El tema de la inseguridad es un asunto ya muy viejo en México, sin embargo, en los últimos años este problema se ha intensificado al grado de que, en todo el territorio nacional, sea en una ciudad o cualquier municipio, por muy apartado que esté de las grandes urbes, los ciudadanos, al salir a las calles, siempre van con el temor de ser una víctima de la delincuencia.
Todos los días, leemos y vemos en los noticieros televisivos y en las paginas de las redes sociales hechos violentos que, poco a poco, se esta volviendo algo común entre los mexicanos, lo cual esta muy grave, pues la población en general está perdiendo esa sensibilidad de no preocuparse ante los problemas sociales que estamos viviendo no solo los mexicanos, sino a nivel mundial. Y lo peor es que, algunas personas no alcanzan a identificar la verdadera causa de la violencia, aun en los países que se autoproclaman defensores de los derechos humanos, como es el caso del vecino país del norte, donde jovencitos, casi niños tienen acceso a cualquier tipo de armas y perpetran masacres que horrorizan a cualquier persona.
Quiérase o no, la verdadera causa de esta situación de violencia es originada por la desigualdad social, por la mala distribución de la riqueza social, por la gran diferencia que hay entre los que mas tienen y los que tienen muy poco o casi nada para vivir honradamente; en otras palabras, es el sistema político y económico el generador de un puñado de individuos que acaparan toda la riqueza, mientras que por el otro lado millones de seres viven en la mas cruel pobreza, no precisamente por ser flojos, al contrario ellos son los generadores de la riqueza que acaparan los primeros, los dueños de los medios de producción. Por otro lado, la existencia de un estado cuya forma de gobierno y sus políticas sociales están diseñadas para favorecer a las clases pudientes, mientras que al pueblo les da migajas, pero nunca educación, fuentes de empleo, salud.
Esta es una característica de los gobiernos de nuestro país, cuya clase política ha sido la misma desde hace décadas, solo han cambiado de color, de tricolores a amarillos y azules y en los últimos años ha sido la moda de pintarse de guinda; es decir, de priistas antes, panistas, perredistas, ahora son morenistas, pero en esencia, son los mismos actores, al servicio de una clase social, y mientras sigamos así, la violencia nunca se va acabar, porque no se combate la causa, que es la desigualdad social y aunque el presidente lo repita, que está combatiendo la pobreza mediante la entrega monetaria directa a las familias mas vulnerables, no es cierto, eso es compra de voluntades y de votos, pero no combatir la pobreza.
Una muestra muy clara de que se quiere tapar el sol con el dedo son las acciones que el gobierno de la 4T ha implementado para combatir la delincuencia, con las prédicas morales, dice el presidente “abrazos y no balazos” “pórtate bien o te acuso con tu abuelita” o “los delincuentes son seres humanos”. la realidad ha demostrado que eso es un engaño, lo mismo que militarizar al país con el ejército y la guardia nacional. En lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se han registrado 149,791 homicidios, solamente en el mes de mayo, hasta el 20 han asesinado a 13,700 personas de los mas diversos estratos, lo mismo a personas comunes que a servidores públicos de todos los niveles, tanto políticos como delincuentes. La historia registrará a esta administración como la mas sangrienta de los últimos tiempos.
En el Estado de Guerrero, en los pocos meses que lleva gobernando Morena todos los días se han dado hechos violentos, principalmente en las dos ciudades más importantes de la entidad, Acapulco y Chilpancingo, municipios gobernados por alcaldesas morenistas. Igual que el presidente de la republica al no tener claridad de las causas de la violencia dicen que ésta tiene causas fuera de la sociedad, según la Abelina López Rodríguez, presidenta municipal de Acapulco es el calor la causa de tanta violencia en el puerto y en Chilpancingo, capital del estado, la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez ya le dicen la presidenta pachangas, de tanta fiesta que organiza, pero no ha sido capaz de frenar la ola de violencia que se ha desatado en esta ciudad, al grado que han incendiado locales del mercado municipal y prácticamente la delincuencia tiene el control del comercio, como el caso reciente de la escasez de la carne de pollo y las verduras, provocado por tener el control absoluto de la producción por grupos delincuenciales quienes controlan la producción y la distribución del alimento y la autoridad brilla por su ausencia, esa es la forma de gobernar de Morena.
La realidad es que la ola de violencia ha estado incrementándose prácticamente en todo el país y es casi imposible que se frene, aun aumentado el número de efectivos de la guardia nacional. Otra prueba definitiva que demuestra que la violencia no se combate con más policías, es el hecho que México es el único país en el mundo que tiene diversos tipos de policías, mismos que han perdido la credibilidad y la confianza de la ciudadanía, pues éstos en presencia de cualquier cuerpo policiaco se sienten mas inseguros. Hay algunos cuerpos policiles que ni siquiera están regulados por ninguna autoridad civil, es el caso de la policía comunitaria que se encuentra fuera de control existiendo la duda de realmente a quien sirve, si a los ciudadanos o a los grupos criminales, pues muchos grupos armados que se autoclaman policía, han perdido la esencia de la autentica policía comunitaria, derivado de los usos y costumbres de los pueblos originarios.
Así como están las cosas y con la actitud del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, una cosa debe de quedarnos bien clara, la situación de inseguridad está creciendo más, en lugar de disminuir, pues este gobierno que prometió hacer de México un paraíso, esta convirtiéndolo en un auténtico infierno; no solamente nos han robado la paz y tranquilidad, sino también el derecho a la educación, nos han negado el derecho a la salud y el derecho a la vivienda. Por eso, a las clases más desprotegidas no nos queda otro camino que organizarnos en un partido y luchar por conquistar el poder político para cambiar el modelo económico neoliberal y hacer de esta patria mas justa y equitativa para todos los mexicanos.
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