Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), estimó en un 15% el incremento en el precio de los productos de la canasta básica en lo que va del mes de enero del presente año; afirmó que el incremento al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) en gasolinas, bebidas azucaradas y cigarros, marcará el arranque de la escalada de precios a productos de la canasta básica, y al dar comienzo de la cuesta de enero 2021; considera que el incremento del 15% al salario mínimo ha quedado pulverizado.
Como sabemos, el aumento al salario mínimo de tan sólo 18 pesos, equivalente al 15% decretado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, para pasar de 123.22 a 141.7 pesos diarios, en los hechos quedará rebasado con el incremento de precios implementado en las primeras semanas de enero de este año, lo cual obedece a la actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en la gasolina, cigarros, así como los refrescos y bebidas saborizadas.
Este ajuste no representa un nuevo impuesto, debido a que los contribuyentes no lo pagan directamente, sino que lo trasladan o cobran a sus clientes y el contribuyente sólo lo reporta al Servicio de Administración Tributaria (SAT). Sin embargo, el ajuste en ese impuesto si genera un aumento en los precios de la gasolina, los refrescos y los cigarros y con ello el de otros productos básicos, como la tortilla y el huevo.
Así que el tan cacareado aumento salarial anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador sólo fue un golpe mediático para impresionar y ganar votos, en los hechos quedo como agua de borrajas.
EL pueblo trabajador debe saber que el salario que se le paga es el precio de la fuerza de trabajo del obrero, el cual debe ser el costo mínimo necesario para la reposición de las extenuadas fuerzas del trabajador después de una jornada laboral; el costo que se requiere para reponer las energías consumidas y que se tasa en el precio de los alimentos, vestido, descanso, recreación, educación, entre otras necesidades vitales, para todo ello debe alcanzar el salario; pues bien, el salario mínimo en México no cubre esas necesidades primordiales que deben ser cubiertas, so pena de impedir que se repongan las energías del trabajador.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de Desarrollo de la Política Social (ConevaL) el salario mínimo está por debajo de la línea de bienestar, pero cualquiera sabe que el salario mínimo no alcanza para sufragar las necesidades del trabajador ni de su familia, que es necesario un ingreso mayor, así los trabajadores se ven obligados a enviar a laborar a la mujer y a los hijos; el jefe de familia debe buscar un empleo mejor remunerado o que genere un mayor salario aunque sea por la vía de trabajar horas extras, así tenemos que las jornadas ya no son de 8 horas sino de 10, 12, 14 y hasta de 16 horas.
El salario mínimo debiera ser cuando menos el equivalente del valor de la canasta básica; en consecuencia, el incremento salarial debiera ser del doble o triple del establecido actualmente, eso es perfectamente posible si consideramos que el trabajo del obrero es capaz de producir no sólo el costo del valor de su fuerza de trabajo sino de mucho más, si consideramos que es él el que produce la riqueza social.
Los planes del gobierno debieran considerar devolverle al obrero una parte de la riqueza producida por él en forma de salud, medicinas, escuelas, internet, vivienda digna, centros deportivos y de recreación, entre otros, es de elemental justicia social. Es, además, un derecho consagrado en la Constitución Política Mexicana.
Lejos de ello, el actual gobierno de la Cuarta Transformación ha desaparecido programas sociales, ha recortado presupuestos y sigue por esa vía pues ahora pretende acabar con los organismos públicos autónomos, desconcentrados y descentralizados.
La lucha de los obreros por mejores condiciones de vida y un aumento salarial justo sólo será posible mediante su organización y educación política, que le permita discernir el camino a seguir.
No dejarse engañar por falsos redentores, el gobierno de Morena no tiene plan para enfrentar la terrible tragedia de la covid-19, no tiene plan para sacar adelante la economía del país, no tiene plan contra el desempleo ni contra la inseguridad, no atiende los graves problemas del pueblo trabajador; su principal objetivo es ganar las próximas elecciones de 2021.
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