaces del alcalde van enseñando el cobre, demostrando que eso de que son “de izquierda” es falso, que no tienen sensibilidad ni capacidad para gobernar y que son, en palabras del presidente López Obrador, unos simples “ambiciosos vulgares” cuyo único propósito al ocupar puestos públicos es llevarse el dinero de la gente para sus bolsillos y para financiar las campañas políticas de Morena.
Una última observación, en realidad a los morenistas los tiene muy preocupados el hecho de que el justificado plantón antorchista les impide utilizar los espacios públicos para llevar a cabo actos proselitistas en favor de los candidatos de su partido; les duele darse cuenta que ellos no son los dueños de los espacios públicos y que no pueden obligar a los empleados del gobierno y a los beneficiarios de los programas sociales para llevarlos a los desangelados mítines de Morena.
Así lo dejaron claro los regidores morenistas Daniel Vázquez, Georgina Aguilar y Jonathan Rosas quienes repitieron como loros amaestrados que los colonos humildes se manifiestan porque buscan fines político-electorales. Un insulto a su inteligencia y al de la ciudadanía.
Los antorchistas han resistido las inclemencias del clima por más de diez días, durmiendo y comiendo afuera del palacio municipal, por la necesidad de obras y servicios en sus colonias y escuelas, no hay otra manera de explicar tal firmeza. Los morenistas buscan desprestigiar, pero no lo van a lograr porque nuestros compañeros saben que cuentan con el apoyo de cientos de miles de antorchistas de todo el país para hacer que su denuncia llegue a todos los rincones de México y también para realizar protestas mucho más numerosas. Esta lucha va para largo y resistiremos el tiempo necesario.
Así pues, mientras en Córdoba no se atienden las necesidades de la población, no se ejecutan obras de calidad para la gente, crece la inseguridad, no hay agua por tres meses en las comunidades de la sierra y todo se cae a pedazos, lo que sí “renace” son los negocios privados del alcalde Juan Martínez, como la clínica privada que está construyendo desde mediados del año pasado. Una verdadera sinvergüenzada. No se dejen confundir cordobeses: ¡Morena sí miente, sí roba y sí traiciona!
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