MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La identidad o cultura mexicana

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En nuestro país y probablemente en algunos otros, el siglo pasado existió todo un debate teórico entre autores de distintas disciplinas sobre si un concepto como cultura podría ser adecuado para definir a grupos sociales macro como los estados nación modernos

El concepto de cultura se construye con base en nuestro sentido común. En este grado de reflexión, relacionamos la definición de cultura con lo que nosotros consideramos como una persona culta. Asumimos que alguien es culto cuando posee varias cualidades, de las que se distingue la capacidad de  hablar más de dos o tres idiomas, tener amplios conocimientos de historia universal, ser conocedor de las bellas artes y las humanidades, haber realizado cuantiosos viajes nacionales e internacionales, conocer de gastronomía. Por tanto, el concepto de cultura en un nivel de sentido común, lo asociamos con la inclinación por cultivarse y por cultivar el alma.

La etnografía y la etnología son las disciplinas directas precursoras del estudio de las culturas que, ante la necesidad de delimitar los objetos de estudio en cada ciencia, el estudio de la cultura fue adoptado y ampliado por otras. Dos de las ciencias que se apropiaron del concepto de cultura fueron la antropología y la sociología. Ambas usan el concepto de cultura como materia prima en el tratamiento de sus estudios.

Dentro de las sociedades siempre se presentan dos tipos de cultura, la cultura dominante y la cultura dominada. De forma muy esquemática: la cultura dominante la definimos como la que pertenece al grupo social que controla el poder económico, político e ideológico de una sociedad; en caso contrario, la cultura dominada o subalterna será la que se ve sometida ante los intereses que el grupo hegemónico o cultura dominante le impone.

Todos estos elementos culturales, ya sean que provengan de la cultura dominante o de la cultura dominada, intervienen en el proceso de socialización de un individuo formando en él su propia cultura y su identidad. Además de la construcción de una identidad individual, las interacciones que tiene una persona en el proceso de su socialización articulan en él una identidad colectiva.

Para Henri Tajfel, un autor pionero en los estudios sobre la identidad colectiva, la pertenencia al grupo es parte fundamental de la identidad social porque en el momento en que el individuo se reconoce como parte de un grupo, el individuo simultáneamente se está diferenciando de los miembros de otros grupos a los que no pertenece.

En el México posrevolucionario, una de las principales metas fue la búsqueda de una identidad colectiva que unifica a todos los mexicanos como nación después de toda la efervescencia social de la época, y para lograrlo, muchos autores del momento destacaron las cualidades generalizadas que ellos observaron en la sociedad mexicana.

Todas las emociones que la coyuntura histórica de la conquista causaba en muchos autores se vieron manifiestas en otras formas de expresión artística como lo fue el muralismo. En los imponentes murales de Diego Rivera, en Palacio Nacional, se plasma la importancia histórica para México del choque cultural que representó la conquista y destaca elementos culturales mexicanos importantes como el indigenismo, de igual forma, elementos similares podemos encontrar en el arte de José María Velasco ubicados en el Museo Nacional de Arte.

Cuando intentamos analizar identidades con grupos tan grandes como un Estado moderno, y más cuando dentro de este existe una sorprendente diversidad cultural, nos encontramos con un sin número de vertientes. El indigenismo resaltado por los muralistas y la cultura postrevolucionaria no fue el único componente fuerte en el intento de describir una identidad mexicana.

En el primer capítulo de El laberinto de la soledad, Octavio Paz hace alusión a la cultura de los pachucos partiendo de la experiencia de haber vivido en Los Ángeles, California. Una cultura conformada por mexicanos que emigraron a EE. UU. Donde destaca el rompimiento con las tradiciones y antecedentes mexicanos, pero de igual forma, rechazan adoptar la nueva cultura estadounidense. Esta cultura transformó símbolos de ambas naciones sin dejar de lado el desprendimiento de las raíces mexicanas combinado con un sentimiento anárquico. Sirvió como útil ejemplo para refutar el determinismo y demostrar las distintas identidades que un mexicano podía asumir.

Entonces, si la identidad mexicana tiene muchas vertientes, ¿qué es lo mexicano? Como ya mencionaba, en el México de la primera mitad del siglo pasado, el gobierno con el afán de cimentar una identidad nacional se dedicó a reproducir un conjunto de símbolos y estereotipos que suponían definían a los mexicanos. Muchas de estas representaciones, con ayuda de las nuevas tecnologías emergentes del momento, se esparcieron en el mundo por medio del cine, de la música y nuevas formas de comunicación global.

Como consecuencia, muchos extranjeros construyeron un imaginario de la sociedad mexicana, que incluso actualmente, siguen asociando con el hombre campesino pobre, macho y borracho, y a la mujer campesina pobre, sumisa y servil.

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