La delincuencia es uno de los males generados por el actual modelo económico porque hay menos oportunidades para acceder a la educación, a un empleo digno y bien remunerado; además, la falta de servicios en las zonas más humildes ha generado problemas sociales cada vez más graves. La delincuencia en todas sus modalidades se ha desatado.
En el municipio de Chimalhuacán, Estado de México, aumenta la delincuencia en todos los rubros, como consecuencia se ha posicionado como el municipio en cuarto lugar de inseguridad a nivel estatal: de los 11 parámetros que califica el Semáforo Delictivo Estatal, 8 están en rojo, 1 en amarillo y 2 en verde, todos los delitos afectan severamente a la población.
Los datos del mes de mayo están de la siguiente manera: se realizaron 26 denuncias de extorsión, 16 de narcomenudeo, 166 de robo a vehículos, 32 robo a casa habitación, 98 en negocios, 26 violaciones, 161 lesiones, 157 de violencia familiar. Los delitos aumentaron notoriamente: al día se comenten 5 robos de vehículos, 3 robos a negocios y 5 personas sufrieron lesiones, son los delitos que se denunciaron y están registrados en el Semáforo delictivo estatal, sin contar todos los que se cometen y quedan en el anonimato.
Entre las zonas más peligrosas se encuentra el barrio de Acuitlapilco, en donde se comete robo a negocios y transeúntes, en la cabecera municipal se registran más robos de vehículos. Una de las causas es la falta de alumbrado público y también la falta de presencia de la seguridad pública, factores que propician el ambiente idóneo para la delincuencia.
Los asaltos, lesiones y violencia familiar han aumentado, se presentan en promedio 6 delitos diarios. Las personas están más estresadas porque los problemas de inseguridad aumentaron: en el mes de mayo, cuatro mujeres desaparecieron, se presentó la muerte de una menor por un paro cardíaco al ser asaltado en el transporte donde viajaba; diariamente se registra un robo a negocios. La resultante de todo esto es que la población se siente más insegura.
El municipio se encuentra colocado en el lugar número 4 de inseguridad en todo el Estado de México, por encima se encuentran: Atizapán de Zaragoza, Coacalco de Berriozábal y Chalco, a pesar de que la presidenta municipal, Xóchitl Flores Jiménez, anunció pomposamente la integración de más de 100 elementos policíacos, 150 cadetes y 50 patrullas para, dijo, dar protección de la ciudadanía; sin embargo, la población sigue siendo victima de la delincuencia.
Las alarmas vecinales han dejado de funcionar, los llamados de auxilio no se atienden, la presidenta municipal, Xóchitl Flores Jiménez, emanada de Morena, hace caso omiso a las denuncias de la población. O sea, la delincuencia ha encontrado en esta administración de extracción morenista el ambiente idóneo para hacer de las suyas.
Ante este terrible panorama, la población se da cuenta del daño que le está haciendo la actual gobernante pues sus resultados dejan mucho que desear: la parte más sensible pues en verdad que ni a Xóchitl Flores ni a su partido, Morena, no les interesa la seguridad de la gente.
La población se está dando cuenta de sus las malas decisiones. Nadie experimenta en cabeza ajena, dice el refrán, pero es una lástima que la población tenga que sufrir para ver sus errores.
Ni modo, sólo así se aprende, son los propios habitantes los que pueden cambiar esta situación, eligiendo mejor a sus representantes y participando en el desarrollo y progreso de su comunidad. La oportunidad está por llegar, el pueblo debe elegir mejor a sus gobernantes, pues ya se dio cuenta que Morena es puras promesas, pero nada de resultados.
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