Al término del año 2022, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), dejó un serie de adeudos con proveedores por 983.3 millones de pesos, de acuerdo con datos publicados por la consultoría Mazars.
Durante el tiempo que estuvo en operación, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), también halló anomalías en el esquema de Adquisición Consolidada y Distribución de Medicamentos Oncológicos, por lo que se detectó un faltante de 751 millones 811 mil pesos, en 2021, y cuyos recursos estaban pendientes de comprobar.
Este es uno de los también proyectos fallidos de Morena, en su afán de acabar de tajo con lo creado por administraciones pasadas; en este caso, del Seguro Popular, aunque esta institución cumplía su función y ayudaba a la población. El Insabi ocupó su lugar con bombo y platillo.
El Seguro Popular desapareció en enero de 2020, desaparecieron también todas la unidades médicas y módulos de afiliación.
El argumento de Morena y Andrés Manuel López Obrador para desaparecer al Seguro Popular y que entrara en vigor el Insabi, fue que eliminarían a un instituto al que consideraban deficiente. Y en muy poco tiempo tuvieron que tragarse sus palabras porque lo que vimos inmediatamente cuando entró en vigor el Insabi fue un aumento descomunal en el cobro de cuotas en los hospitales, en vez de que estas desaparecieran, como fue la promesa de AMLO.
En 2019, la población afiliada al Seguro Popular era 10 veces mayor que en 2004, cuando el programa se implementó, pues en 2019 ascendía a 52 millones de personas afiliadas, o sea cuatro de cada 10 mexicanos contaban con Seguro Popular.
El fracaso concreto y anunciado del Insabi, confirmó lo que varios expertos preveían y que se lo dijeron en su momento a López Obrador, en 2018: “reemplazar el Seguro Popular sin contar con un plan concreto y con presupuesto para ofrecer servicios de salud a la población sin derechohabiencia, era un error garrafal”.
El Seguro Popular por supuesto que tenía problemas, pero estos podían ser arreglados, sin embargo, los arrebatos de AMLO, que odia todo lo que opaque su fallido gobierno, por eso le dio un plumazo al Seguro popular y se sacó de la manga al Insabi, que ahora ha fracasado y ha dejado deudas exorbitantes, prueba de la ineficiencia del gobierno en turno.
López Obrador se ha dado a la tarea de tirar a la basura y de borrar de un tajo a una gran institución. Con el Insabi se dejaron de realizar 40 millones de consultas externas, más de 7.5 millones de consultas de alta especialidad, 1.3 millones de mastografías, 1.6 millones de papanilocaus, 15 millones de mexicanos dijeron un incremento hasta en un 40 % el costo en servicios de salud.
Estamos muy lejos, años luz de contar con un sistema de salud como el de Dinamarca.
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