El aumento al precio de la tortilla es un problema nacional, ya que ha afectado negativamente la economía de la inmensa mayoría de las familias mexicanas, sobre todo, de las más vulnerables. Siete de cada 10 mexicanos creen que puede llegar a poner en riesgo la estabilidad social del país.
Ante esta situación, el antorchismo nacional sostiene que la mala política que sigue aplicando el presidente Andrés Manuel López Obrador y su Cuarta Transformación no han logrado nada en los hechos para demostrar que ellos sí pueden cambiar el rumbo, y no es a manera de reto, pero sus discursos cotidianos están repletos de positivismo, pero lo único que hemos visto es que las condiciones del país y de los trabajadores cada vez empeoran más. Las políticas sociales de López Obrador se han limitado a repartir dinero a diestra y siniestra, justificado en el apoyo a la economía de las familias, pero estos programas ya demostraron que no disminuyen ni en 1% la pobreza del país. Con las becas, López Obrador quiere contrarrestar los estragos de la inflación.
Ahora, el precio de la tortilla registró un alza en sus precios de hasta 4%, de enero a febrero de 2023; esto de acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC). “Al ser la tortilla un alimento básico en la dieta de la mayoría de los mexicanos, cualquier elevación en el precio repercute negativamente en la economía de las familias. Lo anterior se refleja en que el 43% de las personas señala que ha sido muy afectada por el incremento en su precio y el porcentaje se eleva al 56% entre las familias que ganan menos de $2,400 pesos al mes”.
Lo que queda de manifiesto es que aún no se tiene una economía sólida. El encarecimiento de la tortilla, alimento fundamental en la dieta de los mexicanos, es igual o más doloroso que el del huevo. Sobra decir que nuestro país tiene la cultura del consumo del maíz.
Pongamos en contexto la elaboración de la tortilla. La que elaboran los pequeños productores y la que producen las cadenas comerciales. Industriales de la masa y la tortilla, dicen al respecto: “Aún y cuando el producir un kilo de tortilla tiene un costo promedio de entre 20 y 21 pesos, tiendas de autoservicio lo llegan a comercializar en 13 pesos como un gancho para atraer a consumidores, lo que afecta a las tortillerías tradicionales.”.
El director de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), José Guerrero Alderete, expuso que las grandes cadenas comerciales pueden perder con la venta de la tortilla, ya que su precio real va de los 23 hasta 27 pesos el kilo, pero ganan al llevarse los consumidores otros 20 artículos más, lo que genera la quiebra de los negocios pequeños. “se trata de una competencia desleal, pues no es justo que grandes compañías le pierdan al producto que uno hace, con el fin de atraer a la gente para que adquieran otros productos con los que recuperarán las pérdidas”.
En el capitalismo se vive una lucha fatal entre productores, desde el más grande hasta el más pequeño, la competencia es su condición de supervivencia, y es más que evidente que una tortillería ordinaria no puede competir contra cadenas comerciales en todo el país. Por eso, al final de esta catástrofe provocada por el incremento de la tortilla, cientos o miles de pequeños negocios de las tortillas habrán quebrado, sumando a las filas de los desempleados a millones de mexicanos.
Los problemas sociales lejos de ser cada vez menos, son cada vez más. El gobierno de López Obrador no lo va a resolver; primero, porque su eje central de gobierno es acabar con la corrupción y no con la pobreza y la desigualdad. Y segundo, porque ya solo le queda un año y meses de gobierno. Se fueron ya cinco años tratando de gobernar, y lo único que ha provocado son desastres sociales.
Lo que el pueblo de México necesita es fundirse en una verdadera organización política donde los trabajadores se preparen para tomar las riendas del país en sus manos y hagan de México un país justo para el pueblo. Esperar a que Morena y la 4T transformen al país, sería el peor error que pudiéramos cometer, pues ya demostraron que para lo que son buenos es para crear crisis sociales y económicas.
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