MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Inseguridad, violencia y homicidios en la 4T

image

A pocos meses de concluir el mandato presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como gobernante de México, ya hay pocas acciones que pueda emprender para cambiar el resultado de su gestión. Por más esfuerzo que se realice para presentar un resultado halagüeño, los números de su gestión están muy alejados de los Índices de Bienestar, una serie de datos estadísticos hechos a modo para cosechar elogios y obnubilar la mente de sus seguidores y de un auditorio cada vez más alejado del análisis crítico de la realidad: no se encuentra un dato duro que hable del éxito de su gestión y de su cacareada 4T.

El único éxito visible, pregonado por el mismo presidente, es el aumento de la riqueza de los multimillonarios, merced a sus buenos oficios para mantener a los trabajadores sometidos al dictado de las reformas a la Ley Federal del Trabajo promovidas por el Gobierno morenista, en beneficio del aumento de las fortunas de los megarricos.

“La fortuna total de los catorce ultrarricos mexicanos, aquellos con más de mil millones de dólares de riqueza, aumentó hasta casi duplicarse desde el inicio de la pandemia. En particular, Carlos Slim es hoy el hombre más rico de la región, con una fortuna mayor que los otros trece ultrarricos mexicanos juntos. La fortuna conjunta de Carlos Slim y Germán Larrea creció en un 70 % durante los últimos cuatro años, hasta representar casi seis de cada 100 pesos de la riqueza privada en el país, cifra equivalente a la riqueza de la mitad de la población más pobre de América Latina y el Caribe, unas 334 millones de personas” (El monopolio de la desigualdad, OXFAM, 23 de enero de 2024).

Fuera de este “éxito”, no hay historias macroeconómicas de las que se pueda ufanar el inquilino de Palacio Nacional. Como consecuencia, el otro lado de la moneda nos muestra un incremento de los pobres.

Los datos oficiales dicen que el 36.3 % (Inegi, 2023), cuarenta y seis millones, de mexicanos viven en pobreza; sin embargo, el economista Julio Boltvinik cuestiona los métodos de evaluación y, con datos en mano, afirma que en México “tenemos 96.6 millones de pobres, con un dato analizado del Coneval, si quitamos la trampa semántica de llamarle vulnerables, eso significa tres cuartas partes de la población del país” (Canal 6, 11 de agosto de 2021).

AMLO y su 4T le mienten a la nación; el número de pobres es el doble de lo que reconoce y se ufana como un éxito de su gobierno. Si la lógica y la física no fallan, si de un lado hay ricos, su riqueza viene de hacer más pobres, la teoría de los espacios.

Una de las consecuencias del aumento de la pobreza es el incremento de los actos criminales, como le mostró Engels, con dificultades, a Dühring, el tozudo filósofo y economista alemán.

Si juntamos esto con la política de “abrazos y no balazos”, desgraciadamente, ha resultado un licuado mortal que ya lleva, hasta marzo de 2024, el sexenio con más asesinatos acumulados de todos los tiempos: 173 mil 378 muertes, hasta marzo de 2024, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, muy superior a los 156 mil en todo el Gobierno de Peña Nieto, que tanto critica el presidente de la 4T. Si los resultados fueran invertidos, AMLO ya habría salido a las calles a denunciar la ineptitud de Peña Nieto por tantos muertos, pero como se trata del mesías presidencial, lloriquea, diciendo que los “neoliberales” exageran para ensombrecer a su gobierno.

El cinismo ante la fatalidad, luego del homicidio de tres turistas en playas de Baja California y el cuestionamiento de una periodista, la respuesta presidencial fue: “No hay más violencia, sino más homicidios”, o sea que los homicidios que rebasan a la violencia han sido tersos, amables y cordiales.

Lejos de las cifras oficiales de muertos, a un verdadero gobernante preocupado por sus conciudadanos le debería quitar el sueño un sólo homicidio, no los miles que se registran sexenio tras sexenio, pero el grado de insensibilidad alcanzado por el gobierno de AMLO no tiene comparación; hasta el mismo Díaz Ordaz queda ensombrecido ante las respuestas del fundador de Morena.

Fue el periódico Reforma, en su edición del 18 de septiembre de 2020, el que cabeceaba: “Suma México 45 masacres” y daba cuenta en su portada de una serie de hechos sangrientos, como la masacre de 26 personas en un centro de rehabilitación en Irapuato, Guanajuato.

La reacción de AMLO no se hizo esperar: “Ahí están las masacres, je, je, je”, esa risa irónica que acompaña cuando es cuestionado por hechos innegables. Sus bots se le fueron encima al medio, reiterando que el video denuncia fue un montaje, pero el gobierno federal nada dijo; el que calla otorga.

Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), también le entra a los enmantecados, y en la mañanera del 14 de mayo de 2024, señaló que solo 5 candidatos a puestos de elección han sido asesinados. La organización Causa Común documenta 25 candidatos muertos.

El Laboratorio Electoral, que se define como un laboratorio de ideas (think tank) independiente, en relación con temas electorales, documenta en su Segundo Reporte de Violencia Electoral Proceso 2023-2024, que “se han registrado 157 agresiones a aspirantes y personas relacionadas con el proceso electoral. De estos, 51 fueron asesinatos de los que 27 eran aspirantes, además de 9 secuestros, 22 atentados y 75 amenazas”, actualizado al 2 de abril de 2024.

Como puede observar, amable lector, la maquillada de cifras es la constante en el gobierno de AMLO. Se falsea la información de la pobreza en México y también la cifra de muertos en la campaña electoral 2024, cifra superior a la que fue señalada como la “campaña electoral más sangrienta de la historia de México”, en relación con la campaña 2018 (Infobae, 10 de abril de 2018).

Enumerar violencia, las masacres y los homicidios en el periodo gubernamental de AMLO sería llenar un interminable número de hojas. El dato representativo es la cantidad de homicidios que publica el Secretariado Ejecutivo, que a siete meses de concluir ya resulta desbordante y horroriza. Esa es la realidad; componer esos números ya no es posible.

Impunidad Cero se define como una organización para el combate a la impunidad, publica en su página: “En México no se denuncia el 94 % de los delitos que se cometen y menos del 1 % son resueltos”.

Sólo así se explica por qué la delincuencia, organizada o no, se campea por el territorio nacional cometiendo asesinatos sin la preocupación de que sean castigados.

Estamos “haciendo historia”, es su cantaleta, y ciertamente están en lo correcto. Solo que esa historia, la de la 4T y su Mesías, no es por la que votaron los mexicanos; lo hicieron con la esperanza de un México mejor, no por el que nos ofrece AMLO como resultado de su gestión: inseguridad, violencia y homicidios en la 4T, aderezados con impunidad. Ni más ni menos.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más