Para desgracia del pueblo de México, nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó la pandemia y provocó un daño enorme que se contabiliza en decenas de miles de fallecidos, según las cifras oficiales más de 164 mil. Desde hace tiempo muchas voces se alzaron para decir que se ocultaban las cifras reales, porque solo contabilizaron los que fallecieron en un hospital; pero, según datos del Inegi, solo de enero a agosto de 2020 son 46% más y aún no se veía un contagio masivo, como el que está ocurriendo en enero de 2021, a todos en estos día nos consta de un vecino o de un conocido que murió en su casa, pues por la falta de camas con respirador no encontraron lugar o no fueron al hospital, por el temor que por falta de medicamentos mueran sin poder despedirse de sus seres queridos.
Además de negarse a destinar más recursos para atender la emergencia, aunado a defender a ultranza al doctor Hugo López-Gatell, quien está demostrando ser un pésimo doctor, no ha manejado ninguna estrategia para detener la pandemia, solo ha estado contabilizando el número de muertos. No ha hecho ningún caso a los llamados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien recomendó realizar pruebas para poder aislar a los contagiados, además poner en cuarentena a quien estuviera en contacto con algún contagiado, nunca se decretó el aislamiento para quien viniera de viaje de Europa o de los Estados Unidos, además de que no quisieron destinar recursos para hacer pruebas gratuitas.
El Movimiento Antorchista realizó una campaña de solicitud de apoyos alimentarios para que la gente pudiera estar en sus casas, lo que fue ignorado. También ignoró a las microempresas, que suman más de 4 millones y se negó a dar algún apoyo para su rescate, lo que tuvo por resultado que la cifra de desempleados creciera y provocó una caída de menos 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Sin más se regresó a la nueva normalidad, sin exigir que se usara cubrebocas, sin que se tomaran las medidas de sana distancia en los trabajos, por lo que la gente relajó cualquier medida, y ahí tenemos las consecuencias, lejos de aplanar la curva, ésta ha ido en ascenso. Con las vacunas todos tenemos la esperanza de ser inmunizados, pero se está haciendo uso político de las mismas, de las pocas que se recibieron donadas por Pfizer, en lugar de vacunar al personal de salud, ya vacunaron a los servidores de la nación, que son los activistas de morena, que están cobrando del erario público para hacer proselitismo político a favor de AMLO, de Morena y del proyecto de la Cuarta Transformación; las vacunas están siendo utilizadas para fines electorales. Primera tarea: desenmascarar a morena, que está utilizando la vacunación para obtener votos.
México está en un deshonroso tercer lugar de muertes por covid-19 en el mundo, además de que Estados Unidos y Canadá cerraron sus fronteras para México, son consecuencia de los gravísimos errores del manejo de la pandemia que nos coloca en el último lugar del mundo, somos el peor país para vivir en tiempos de pandemia.
Morena no sabe gobernar. La segunda tarea urgente es hacerle claridad a los adultos mayores, a los jóvenes, a los obreros, a los estudiantes, a los campesinos, a las amas de casa, a los profesores, a los abogados, a los médicos, etc., de que debemos unirnos para salvar al país y la oportunidad se nos presenta este 6 de junio, donde se elegirán presidentes municipales, diputados locales y diputados federales, para que estemos muy atentos para elegir gente que tenga criterio propio, que no sean fieles seguidores del asesino por omisión que nos gobierna actualmente. No otorgar ningún voto a Morena ni a sus partidos satélite (PT, PES, PVEM, RSP). Necesitamos representantes que defiendan los intereses del pueblo, para que el Congreso de la Unión, defienda el uso correcto del Presupuesto de Egresos de la Federación, porque ahora la Cámara de Diputados está conformada por mayoría morenistas y han venido aprobando el presupuesto de la nación por lo menos en los dos últimos dos años, sin tomar en cuenta las necesidades del país, no se han incrementado los recursos a la salud, a la educación, a la realización de carreteras, no hay recursos para ampliación de redes eléctricas, para pavimentar calles, para poner drenaje, para apoyos a la vivienda, sólo han privilegiado las obras que por capricho del presidente de la República se están realizando: el Tren Maya, la refinería y el aeropuerto de Santa Lucía, son los recursos de todos los mexicanos, por tanto tenemos derecho a que se realicen las obras que beneficien a todos.
Por último, otra tarea y quizás la más importante es hacerle claridad a la gente sobre el problema fundamental en nuestro país y del mundo capitalista, este problema es la pobreza en la que se debate el 80% de los mexicanos, que es precisamente esa población quien tiene que exigir una mejor distribución de la riqueza, para lograrlo es necesario la organización del pueblo, los cambios de la sociedad tienen que realizarlos la sociedad organizada, tienen que hacerlo las grandes masas de campesinos empobrecidos, los jornaleros agrícolas, los obreros, los estudiantes y los profesores, etc., etc. en una gran unión. Es de suma importancia reconocer el mal para que el tratamiento para curarlo sea el más eficaz, es necesario que se den cuenta que los males del país como la delincuencia organizada y no organizada, la violencia contra las mujeres, la criminalidad, son producto de la mala distribución de la riqueza; es necesario construir una patria más justa que no es una tarea fácil, pero si la emprendemos con decisión más temprano que tarde lograremos nuestro objetivo. En el Movimiento Antorchista nos hemos propuesto lograrlo. Organízate y lucha con nosotros.
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