Mientras millones de mujeres salieron a las calles en todos los rincones de México para demandar una justicia que parece no llegar para ellas, el Gobierno federal, llamado pomposamente de la Cuarta Transformación y encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sigue viviendo en las nubes de su propósito electorero, permitiendo una impunidad sobrada en favor de aquellos que han atentado contra la mujer mexicana, dejando así un sello que habrá de perseguir por siempre al presidente, quien terminará su gestión sin haber movido un solo dedo para saldar esta deuda tan grave.
La 4T "les ha dado atole con el dedo" a las mujeres, porque mientras las coloca en su gabinete, él es quien continúa agrediéndolas.
En una esbozada mascarada, el Gobierno federal mexicano se ha burlado prácticamente de las mujeres mexicanas, como comúnmente se dice, "les ha dado atole con el dedo", porque mientras coloca a mujeres en su gabinete, el que sigue ordenando es él, y quien continúa agrediéndolas. Después de ver que los casos de feminicidio crecen, lo mismo que la trata y la prostitución, con sobradas agresiones en contra de quienes hoy se levantan para clamar justicia.
No se trata únicamente de contar con mujeres en el gabinete para darle un sello de equidad a su Gobierno, también se les debería haber otorgado el poder de decisión y de resolver todos los feminicidios que hoy se encuentran en los archivos, sin resolver y sin encontrar culpables.
Debía ser una mujer la que plasmara la tormentosa condición que están sufriendo ellas, las que han ocasionado su manifestación masiva por la defensa de sus derechos, por su libertad y por acabar con tantas agresiones en su contra.
Es la periodista Ana Díaz, reflejando el sentir de sus compatriotas, esgrimiendo que la deuda de la 4T es con las mujeres: “En este mes, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero con diez mujeres asesinadas cada día en México y la indiferencia de la 4T ante la gravedad del problema, se recogen testimonios en este Reporte Especial”.
Así pues, se habla de que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha importante para reflexionar sobre lo que las mujeres mexicanas han logrado en la lucha por sus derechos, pero especialmente para seguir alzando la voz por lo que aún falta, incluso en nombre de esas voces que se han silenciado para siempre. Sin embargo, en los últimos seis años, se han registrado algunos retrocesos.
El sexenio de AMLO ha estado marcado por controversias desde el inicio de su mandato, especialmente en lo concerniente a la lucha por los derechos de las mujeres. Ejemplo de ello fue el 8 de marzo de 2023, cuando en una conferencia de prensa, AMLO afirmó que su Gobierno era feminista, declaración que contrastaba con su posición de 2020, cuando aseguró que el 90 % de las llamadas de auxilio por violencia contra las mujeres eran falsas, ignorando así los registros oficiales sobre el aumento de la violencia durante el confinamiento por la pandemia de covid-19 y generando gran indignación en el movimiento feminista.
AMLO tiene una evidente dificultad para atender los problemas de las mujeres mexicanas; ha acumulado múltiples episodios y declaraciones desafortunadas que ponen de manifiesto su escaso tacto frente a lo que se ha calificado como una pandemia mundial: la violencia contra las mujeres.
En este sexenio se han alcanzado nuevos récords en cuanto a violencia de género, pero cuando se le cuestiona al mandatario sobre el tema, tiende a minimizar las cifras, siguiendo su costumbre de presumir que tiene "otros datos".
Uno de los aspectos críticos de este Gobierno es la atención a las mujeres víctimas de violencia, particularmente en lo referente a los refugios. Aunque AMLO afirmó en 2019 que el programa de refugios seguiría activo, sólo que bajo la tutela del Estado, la realidad es que en los presupuestos federales desde 2018 hasta 2024 no se destinaron recursos suficientes para este programa, provocando el cierre de esos lugares en todo el país, dejando a miles de mujeres, sus hijas e hijos sobrevivientes de maltrato a la deriva y sin protección.
Cabe destacar que uno de los grandes comercios ilegales se centra en la trata de mujeres, que se ha acrecentado en esta administración sin que se actúe a fondo en contra de aquellos que se dedican a esas actividades y que llegan al secuestro de menores de edad con tal de continuar ganando dinero.
De ahí que las mujeres desaparecidas y los feminicidios siguen siendo un tema urgente en el país, mientras que la Cuarta Transformación, sin aplicar una estrategia de seguridad eficiente, lejos de reducir las cifras de mujeres desaparecidas o víctimas, sencillamente se dedica a culpar a los gobiernos del pasado de tan tremenda inseguridad.
Porque mientras López Obrador afirma en sus acostumbradas “mañaneras” que en 2023 hubo una disminución de los feminicidios y de la violencia contra las mujeres, en la Red Nacional de Refugios dicen tener otros datos, con un incremento de ingresos de mujeres con sus hijas e hijos a los Refugios integrantes en comparación con el año 2022, del 13 % y seis por ciento respectivamente.
Además, mencionan que en los últimos seis años se han cometido 16 mil 570 homicidios dolosos contra mujeres y 5 mil 556 casos de feminicidio, siendo 2021 el año más violento contra las mujeres, niñas y adolescentes en este sexenio, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Lo cierto en todo esto es que las mujeres mexicanas no salen a las calles únicamente para ser tomadas en cuenta para conformar cargos políticos en el Gobierno federal, estados o municipios, sino para pedir a la 4T que deje de proteger a sus amigos y a quienes se dedican a transgredir lo más sagrado que se tiene en México: la mujer, que sigue siendo el motor para el avance de la nación.
Entonces, el tema principal no es que ellas hayan salido a manifestarse en las calles del país, sino que realmente se brinde justicia a quienes desde siempre han sido mutiladas y vilipendiadas, que son eco de esas voces apagadas que la 4T no ha logrado escuchar.
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