La cuarta ola de Covid-19 azota desde hace tres semanas a todo el país y el gobierno federal, las autoridades de salud de la 4T impávidas, indiferentes y ocurrentes, todos actuando en su obra de teatro, “La trágica 4T”. Mientras el número de contagios con la nueva cepa, azota y daña a la mayoría de las familias mexicanas. Si no han aumentado aún más las cifras oficiales es porque no se han aplicado las pruebas suficientes, debido al elevado costo se vuelven inaccesibles para el bolsillo de un sector mayoritario de la población; a veces se prefiere aislarse y no salir de casa, en la mayoría de los hogares se encuentran millones de personas padeciendo síntomas, recuperándose como puedan, tomando remedios caseros, no porque los recomiende el señor presidente, sino porque no tienen para medicamentos caros, en las farmacias públicas no los hay, los hospitales públicos no tiene personal médico para atender a los humildes cuando van a pedir atención médica. Sabemos que lo descompuesto e ineficiente del sistema de salud es un problema histórico, pero el cómo se enfrentó y se ha enfrentado la pandemia en su totalidad es responsabilidad del gobierno actual.
Un país donde su presidente recomienda a sus gobernados para enfrentar la pandemia y curarse, varios remedios caseros, como; aspirina, limón, miel, caricias de VapoRub y paracetamol, sus gobernados deben tomarlo como una ofensa, una bofetada para todos aquellos que nos hemos enfermado, una, dos o tres veces, que no encontrábamos los medicamentos en ninguna farmacia, no había dinero para comprar medicamentos, no había lugar para hospitalizarnos, que por estas u otras situaciones las miles de familias perdieron uno, dos o tres seres queridos, para todos aquellos que padecieron alguna situación lamentable y de emergencia durante las cuatro olas de Covid-19, es una burla y un acto imperdonable, las recomendaciones médicas que da el presidente. En esta cuarta ola de Covid-19 la gente la ha enfrentado a su suerte, porque las recomendaciones sanitarias de las autoridades de salud al pueblo trabajador, son absurdas y ridículas, por ello hemos criticado en varias ocasiones —y esta no será la última—, que la falta de planeación sanitaria para combatir el virus por parte de las autoridades ha sido un rotundo fracaso.
En los laboratorios públicos y privados hay filas de ciudadanos que están en espera de aplicarse una prueba, razón por la cual se están agotando y encareciendo, realmente esta no es la solución para evitar la propagación de la pandemia, cuando los contagiados se dan cuenta que tienen el virus en el cuerpo, ya han viajado, caminado, dialogado, convivido con decenas o cientos de personas. Estas malas decisiones y acciones son las que nos tienen en jaque en cada ola de la pandemia, por eso afirmamos que las recomendaciones, acciones y estrategias implementadas por las autoridades políticas y de salud del país, son las responsables de todos los estragos, pésimos resultados y terribles consecuencias que los sectores sociales más desprotegidos están padeciendo. Nuestro sistema de salud esta desmantelado, no hay doctores, enfermeras, medicamentos suficientes en todos los estados.
En las últimas semanas, como consecuencia de la cuarta ola de la pandemia las empresas públicas y privadas han tenido que padecer la ausencia de hasta un 70% de faltas de sus trabajadores, una de ellas fue Mazda en Hermosillo de 22 trabajadores llego a tener 16 contagiados al mismo tiempo, el Hospital General en Hermosillo en algunas áreas como en farmacia de 12 trabajadores llegaron a estar contagiados 8, en el organismo de Agua de Hermosillo hay varios contagiados, en la última semana en la mayoría de las familias había personas con síntomas de gripe, que no pudieron hacerse la prueba por falta de recurso. Las consecuencias de la actual ola son de diversa índole y sus efectos se seguirán sintiendo en las próximas semanas. Para nadie es desconocido, todas las ramas de la producción se están viendo afectadas, la educación en todos los niveles educativos, etc. Son millones de trabajadores que tienen los síntomas pero que no tienen para hacerse la prueba, comprar medicamentos, dejar de trabajar en su empleo informal, por eso no tenemos cifras aún más escandalosas de aumento de contagios por día -más todavía de las que de por sí ya tenemos-. Todos sabemos que no se puede enfrentar de la misma manera la pandemia en un palacio que en una choza o casa humilde donde se vive en hacinamiento, sin medicamentos ni alimentos. Las ocurrencias con que se enfrentó la contingencia son producto de un gobierno incapaz, incompetente, insensible que antepone sus intereses políticos partidistas a los beneficios de las mayorías.
Los mexicanos no debemos olvidar todo el viacrucis que hemos padecido y seguimos padeciendo durante casi 21 meses de pandemia, el tener que salir adelante con nuestros propios esfuerzos, sin ningún apoyo gubernamental, no debemos olvidarlo nunca, todas las enseñanzas y aprendizajes de las horribles vivencias y secuelas que ha dejado la pandemia en cada uno de nosotros, nos deben de orientar para no volver a llevar al gobierno funcionarios incapaces e insensibles, debemos aprender a diferenciar y elegir a los candidatos, porque el que vota con el estómago paga las consecuencias con su propia vida. Las pandemias no las podemos predecir, evitar, ni prevenir, pero el volver a tener malos gobernantes sí. Pues aprendamos la lección, compañeros.
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