En México han transcurrido 28 días desde que se decretó la cuarentena a causa de la pandemia del Covid-19, dado a conocer de manera oficial por el gobierno federal el 30 de marzo, cuando se declaró una «emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor» como consecuencia de la evolución de casos confirmados y muertes por la enfermedad en el país, lo cual dio lugar a la ejecución de acciones adicionales para su prevención y control, y el 21 de abril dio comienzo la Fase 3, mediante la cual se extienden las actividades de prevención y control realizadas en las anteriores fases al menos hasta mediados o finales de mayo. A la población se le conminó a que se quede en casa, ya que es una manera de poder evitar la propagación del virus, así como también se suspendieron las clases en todos los niveles educativos, se prohibieron ventas en las calles, es decir, la actividad de los que tienen empleo informal; claro, se prohibieron y cancelaron las aglomeraciones de todo tipo y se ordenó el cierre de todas aquellas industrias o comercios que no tengan una actividad prioritaria, es decir, las empresas y actividades que no se dediquen a la producción o distribución de alimentos, combustibles, o productos y servicios relativos a la salud.
Aunque las medidas recomendadas por parte de la Secretaría de Salud pueden ser eficientes, la cuestión es que el problema no se acaba ahí: ¿qué pasara con los que no tienen empleo formal, o los que no tienen empleo? Aunque el "quédate en casa" es una medida sencilla de decirla y, bueno, quedarse en casa para los que tienen dinero es fácil, pero y ¿los que no tienen dinero? ¿De qué van alimentarse? Es bien sabido que para poder quedarse en casa, las familias deben de tener lo elemental, que es el alimento y dinero para poder comprar medicamentos y productos de limpieza, como es el alcohol, el cloro, etc., todo lo necesario para desinfectar el hogar -y sin duda no tienen que faltar el gel antibacterial y los cubre bocas-, ahora se les complica más, debido a que el precio de los productos en general aumentaron. Si antes, con mucho esfuerzo podían comprar lo básico, ¿qué podrán comprar ahora, con los aumentos de los precios de los productos de la canasta básica? Suben los precios y los salarios siguen igual o, en algunos de los casos, los rebajaron a un 50 y hasta un 30 por ciento. Eso, sólo por mencionar a los que cuentan con un empleo formal; en el país se cuentan un total de 125 millones de mexicanos, de los cuales 91 millones viven en la pobreza, 46 millones en pobreza extrema, 19 millones hacinados en 4.8 millones de hogares, de los cuales existen 2 millones de desempleados, el 60 por ciento trabaja en el empleo informal y el 40 por ciento tiene empleo formal. La situación se pone cada día más difícil para todos; en primer lugar, se les obliga a quedarse en casa, y encima de todo eso tienen que pagar el agua, la energía eléctrica, etc. Todo, como si no estuvieran en una crisis de desempleo.
Agrego lo siguiente: el día 14 de abril de este año, el periódico digital el informador.mx, saco una nota titulada "La CFE aumentará tarifa eléctrica para sector doméstico", en la que dice que "a partir de este mes de abril, los usuarios pagaran 0.837 pesos por cada uno de los primeros 75 kilowatts hora del consumo básico. En el cual se implica un aumento de 0.044 pesos a la tarifa que se había mantenido en el sexenio pasado como apoyo a las familias de menores recursos. Es decir, un aumento del 4 por ciento con respecto al gobierno anterior". En días pasados, Manuel Bartlett, director de la CFE, aseguró que no podían condonar el pago de energía eléctrica. Agregó que "No se dan cuenta que es una empresa como cualquier otra que tiene 90 mil trabajadores, que tiene que pagar los salarios, comprar combustible permanentemente para generar electricidad y no puede hacer condonaciones", así lo dijo el señor. En vez de condonar la energía eléctrica, aumentan su tarifa, ¿acaso el gobierno federal no conoce la cantidad de mexicanos que están en la línea de pobreza o en pobreza extrema? Sin lugar a dudas, el lema que utilizó el ahora presidente de la república en su campaña electoral, aquello de "por el bien de todos, primero los pobres", ahora a da luz de tantos hechos innegables de su gobierno, se revela que solamente fue una de sus tácticas de convencimiento para poder obtener el voto, y no necesitamos meternos a fondo para ver lo mal que está llevando al país López Obrador.
Un video muy reciente que está circulando en las redes sociales en estos días, muestra a una comerciante de Jiménez, Chihuahua. Ahí se expresa de esta manera: "El motivo de este mensaje es para hacerle un llamado al gobierno, para que nos brinde ayuda, para las personas que vivimos del empleo informal, temporal, mi trabajo era vender comida afuera de mi casa, en un puesto, y por la contingencia que hay, ya no se puede estar afuera, entonces no estamos recibiendo recursos, es por ello mi llamado para que nos brinden ayuda a los que no tenemos otro recurso más que lo poco que nosotros ganábamos al día, desde luego; que los pagos siguen, la luz, el agua, todo eso continúan y tenemos que seguir pagando, los alimentos ya se nos escasearon, ya no tenemos, por eso es que necesitamos un apoyo del gobierno, para todos los que vivimos al día, es por ello el motivo de este llamado, es para que el gobierno nos apoye, no tengo; yo por ejemplo, en mi caso que somos miles de personas que no tenemos ningún apoyo social del gobierno, así habemos más y miles de personas que no tenemos ninguna clase de apoyo". En la medida en que transcurren los días, la situación empeora, para las familias que tenían empleo informal. Así también, para los que no tienen empleo, el país se encuentra a unos pasos de que entre en hambruna. La angustia de las familias es que se preocupan por la covid-19 o se preocupan por comer, y cabe preguntar: ante la pandemia ¿qué programas o apoyos implementó el gobierno federal para apoyar a los que más lo necesitan? En absoluto ninguno, es por ello que le exigimos al presidente de la república, que haga realidad un programa nacional de distribución de alimentos, para que ninguna persona se muera por hambre, así mismo que condone los pagos de agua y energía eléctrica. El virus no tiene una fecha límite de contagio, pero el ser humano sí, y si López Obrador no realiza un programa de apoyo alimentario, quedará asegurado que habrá más muerto por el hambre, que por el coronavirus. El agua, como la energía eléctrica, no son lujos, son también necesidades básicas para la vida del ser humano.
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