Desde hace algunos días, se habla de un tema que ha hecho que el presidente López Obrador no la pase nada bien, pues el periodista Carlos Loret de Mola, de Latinus en colaboración con Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI), revelaron que la casa en la que vivió el primogénito de AMLO, José Ramón López Beltrán en Houston entre 2019 y 2020, es propiedad de un alto ejecutivo de la empresa Baker Hughes, que tiene contratos con el gobierno de López Obrador (posible conflicto de interés) por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex (Latinus).
Y es que, no es para menospreciar semejante golpe mediático, pues en caso de que el mandatario no respondiera y aceptara todo lo que se dijo al respecto, no haría más que darle credibilidad al periodista. Como era de esperarse, el tema fue tratado en las mañaneras, a lo que López Obrador se limitó a contestar que su hijo era quien debía responder, pues “ya estaba grande”, a lo anterior también agregó que “al parecer la señora tiene dinero”, respuestas con las que intentó frenar el escándalo, sin tener éxito en su cometido.
El tema hizo enojar bastante al presidente, pues las fotos muestran que es una residencia llena de lujos y excentricidades, algo que va en contra de lo que el mandatario tanto ha pregonado durante muchos años, vivir sin cosas ostentosas, en la medianía y cosas por el estilo. Además de que es bien sabido, que, si algo detesta el presidente, es que se le cuestione, que se le exhiba, que se le lleve la contraria. Aquellos días gloriosos en los que se le veía feliz en la mañanera, han quedado atrás, las risas burlonas del pasado se han convertido en reclamos.
Y es que nunca se le había visto tan molesto al presidente como lo ha estado en los últimos días, su rencor hacia el periodista Loret de Mola fue tanto que hace unos días exhibió públicamente los supuestos ingresos de este último, violando el principio de legalidad con el que debe conducirse el mandatario por la investidura que representa (sin meternos en el terreno legal, que muy seguramente también violentó la ley). Acción que hizo que el escandalo fuera aún mayor, pues diversos medios de comunicación se manifestaron en contra de las acciones del presidente.
No se sabe con certeza si los datos presentados sobre los ingresos de Loret de Mola son fidedignos, sin embargo, en el fondo, la intención del presidente no cambia: si son datos reales, estaría violando la ley de protección de datos; si son datos inventados, indudablemente buscaría calumniar y difamar al periodista. En ambos casos, con la misma intención de destruir al adversario poniéndolo en riesgo, pero aún, en el país más peligroso del planeta para ejercer el periodismo (31 periodistas han sido asesinados en lo que va de su administración).
Los escándalos no terminan, pues hace apenas unas horas el primogénito de AMLO difundió un escrito donde aclaraba que desde el 2020 trabaja como asesor legal de desarrollo y construcción para la empresa KEI Partners donde gracias a ese empleo obtuvo su visa de trabajo. Agregando que no tiene ninguna injerencia en el gobierno de México y que es un ciudadano privado. “Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés”. “Les pido respeten mi vida privada y la de mi familia”, indicó José Ramón López Beltrán y dejando como referencia la liga de la empresa donde labora.
Ese no es el problema, aquí viene lo bueno, pues resulta que algunos socios de la empresa KEI Partners, son hijos de Daniel Chávez Moran de Grupo Vidanta (vía Reporte Índigo), quien a su vez es asesor de AMLO (otro posible conflicto de interés). Y por si lo anterior fuera poco, hace no mucho tiempo, se dio a conocer también que la página de internet de la empresa fue creado apenas el sábado, un día antes de la declaración de López Beltrán, vaya escándalo con el que tendrá que seguir soportando el presidente de la república. Esperemos la respuesta de AMLO en las próximas mañaneras.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario