El 15 de agosto del presente año, Claudia Sheinbaum Pardo recibió la constancia que la acredita como presidenta electa, inmediatamente después de recibirla, anunció que la Unidad del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (USICAMM) sería disuelta y en su lugar implementaría un nuevo sistema educativo más inclusivo, sin caer en viejas prácticas a decir de ella.
Para quien no la conoce, la USICAMM es la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros, es un órgano administrativo descentralizado con autonomía técnica, operativa y de gestión adscrito a la Secretaría de Educación Pública para coordinar la asignación de plazas para los docentes de escuelas públicas, desde preescolar hasta bachillerato, misma que fue creada en 2019 en la administración de Andrés Manuel López Obrador con ayuda del Congreso Federal.
En México, el plan educativo no tiene ni pies ni cabeza, los encargados de hacerlo están más ocupados en llenar su botín y asegurar su permanencia por otros 6 años, ahora en el segundo piso que horrorosamente construye la 4T.
La USICAMM contrasta con los alardeados principios de la 4T de Andrés Manuel López Obrador, ya que miles de maestros la consideraban corrupta, injusta, nociva y obsoleta. La USICAMM, en el gobierno del paladín de la esperanza de México, era la verdadera esencia del gobierno de la 4T, invadida de corrupción debido a que los funcionarios de este sistema educativo operaban la entrega de plazas y horas a su mejor postor, además de ser un sistema que imposibilitaba el crecimiento de los docentes porque asignaba horas adicionales lejos de los lugares de trabajo, exagerado número de horas de cursos solicitados, experiencia laboral que los recién egresados no podían cumplir, asignación de plazas temporales con la promesa de entregárselas en un futuro, misma que nunca se cumplía.
Llaman la atención las palabras de la presidenta electa al referirse a la creación de un nuevo sistema educativo que tome en cuenta a los maestros y maestras y sin caer en viejas prácticas de corrupción. Acepta entonces que antes, en la administración que la antecede no los incluía y que había corrupción.
Para nadie es un secreto el viacrucis que los trabajadores de la educación tienen que vivir, no de ahora, desde siempre y que este también se ve reflejado en los pésimos resultados que presenta México en los diferentes organismos internacionales encargados de evaluar el desempeño académico de niños y jóvenes de los diferentes países.
En México, el plan educativo no tiene ni pies ni cabeza, los encargados de hacerlo están más ocupados en llenar su botín y asegurar su permanencia por otros 6 años, ahora en el segundo piso que horrorosamente construye la 4T.
Dudo mucho que el “Nuevo Sistema Educativo” que se edificará sobre los escombros de la USICAMM sea una solución para los trabajadores de la educación en México, ojalá y me equivoque.
De no ser así, a los maestros no les quedará otra que organizarse y conformar un frente de lucha con sus hermanos de clase que reivindique la dignidad y derechos de los trabajadores de la educación y de la educación misma de niños y jóvenes de nuestro país.
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