Para nadie es desconocido el discurso que utiliza el presidente y su famosa frase de por el bien de México, primero los pobres, con la cual hace creer al pueblo que, ahora sí, éste presidente va a cambiar la situación deplorable de los más necesitados. Pues bien, ya pasó poco más de la mitad del sexenio y lo que se ve es que la situación no sólo no ha mejorado, al contrario, ha empeorado en todos los ámbitos. En cuestión de seguridad, se ha incrementado la violencia. Según datos de la Revista digital “Expansión Política” del 21 de octubre, informa que “bajo el gobierno de López Obrador, México ha tenido los tres años más violentos en la historia reciente. La cifra de 100 mil homicidios confirma tres años de violencia inédita con AMLO”.
En salud, prometió un sistema igual al de Irlanda, con un servicio médico de primera calidad, pero la realidad no se puede tapar con un dedo. AMLO empezó eliminando el Seguro Popular, que con todas las deficiencias que tenía, por lo menos daba atención gratuita a la población de bajos recursos económicos, para sustituirlo por el famoso INSBI, y ya todos conocemos que hay desabasto de medicinas, no hay tratamientos para las niños con cáncer. También canceló los fideicomisos, como el FONDEN, y así, podemos enumerar una interminable lista de acciones hechas por AMLO y sus seguidores, las cuales han venido a afectar a las clases más pobres.
Por desgracia, la educación en el país no se escapó de las garras de la 4T, ordenando recortes en éste rubro para allegarse recursos para sus fines particulares. Así, disminuye los apoyos para infraestructura. Eliminó el programa de Escuelas de Tiempo completo. El raquítico aumento del 7.8% que las focas de Morena aprobaron en el PEF 2022 para la SEP, no cubre la grave problemática que enfrentan las escuelas.
Desde el inicio del actual ciclo escolar, se decretaron las clases presenciales, sin que éste regreso a la “normalidad” fuera acompañado por medidas que garantizaran un regreso seguro. No se vacunó previamente a la población estudiantil, pues la variante Delta de Covid-19, fue la que más estragos provocó en los menores de edad. No se dotó a las escuelas de materiales para la desinfección de los espacios educativos, mucho menos cubrebocas, gel antibacterial, líquido desinfectante, jabón, etc. Todos esos materiales tuvieron que ser adquiridos en los planteles con cooperaciones del personal que ahí labora y de los padres de familia.
Por último, mucho se jacta el presidente de su programa Becas Benito Juárez, decretándola universal, es decir, que todos tiene derecho a esa Beca, pero en los hechos, la Secretaría de Bienestar, que es la encargado de operar éste programa, se ha especializado en aumentar los requisitos y los trámites burocráticos, para que el alumno logre su registro, pareciera que la intención es evitar que el alumno reciba dicho apoyo, pues ahora, a los menores de edad se les exige que acudan acompañados de su padre o madre para hacer su registro, requisito que antes no se pedía. También, a los menores de edad que por algún razón no podían ser acompañados por su padre o madre, deben lleva un tutor, el cual debe acreditarse mediante el acta de adopción del menor.
Como se ve, queda claro que la educación no es prioridad para la 4T y la política que está implementando en éste rubro, es por demás equivocada, pues está provocando mayor atraso educativo al aumentar el abandono escolar, con una cifra superior a los tres millones de estudiantes.
Ante ésta situación, lo único que puede sacar de éste atraso al sistema educativo es la lucha organizada de todos los estudiantes y maestros, para exigirle al gobierno una mayor inversión en educación y para el desarrollo de la investigación y la tecnología.
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