Trece días sin trabajo, sin comida: así se encuentran miles de sinaloenses ante los terribles hechos violentos que están ocurriendo en todo el estado.
Desde el lunes 9 de septiembre, la población vive con miedo; hay familias que no han podido salir a trabajar para llevar un plato de comida a sus mesas, y algunos arriesgan su vida porque, si no lo hacen, no comen.
Las autoridades deben reconocer la gravedad de la situación en Sinaloa, donde la inseguridad y la falta de alimentos están afectando a miles de familias en su día a día.
A esto se suma la difícil situación económica del país, que golpea a miles de mexicanos por los elevados costos de la canasta básica. En días normales, su salario mínimo no es suficiente para los alimentos prioritarios, pero la situación es aún más crítica para las familias con empleos informales.
En lo que va de la semana, alrededor de dos mil empleados de la capital han presentado su renuncia tras los hechos de inseguridad que se han registrado en la entidad; sólo el 10 % de los negocios del centro abrieron, aunque continuaron las jornadas violentas.
Si los costos de los productos alimenticios son altos en condiciones normales, ¿subirán aún más durante la escasez? ¿Qué propuestas tiene el gobierno ante esta crisis en las distintas comunidades, municipios y colonias?
Recientemente, integrantes del Movimiento Antorchista entregaron oficios a las dependencias gubernamentales estatales y municipales, solicitando apoyos alimenticios, leches, pañales, kits de limpieza, entre otros, para los municipios de Culiacán, Elota, El Dorado y diversas sindicaturas.
Las tiendas locales no tienen productos, pues no hay proveedores, y no se sabe hasta cuándo estará esta situación. Se ha evidenciado una falta de voluntad para atender estas necesidades, así como discriminación en la entrega de apoyos.
El gobernador, Rubén Rocha Moya, y el Secretario de Seguridad Pública, Gerardo Mérida Sánchez, lejos de preocuparse por la seguridad de los sinaloenses, han hecho declaraciones que ponen en riesgo a las familias, afirmando que "Sinaloa está tranquilo; no hay enfrentamientos".
Además, la Sepyc no canceló clases presenciales, ignorando la inseguridad y poniendo en riesgo a los estudiantes. Por su parte, AMLO desestimó los sucesos en Sinaloa, y aseguró que todo está controlado.
Es evidente que las autoridades de la 4T han perdido el control, y si realmente todo estuviera tranquilo, ¿por qué se cancelaron las fiestas patrias? La población vive atemorizada.
Nuevamente queda en evidencia que el discurso del presidente es falso; la delincuencia y la inseguridad no disminuyen, su estrategia de paz no ha funcionado, la pobreza aumenta, y la educación y la salud en México no están a la altura.
A pesar de las afirmaciones del presidente sobre el sistema de salud, la realidad es muy diferente para quienes lo conocen.
El Movimiento Antorchista solicita a los tres niveles de Gobierno: Presidencia, Gobierno del estado y Presidencia municipal, a cargo de Juan De Dios Gámez Mendívil, que atiendan urgentemente la seguridad y resuelvan las necesidades de los sinaloenses que requieren apoyo.
Exigimos entrega de alimentos sin distinción, asegurando que todos los ciudadanos sean atendidos por igual. Hacemos un llamado al pueblo de Sinaloa a organizarse en Antorcha y luchar juntos por mejorar la calidad de vida de todos.
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