MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

IMSS y el derecho a la salud de los mexicanos (II/II)

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El IMSS funciona mal por causas propias, desde luego, pero no sólo por eso. Intentando ser justo, pero sobre todo objetivo, tengo que decir que muchas de éstas causas se encuentran en el gobierno, sobre todo del actual, con todo el desgarriate que se trae en lo económico (inflación, nulo crecimiento económico); en lo político (ataques al INE, al INAI, a la UNAM; es decir, contra la democracia, la transparencia y la ciencia); en lo social (inseguridad desbordada y en niveles históricos. crisis de salud por el mal manejo de la pandemia, fracaso del INSABI, etc.); en lo jurídico (reformas y creación de leyes a modo, o la sistemática violación a las mismas como el caso de las campañas adelantadas), en lo administrativo (con la baja recaudación, etc.)  y muchos etc., más.

Porque es innegable, visto el asunto con detenimiento, que es el Estado como aparato, ese disque ente supra social del que hablan los idealistas teóricos del derecho, el obligado a garantizar el acceso a la salud de todos los ciudadanos de una nación. Es el gobierno el que debe ocuparse porque así lo manda la Constitución, para que las cosas funcionen bien, es decir, que se cumpla y haga efectivo en los hechos el derecho a la salud de todos los mexicanos, trabajadores bajo una relación laboral o no. Y lo que pase, donde pase, es su entera responsabilidad. 

Por eso los obreros, todos los trabajadores y todos los pobres en general, debiéramos estar interesados en la política, en una política que nos permita como clase social tener la oportunidad de acceder un día al poder político y participar activamente en la toma de decisiones nacionales que afectan a toda la sociedad; pues sólo llegando al poder de la nación por parte de los interesados en que las cosas mejoren realmente, se pueden hacer (legislar) las leyes que determinen una más justa y equitativa distribución de la riqueza social; por ejemplo, mediante los cuatro puntos fundamentales que propone el Movimiento Antorchista Nacional: 1. Empleo para todos 2, Salarios remuneradores 3.- Política fiscal progresiva y 4.- Una nueva y más justa reorientación del gasto social.

Esto tiene que ser así, necesariamente, si nos atenemos a la verdad científica de que la conciencia social es el reflejo del ser social y que es, por tanto, la base económica (relaciones de producción sociales y técnicas). la que en última instancia determina a la superestructura (resto de relaciones humanas o sociales, incluidas las instituciones). Tenemos entonces que el verdadero fondo de la cuestión está en el tipo de sistema económico en que vivimos (capitalismo), llamado así porque se basa precisamente en la explotación de la fuerza de trabajo ajena asalariada para que el capital (valor que se revaloriza) pueda seguir creciendo o revalorizándose; y es el que, por tanto, condiciona el actuar del gobierno y con ello, visto a grosos modo, el mal servicio de la seguridad social que padecen los trabajadores derechohabientes del IMSS, y todo el desastre que vive en cuanto a la salud, la población de bajos recursos económicos (pobres) que en los hechos no gozamos de ésta porque no hay ni espacios, ni personal, ni atención, ni medicamentos suficientes; mucho menos con la calidad requerida y necesaria para atendernos con la mínima dignidad que establece la ley de leyes.

Está claro, por tanto, que el cambio no se dará de la noche a la mañana ni sólo porque nos quejemos de las malas condiciones existentes. Pero también está claro que es estrictamente necesario éste cambio. Para su realización se requiere que se den pasos en concreto, y esos pasos, desde mi punto de vista, empiezan por la comprensión y organización consciente de las masas, del ciudadano de a pie, en una organización que tenga claro el problema, clara la solución y sirva ella misma de instrumento objetivo para llevar a esa mayoría de la población, que somos sin duda los marginados, a la verdadera democracia que por su definición etimológica significa el poder del pueblo, al poder de la nación, para que desde ahí, con la superestructura en las manos, aprovechándonos de la relación dialéctica que implica el que ésta influya sobre la base económica, para acabar con la pobreza en México desde la raíz, desde su base económica, y construyamos una mejor sociedad alcanzando entre todos una nación más próspera y desarrollada, pero que beneficie también a todos logrando una distribución más justa y equitativa de lo producido. Sólo así, el pueblo mexicano tendrá verdaderamente acceso a la salud que necesita y está al día de hoy, sólo como letra muerta en la ley.

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